Agregado 19:00 2/4/2008 El Escriba agregó un paper sobre la contestación de Lo vuolo A Losteau "IMPERDIBLE" se peude bajar el archivo zip de acá Cuando lo abran esta en formato Acrobat reader. Si puedo pasarlo a Word , o alguien lo puede hacer avise. También es interesante es esta nota de Musgrave
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Agregado Martes 8 de abril de 2008 el día 4/4 Critica digital publicó una nota que se titulaba "Rubén Lo Vuolo: “Carrió hizo un giro ortodoxo”
Por suerte Cristina optó por la docencia política al discurso confrontativo del martes. Gracias a eso aprendí que la plata que le sacaban al campo era para ser redistribuida, y allí me cayó la ficha, de De Ángelis, desde la real costa del Uruguay, hasta la virtual Patria Chacarera de Mariano T pasando por toda la blogsfera y los diarios de papel, se han ocupado de las Malditas Retenciones, nosotros inaugurando esta sección Transpirando la Camiseta vamos, y creemos que somos los primeros, a ayudarla a Cristina con la DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO. No sea que saque los fondos de la nación fuera del país y se le ocurra distribuirlos dentro de quince o veinte años.
Fue Martín en su post Mas solo/ que Lo Vuolo el que me hizo acordar de Rubén y una sonrisa me volvió a mi rostro. Fue en una charla sobre el Ingreso Ciudadano y sobre varios otros temas económicos que dió acá en Venado Tuerto la que realmente me sustrajo del duelo de la Alianza. Algo nuevo oían mis oídos. Me impactó tanto la conferencia, (vendió todos los libros que había traído), que me obligó a preguntarle sobre la base política de la misma y me señaló al republicanismo español. A partir de entonces comencé a descubrir el mundo de la post- modernidad en la política que los que siguen el blog deben saber de lo que hablo. Allí aparecieron Antoní Doménech, Daniel Raventós con el concepto de Renta Básica.
Jean-Jacques Servan-Schreiber [i] profetizaba ya en 1968 que Estados Unidos sería la primera potencia mundial; la segunda, la Unión Soviética y la tercera las empresas norteamericanas. Hoy en día éstas conforman la primera potencia en tanto la segunda ha desaparecido. Si a esto le sumamos que las empresas ya no son norteamericanas sino globales, ni falta haría que fueran mafiosas y ocultas en su accionar.[ii]. Debido a su poder económico las corporaciones exigen a los gobiernos leyes y políticas de su conveniencia. Es decir, imponen sus intereses a los gobiernos y comienzan a sustituirlos.
En la democracia, el poder se instituye mediante la ecuación “un ciudadano es igual a un voto”, mientras que en las corporaciones el poder se constituye con el concepto “un peso es igual a un voto”. Por lo tanto, a mayor concentración de poder económico más gobierno paralelo y menos democracia. Los mercados globales operan desde Tokio a Estados Unidos y votan todos los días con la venta y compra de acciones de las corporaciones; la democracia dirime sus diferendos en las urnas cada dos o cuatro años. Tal asimetría operativa ha impuesto reglas propias que muchos coinciden en que son definitivas y que no hay vuelta atrás, las libertades individuales de esta manera se ven recortadas y solo se las puede ejercer dentro de los marcos rígidos que impone el sistema corporativo. Lo que tal vez se haya perdido definitivamente es la utopía de poder cambiar el mundo desde las ideas.
En esa conferencia Lo Vuolo señalaba que si consideramos que el empleo abre la puerta a muchos beneficios sociales como obra social, seguro de desempleo, jubilación, aguinaldo, vacaciones pagas, créditos y algunos otros provenientes de la actividad o de su agremiación, la exclusión del empleo no sólo trae aparejada la exclusión de la renta, sino que también excluye al ciudadano de los otros derechos a los que accede por el hecho de estar empleado. Esta tesis es compartida con Robert Castel [iii] (mas allá que éste no no está de acuerdo con el criterio de Renta básica).
También Niklas Luhmann[iv] tiene algo que decir al respecto ya que cree que el concepto del Estado de Bienestar concebido como el estado proveedor de bienes y servicios elementales a los ciudadanos está destinado al fracaso porque nunca alcanzará a satisfacer las necesidades básicas ya que éstas son cada vez más costosas. Propone reformular el concepto de Estado de Bienestar a partir del concepto de inclusión social, en el cual el estado no sólo facilita el acceso a los bienes y servicios necesarios, sino que también lo hace mediante la incorporación de las personas como actores políticos, sociales y económicamente activos. Luego, en la medida que los sectores marginados se vayan incluyendo como sectores activos del sistema social, el estado podrá dejar de asistirlos.
La Renta Básica Universal como concepto nivelador de desigualdades sociales es una aproximación y aporte que hace el republicanismo a este respecto y nosotros se lo acercamos a Cristina para que pueda realizar efectivamente una redistribución del ingreso. No ahondaremos sobre Renta Básica Universal, pero la traemos a este contexto dado su importancia como factor equilibrante dentro del desarrollo de una nación moderna.
El concepto de Renta Básica es ponderado y criticado desde la derecha y la izquierda, pero como dice Raventos “es una propuesta social cada vez más conocida. Y la velocidad de extensión es cada vez mayor”.
Fue Martín en su post Mas solo/ que Lo Vuolo el que me hizo acordar de Rubén y una sonrisa me volvió a mi rostro. Fue en una charla sobre el Ingreso Ciudadano y sobre varios otros temas económicos que dió acá en Venado Tuerto la que realmente me sustrajo del duelo de la Alianza. Algo nuevo oían mis oídos. Me impactó tanto la conferencia, (vendió todos los libros que había traído), que me obligó a preguntarle sobre la base política de la misma y me señaló al republicanismo español. A partir de entonces comencé a descubrir el mundo de la post- modernidad en la política que los que siguen el blog deben saber de lo que hablo. Allí aparecieron Antoní Doménech, Daniel Raventós con el concepto de Renta Básica.
Jean-Jacques Servan-Schreiber [i] profetizaba ya en 1968 que Estados Unidos sería la primera potencia mundial; la segunda, la Unión Soviética y la tercera las empresas norteamericanas. Hoy en día éstas conforman la primera potencia en tanto la segunda ha desaparecido. Si a esto le sumamos que las empresas ya no son norteamericanas sino globales, ni falta haría que fueran mafiosas y ocultas en su accionar.[ii]. Debido a su poder económico las corporaciones exigen a los gobiernos leyes y políticas de su conveniencia. Es decir, imponen sus intereses a los gobiernos y comienzan a sustituirlos.
En la democracia, el poder se instituye mediante la ecuación “un ciudadano es igual a un voto”, mientras que en las corporaciones el poder se constituye con el concepto “un peso es igual a un voto”. Por lo tanto, a mayor concentración de poder económico más gobierno paralelo y menos democracia. Los mercados globales operan desde Tokio a Estados Unidos y votan todos los días con la venta y compra de acciones de las corporaciones; la democracia dirime sus diferendos en las urnas cada dos o cuatro años. Tal asimetría operativa ha impuesto reglas propias que muchos coinciden en que son definitivas y que no hay vuelta atrás, las libertades individuales de esta manera se ven recortadas y solo se las puede ejercer dentro de los marcos rígidos que impone el sistema corporativo. Lo que tal vez se haya perdido definitivamente es la utopía de poder cambiar el mundo desde las ideas.
En esa conferencia Lo Vuolo señalaba que si consideramos que el empleo abre la puerta a muchos beneficios sociales como obra social, seguro de desempleo, jubilación, aguinaldo, vacaciones pagas, créditos y algunos otros provenientes de la actividad o de su agremiación, la exclusión del empleo no sólo trae aparejada la exclusión de la renta, sino que también excluye al ciudadano de los otros derechos a los que accede por el hecho de estar empleado. Esta tesis es compartida con Robert Castel [iii] (mas allá que éste no no está de acuerdo con el criterio de Renta básica).
También Niklas Luhmann[iv] tiene algo que decir al respecto ya que cree que el concepto del Estado de Bienestar concebido como el estado proveedor de bienes y servicios elementales a los ciudadanos está destinado al fracaso porque nunca alcanzará a satisfacer las necesidades básicas ya que éstas son cada vez más costosas. Propone reformular el concepto de Estado de Bienestar a partir del concepto de inclusión social, en el cual el estado no sólo facilita el acceso a los bienes y servicios necesarios, sino que también lo hace mediante la incorporación de las personas como actores políticos, sociales y económicamente activos. Luego, en la medida que los sectores marginados se vayan incluyendo como sectores activos del sistema social, el estado podrá dejar de asistirlos.
La Renta Básica Universal como concepto nivelador de desigualdades sociales es una aproximación y aporte que hace el republicanismo a este respecto y nosotros se lo acercamos a Cristina para que pueda realizar efectivamente una redistribución del ingreso. No ahondaremos sobre Renta Básica Universal, pero la traemos a este contexto dado su importancia como factor equilibrante dentro del desarrollo de una nación moderna.
El concepto de Renta Básica es ponderado y criticado desde la derecha y la izquierda, pero como dice Raventos “es una propuesta social cada vez más conocida. Y la velocidad de extensión es cada vez mayor”.
¿En que consiste?
Consiste en la entrega de una Renta Básica o Ingreso de Ciudadano por parte del Estado a todos los ciudadanos, por el sólo hecho de serlo. La misma es de carácter Universal e Incondicional. Se paga, más allá de su status social, a todos los ciudadanos pobres o ricos, ocupados o desocupados, tengan ingresos o no y de forma incondicional, por el sólo hecho de ser ciudadano. Este último requisito es indispensable para que no exista clientelismo en su distribución.
El concepto de Ingreso Ciudadano o Renta Básica es asimilable al del voto universal, dice Raventós, aquél que impuso el concepto de un ciudadano igual a un voto. Este concepto fue desplazado operativamente por el concepto un peso es igual a un voto que impusieron las leyes de los mercados.
El Ingreso Ciudadano como renta ciudadana básica, universal e incondicional va en compensación de las asimetrías que produce el segundo concepto de un peso es igual a un voto. Si los ciudadanos pueden llegar a tener ingresos “básicos” al menos podrán, aunque mínimos, ser actores económicos y tener voto en esa segunda votación, la de un peso es igual a un voto.
Hagamos una cuenta sencilla, supongamos que solo del universo argentino se le repartirá, bajo algunos requisitos mínimos (certificados de escolaridad, etc), mediante la Banelco, a 20 millones de niños y ancianos de la argentina, con un monto de $150.- ciento cincuenta pesitos. Lo que da la friolera $3.000 Millones de pesos mensuales, si a eso le descontamos planes como Jefes y Jefas, Planes Trabajar, etc. ese monto se reduce muchísimo. Una bicoca. A mí me tocarían con cuatro hijos $600 pesitos y a Amalita solo $150 por ser jubilada. (se los sacamos por otro lado jeje)
Es notorio que sabedora de esta propuesta Graciela Ocaña (ex ARI) no la haya implementado desde el gobierno todavía. Se imaginan Cristina depositando en los cajeros 3.000 palitos todos los meses y del otro lado los agraciados beneficiarios pudiendo cobrar directamente sin necesitar chupar ninguna media ni besar ningún anillo. Es allí donde la república se hace igualitaria, fraternal, donde nadie debe pedirle permiso a nadie para vivir. En definitiva para propender a la tan añorada inclusión social.
Consiste en la entrega de una Renta Básica o Ingreso de Ciudadano por parte del Estado a todos los ciudadanos, por el sólo hecho de serlo. La misma es de carácter Universal e Incondicional. Se paga, más allá de su status social, a todos los ciudadanos pobres o ricos, ocupados o desocupados, tengan ingresos o no y de forma incondicional, por el sólo hecho de ser ciudadano. Este último requisito es indispensable para que no exista clientelismo en su distribución.
El concepto de Ingreso Ciudadano o Renta Básica es asimilable al del voto universal, dice Raventós, aquél que impuso el concepto de un ciudadano igual a un voto. Este concepto fue desplazado operativamente por el concepto un peso es igual a un voto que impusieron las leyes de los mercados.
El Ingreso Ciudadano como renta ciudadana básica, universal e incondicional va en compensación de las asimetrías que produce el segundo concepto de un peso es igual a un voto. Si los ciudadanos pueden llegar a tener ingresos “básicos” al menos podrán, aunque mínimos, ser actores económicos y tener voto en esa segunda votación, la de un peso es igual a un voto.
Hagamos una cuenta sencilla, supongamos que solo del universo argentino se le repartirá, bajo algunos requisitos mínimos (certificados de escolaridad, etc), mediante la Banelco, a 20 millones de niños y ancianos de la argentina, con un monto de $150.- ciento cincuenta pesitos. Lo que da la friolera $3.000 Millones de pesos mensuales, si a eso le descontamos planes como Jefes y Jefas, Planes Trabajar, etc. ese monto se reduce muchísimo. Una bicoca. A mí me tocarían con cuatro hijos $600 pesitos y a Amalita solo $150 por ser jubilada. (se los sacamos por otro lado jeje)
Es notorio que sabedora de esta propuesta Graciela Ocaña (ex ARI) no la haya implementado desde el gobierno todavía. Se imaginan Cristina depositando en los cajeros 3.000 palitos todos los meses y del otro lado los agraciados beneficiarios pudiendo cobrar directamente sin necesitar chupar ninguna media ni besar ningún anillo. Es allí donde la república se hace igualitaria, fraternal, donde nadie debe pedirle permiso a nadie para vivir. En definitiva para propender a la tan añorada inclusión social.
¡Tomá!
[i] El desafío americano, Jean-Jacques Servant-Schreiber, 1968.
[ii] Véase “La empresa de vivir” de Tomas Habram, en donde se hace una canonización de las empresas y sus santos empresarios
[iii] Ver Castel, Robert- La inseguridad social. ¿Qué es estar protegido?, Ediciones manantial, Buenos Aires 2004
[iv] Teoría Política en el Estado de Bienestar- Alianza Universidad, 1993.
3 nos acompañaron:
el famoso ingreso ciudadano a la niñez que plantea la Coalicion Civica.
Esta propuesta es la que hizo Lo vuolo en el 2003 creo cuando era el economista del Ari.
No estoy seguro que la propuesta de la CC sea lo mismo ya que el que la tenía que poner en práctica era Prat Gay, que hace la diferencia
Charlie: Esta era la propuesta que Carriò hacìa suya antes de pegar el giro a la derecha. Ella enfatizaba con la "eliminaciòn del clientelismo" màs que en la distribuciòn pero esta era parte importante de su propuesta econòmica ademàs de proponer retenciones mòviles a las exportaciones de productos primarios.
Todo esto quedò en la nada cuando luego de "irse" del ARI, definir a la CC como "preideologica" y hacer las alianzas que hizo eligiò a Prat Gay como su economista estrella.
Me atrevo a decir que màs que la elecciòn de PG fue la adecuaciòn de su propuesta a su nuevo esquema la que hizo que esta cambiara radicalmente.
De todas formas aunque ideològicamente no coincido con Lo Vuolo, me parece que puede hacer un aporte importante y valioso a la discusiòn de una economìa que incluya a los sectores màs postergados.
Saludos
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