La insoportable levedad del político argentino

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Una cosa es ponerse al frente de la manada y conducirla, otra muy distinta es apropiársela. Así define mi amigo el suizo el traspié de Nestor.

En los últimos tiempos asisto a un proceso de fragmentación de las fuerza políticas tradicionales en manos del “me opongo”. Lucas señala que los que ganaros son casi todos los opositores, lo que gana, en consecuencia es el meoponguismo por el me opongo mismo.

Quiero analizar como funciona este proceso dentro de la política argentina.

Desde Alfonsín no ha habido hasta acá ninguna construcción política previa al triunfo electoral presidencial. Los presidentes, una vez asumidos construyen por sobre la estructura de poder que le confiere la función pública y el estado.

Tal vez el que se sustrajo de esta lógica, al menos en una primera instancia, fue Nestor al crear la Transversalidad. El discurso original  transversal consistía en una construcción amplia y  horizontal que convergería hacia la distribución del ingreso desde un progresismo, enunciando no solo desde la economía, sino desde la justicia, desde los derechos humanos así como desde otros lugares al margen de lo económico.

En esto se baso el éxito de la convocatoria de Nestor Kirchner, ese fue el discurso que sedujo al centro y a la izquierda, a peronistas y a radicales. La síntesis de la transversalidad era la “distribución”. La fantasía colectiva era poder tomar en manos propias la porción de poder que a cada uno le corresponde como ciudadano y a partir de esa distribución del poder, la democracia argentina habría de convertirse de una vez y para todas en una democracia directa y participativa, siguiendo todo un movimiento latinoamericano cuyos principales emergentes son Evo y Chavez.

Cuando uno estudia redes sociales, en el primer error que se cae es en el de confundir descentralización con distribución. La primera quiere decir que en vez de un solo polo, hay muchos polos unitarios que en conjunto conforman una multicentralidad, que es similar a una centralidad única con la salvedad de que ésta está encarnada en un solo polo visible, a la primera la ostenta una corporación de polos empoderados a partir de una asociación en función del ejercicio del poder. Esta es la mas moderna de las versiones del neoliberalismo, ya que asemeja la forma empresarial al ejercicio de la política, al convertir la corporación política en una sociedad anónima. Lo malo de esto no es el poder asociativo, sino lo de anónimo.

 

Los que seguimos a Manolo entendemos su visión de los territoriales como una corporación de dirigentes que hacen de interfase entre el poder real, un poder central o mas centralizado, y sus sus votantes. Manolo advierte sobre el error de subestimar o de ignorar a esta dirigencia tan importante para la democracia argentina, al querer apropiarse  del poder territorial desde un poder centralizado, en vez de solo conducirlo. En el post de hoy vuelve sobre el tema con esta cita de Rodolfo Walsh:

“Creo que estos son los ejes de nuestra equivocada estrategia, y que en cambio son secundarias o derivadas las contradicciones masas-aparato, interior-Buenos Aires, etc., ya que la resolución de las mismas es materia de ejecución, mientras que los ejes políticos que planteamos son materia de concepción.

Aún esas antinomias, si se toman como subordinantes y no como subordinadas encierran peligros considerables, y el mayor de ellos es omitir la singularidad de la configuración geográfica, histórica y social argentina, que es su núcleo urbano de 12 millones de habitantes y 60% de la población obrera, de la que necesariamente -a mi juicio- debe brotar también la singularidad de nuestro proceso revolucionario”.

Citar la autoridad  de Walshde en la autocrítica tiene en Manolo el poder de enrostrarle a su par ideológico, los errores cometidos por Nestor especialmente en su concepción de la construcción del poder. Lo que obvia Manolo es analizar lo otro que dice Walsh en esta cita. Walsh habla que los errores que se cometían en el montonerismo tardío se debían a que los ejes políticos que planteamos son materia de concepción” y es justamente allí donde inciden con mas porfía sus autocríticas.

¿Qué significa lo que dice Walsh referente a errores de concepción, al plantear la práctica política?  Walsh nos advierte sobre una pulsión de apropiación que tiene la clase media argentina iluminada. Apropiarse de los territorios ninguneándolos, no es un error estratégico, es un error de de concepción, de subestimación.

Si en Nestor hubiese existido la más mínima intención de distribución del poder, no cabría duda que lo hubiese distribuido, en cambio repite el error de los montoneros de los 70tas, que Walsh señala a manera de autocrítica. La intención de Nestor, como la de todos los políticos de la argentina: sean de derecha como de izquierda, peronistas o radicales es, una vez accedido el poder, lo que le seguirá será la apropiación de la porción de poder que los conducidos ostentan.

Este es un problema de concepción burgués del poder, confundir conducción con apropiación. Tiene que ver con la propiedad privada y el capital. Concebido desde ese lugar el poder se convierte en un capital político, transable y negociable en cualquier mesa de mercado político corporativo.

Los conducidos son consientes de este proceso por eso reaccionan tratándose de zafar de este proceso de apropiación capitalista y votan y mandan votar en contra de los apropidores, el problema es para que lado disparan. En este esquema huir de Nestor es correr a los brazos de otro lobo mucho mas feroz, el lobo colorado, el lobo Lole. En definitiva, mas multicentralización y menos poder real territorial.

Cuando decimos que tenemos que distribuir, tenemos que distribuir: la riqueza, la renta, el poder, las armas, las herramientas, el crédito, el estado, en definitiva otorgar el poder al pueblo. Allí el republicanismo ecléctico saldrá con su coro de gansos a decir que el pueblo no está preparado, ni educado, ni maduro, para ostentar tanto poder y lo que harán será intervenir este proceso, volviéndolo a centralizar.

Esta disyuntiva es la disyuntiva de la argentina de los próximos treinta años, o volvemos a un peronismo pos Perón, con fuerte presencia territorial pero con formato democrático, o la multicentralización del poder que viene, nos balcanizará en mil pedazos todos ellos funcionales al sistema, lejos de nuestro pueblo.

El siglo de la fraternidad 7-El nacimiento de la Fraternidad – Tercera parte

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Se hace necesario explicar un poco cómo llegar desde nuestras propias definiciones de fraternidad a las que nos presenta el diccionario; porque este último resume en hermanos o hermandad los significantes que devendrán en fraternidad. El camino a seguir entonces sería desgranar el significado de hermandad, pero para hacerlo sin caer en la recursividad propia de un diccionario se hace imprescindible volver al contexto original de donde partimos cuando comenzamos a interesarnos por la fraternidad. Oportunamente citamos a Juan Urrutia Elejalde en su intento por definir un núcleo comunitario que sirva de base a una comunidad de interacción directa, en su caso para establecer mercado.

Es Urrutia Elejalde quien usa el concepto de Fraternidad desarrollado en su libro “El capitalismo que viene” cuando dice que esa ligazón primaria es naturalmente propia de la red y que la solidaridad, el bien común, etc. vienen después y es desde allí que influyen. El “gusto por estar juntos” que provee la Fraternidad está dado en función del conocimiento y la confianza que los agentes puedan construir como algo común a ellos y frente a algo ajeno a ellos. Explica que la fraternidad no es ni solidaridad ni de igualdad de oportunidades; estas últimas se dan entre los agentes y parten de ellos o sea que son inherentes al agente, a su propiedad privada, y que es desde allí que influyen en el comportamiento de la red. En cambio, sostiene que la fraternidad es innata dentro del funcionamiento de la red, como un instinto de supervivencia de la red o de la autorreferencia.

 

En un texto de su libro: “Política de un rebelde”, Michel Onfray relata la tragedia de los campos de concentración en donde los seres humanos son sometidos sistemáticamente a lo más bajo que la condición humana podría soportar, encuentra que es allí donde se pone verdaderamente de manifiesto su identidad,  que podríamos resumir en esta frase:

“El campo de concentración olvidó al hombre, celebró al sujeto, tornó improbable a la persona y puso de manifiesto al individuo”

Como señala de una manera descarnada:

Devastados por los furúnculos, destruidos por el ántrax, las heridas hormigueantes de gusanos, la carne devorada por los piojos, la piel violeta, agujeros que horadan la cara, la sangre consumida por los parásitos, los miembros helados y podridos, rapados, sin pelos, forzados cada día a bailar una danza macabra hasta el agotamiento, hasta la postración, incluso hasta que la muerte invada finalmente y para siempre el cuerpo: hasta en estos extremos el cuerpo del hombre triunfa en el lugar inexpugnable de su humanidad.”.

¿Y que es el cuerpo del hombre? ¿Es su jerarquía, es su rango social, es su historia, es un nombre o una personalidad? El cuerpo es la materialización de lo que hubo primero, lo que emergió de la madre, lo parido, lo autopoietizado, lo autoorganizado, y como tal da identidad, ya que ese rasgo de nacimiento perdura hasta la muerte. El cuerpo es un holón, que, si bien es una totalidad en si misma, es una parte del humano como tal. Es el cuerpo el que mantiene la vida, no su status social, es el cuerpo el que intercambia los flujos materiales con el medio, el mismo que heredamos de los monos, el mismo que interactuará socialmente con otros cuerpos para heredar de los grandes conglomerados los comportamientos sociales.

 

Según Onfray esta afirmación por la negación del sujeto demuestra, de alguna manera, un intento de negación del individuo. Onfray analiza cada uno de estos conceptos referidos a los hombres y las mujeres y nosotros los tomamos para aclarar algunas confusiones que surgen a partir del uso político que se hace de ellos.

 Todas las políticas apuntaron a esta transmutación del individuo en sujeto: los monárquicos en nombre del Rey, imagen del derecho divino, representante del principio de unidad celestial en la Tierra; los comunistas, en virtud del cuerpo social pacificado, armónico, sin clases, guerras, ni contradicciones, resuelto, en definitiva, bajo el modo monoteísta; los fascistas, en aras de la nación homogénea, la patria militarizada y sana; los capitalistas, obsesionados por la ley del mercado, la regulación mecánica de sus flujos de dinero y de los beneficios fáciles.

En esos mundos donde triunfa el culto de los ideales, universales generadores de mitologías -totalitarias o democráticas-, el individuo resulta un dato desdeñable. Se lo tolera o se lo celebra sólo cuando pone su vida al servicio de la causa que lo supera y a la cual todos consagran un culto: el Prelado, el Ministro, el Militante, el Revolucionario, el Funcionario, el Soldado, el Capitalista brillan como auxiliares de estas divinidades celebradas por la mayoría

Esa manía de nombrar, personalizar, sujetar, categorizar, tildar de…. Referente al sujeto dice:

Del sujeto podemos decir, desgraciadamente, que ha sido exacerbado en esta época y en estos lugares. Define al ser por la relación y la exterioridad, negándole una identidad propia que se le atribuye solamente por y en la sumisión, la subsunción a un principio trascendente, superándolo: la ley, el derecho, la necesidad o cualquier otra cosa que incita a hacer la economía de sí en provecho de una entidad estructurado por su participación, su docilidad. El sujeto es siempre de algo o de alguien. De modo tal que siempre encontramos un sujeto menos sujeto que otro, en la medida en que, apoyado sobre el principio en cuestión, uno se siente incesantemente autorizado para someter a otro: el juez, el político, el docente, el prelado, el moralista, el ideólogo, todos aman tanto a los sujetos sometidos que temen o detestan al individuo, insumiso. El sujeto se define en relación con la institución que lo permite, de ahí la distinción entre los buenos y los malos sujetos, los brillantes y los mediocres, es decir: aquellos que consienten el principio de la sumisión y los otros. Con su preocupación por la conciencia que se rebela y no acepta, Antelme recuerda que un sujeto no se define por su conciencia libre sino por su entendimiento sometido, fabricado para consentir la obediencia.”

Y con respecto a la persona señala:

La persona tampoco me agrada. Aquí también la etimología, etrusca en este caso, recuerda que la palabra proviene de la máscara utilizada en la escena. (per sonare, lo que mas suena) Que el ser sea con relación a lo que se somete o por su modo de presentarse, no me convence, ni en uno ni en otro caso. La metáfora barroca del teatro, la vida como sueño o novela, la necesidad de la astucia o de la hipocresía, del juego social que presupone la persona del teatro, implican también el recurso al artificio: el ser para el otro no es el ser en su resplandor, ni en su miseria. El campo de concentración olvidó al hombre, celebró al sujeto, tornó improbable a la persona y puso de manifiesto al individuo. Las tres figuras de la sumisión funcionaron en la juridicidad, el humanismo y el personalismo. Quedan por formular las condiciones de posibilidad de un individualismo que no sea egoísmo.” Ya hablamos de esto cuando nos referíamos a la individuación por la multipertenencia en el capítulo anterior.

Lo que presupone cuando habla de que un sujeto sujeta deriva del supuesto de que hay una voluntad que actúa sobre todo pacto racional primario, ya que cree que esta condición es inherente al ser humano,  nosotros podríamos asociarla al concepto que Althusius refiere como “la política”.

 

Augusto de Franco en Alfabetización democrática cita el primer capítulo del “Politica” de Althusius (1577-1638), titulado “De las Acepciones Generales de la Política” (en su edición de 1614, traducida para el inglés por Carney).

La política – escribe Althusius – es el arte de reunir los hombres para establecer una vida social común, cultivarla y conservarla. Por eso, es tildada de “simbiótica”. El tema de la política es, por lo tanto, la asociación (consociatio), en la cual los simbióticos [siymbiotici: aquellos que viven juntos], por intermedio de un pacto explícito o tácito, se obligan entre sí a la comunicación mutua de aquello que es necesario y útil para el ejercicio armónico de la vida social.(…) Para vivir esa vida, ningún hombre es autosuficiente o lo suficientemente provisto por la naturaleza... los esfuerzos y la diligencia de muchos hombres son indispensables... Los simbióticos son co-trabajadores que, unidos por la asociación y con vínculo de pacto, se comunican entre ellos aquello que es conveniente para una vida confortable de cuerpo y alma. En otras palabras, ellos son los participantes o compañeros de una vida en común. La comunicación mutua, o contrato común, involucra (1) bienes, (2) servicios y (3) derechos comunes (juramentos) por los cuáles las numerosas y varias necesidades de cada uno y de cada simbiosis se satisfacen, la auto-suficiencia y el mutualismo de la vida y de la sociedad humana se logran y la vida social se establece y de mantiene... Claramente, por su naturaleza gregaria, el hombre nació para cultivar la sociedad con los otros hombres, no para vivir solitario... Y así nació [con] la imposición de la comunicación de lo que es necesario y útil, lo que sólo puede ocurrir en la vida social y política... [pero] las causas eficientes de la asociación política son el consentimiento y el pacto entre los ciudadanos que se comunican.... La materia prima de la política son los preceptos de la comunicación para aquellos bienes, servicios y derechos que establecemos, cada uno justa y apropiadamente de acuerdo con sus posibilidades, para la simbiosis y el beneficio común de la vida social... Se dice que ningún hombre es capaz de, por sí sólo, vivir bien y con felicidad. La necesidad, por lo tanto, induce a la asociación; y la búsqueda de las cosas necesarias a la vida, que se adquieren y se comunican con la ayuda y la asistencia de asociados, la conserva. Por tal razón, es evidente que la comunidad, o asociación civil, existe por naturaleza, y que el hombre es, también por naturaleza, un animal civil que busca ávidamente de asociación


Esa conducta sistémica que evoluciona desde el animal al ser humano, sobre la que construye toda su estructura racional, no es otra cosa que una sofisticación del afecto societatis anterior que persiste pese a todos los constructos racionales y al sujeto. Es por eso que dudamos llamar “ser humano” a alguien que tiene una taxonomía humana pero se maneja como un salvaje, o como contracara, cuando tenemos que reconocer conductas “humanas” en los “campos de concentración”.

 

Como una simplificación de esta compleja realidad es que concebimos al ser humano en relación a dos dimensiones, una primitiva y netamente materialita que se ocupa de los cuerpos, la otra es la que le corresponde a su racionalidad. Una mezcla del cuerpo agusanado de Onfrey y hombre capaz de “establecer una vida social común, cultivarla y conservarla”de Althusius. Un mismo humano que deberá interactuar con los flujos de la sustancia en su dimensión material y con los de la razón  en su dimensión política.

Y aquí se plantea el primer problema. El humano ya no podrá actuar solamente como un  cuerpo con necesidades de cuerpo, así como tampoco podrá actuar como un ser eminentemente racional con necesidades de lo político. Esta es una realidad con la que chocará cada vez que intente interactuar para relacionarse comunicativamente con otro ser humano.

Afortunadamente, cuando Althusius habla de pacto, advierte que éste podrá ser explícito o tácito ya que enrolados en estos últimos podemos ubicar a todas las interacciones comunicativas de índole emocional. Althusius es pre republicano y está despojado de todo preconcepto republicano o liberal del término contrato. Pacto para él es la simple forma de alcanzar todo “aquello que es necesario y útil para el ejercicio armónico de la vida socia”.

Necesariamente la idea de pacto se liga al de Fraternidad ya que no hay en él un preconcepto de propiedad privada. El pacto Althusiano es un pacto generoso en donde la compensación por la diferencia no se hace necesaria. Esto es fundamental ya que el la propia idea de pacto o contrato moderno lleva implícita a la compensación que se hace imprescindible para dirimir un conflicto y equilibrar la balanza. Este último contrato tiene la pretensión de extinguir de una vez y para siempre el litigio que lo precede, ya que se sustenta en la fantasía de un equilibrio duradero que las partes adquieren a partir de la compensación material o no.

Para ilustrar lo que se quiere decir vamos a citar como ejemplo el caso de los clubes del trueque surgidos en la Argentina a partir de la crisis del 2001-02. En esa oportunidad la economía argentina estaba colapsada y los actores sociales debían encontrar alguna forma alternativa de sustento económico a las que el mercado no podía resolverles, por eso inventaron los Clubes del Trueque en sustitución. Pero la mecánica implementada en esa oportunidad era un mímico del los mercados tradicionales ya que en todos los casos existía emisión de cuasi monedas que, si bien implementadas mediante diversos mecanismos de aplicación, en todos los casos conservaban intactos concepto capitalista del mercado. El trueque no se realizaba directamente entre mercancías, sino que éstas se cambiaban por bonos con los que se compensaba un valor material virtual que los agentes pretendían por sus bienes o servicios intercambiado. De esta manera el concepto de acumulación persistía intacto pese a que los bonos, para hacerlos circular, tenían una vida útil determinada.

Muy distinto hubiese sido si solo se hubiesen podido trocar mercaderías por otras mercaderías. En este caso la compensación se hubiera a partir de una comunidad que pretende sostenerse como fraternidad con el pacto althusiano, el que se podría simplificar como una “actitud solidaria”, pero que como se vio, la fraternidad es anterior a la solidaridad por lo que este reduccionismo conduciría a una concepción errónea del acto del trueque.

Como consecuencia directa de esto último resulta lo que destaca Urrutia Elejalde en “El capitalismo que viene” sobre que la fraternidad no pueden ser un concepto universal. Su destino está ligado íntimamente al de comunidad y como tal está restringido a ella. No puede haber una fraternidad universal así como tampoco podrá haber un mercado universal, dado que para que ambos existan entre sus agentes deberá haber reconocimiento y confianza, cosa que se contradice con el concepto de universalidad.

 

Justo cuando nos estábamos acostumbrando a que nuestra definición de Fraternidad estaba tomando su forma definitiva, nos dimos cuenta de algo fundamental; algo que había estado siempre ante nuestros ojos sin embargo no nos habíamos percatado de ello. Tenía que ver con lo nos había hecho notar Aulo. Nos seguíamos olvidando de la fraternidad en algún sentido y ese sentido era su carácter relacional hacia el mundo exterior. Si bien habíamos profundizado y nos habíamos preocupado por cómo y quienes conformaban una fraternidad, todavía nos estábamos olvidando del para qué.

¿Qué sentido tenía la fraternidad si no el de interactuar como un todo con el entorno? ¿Para qué era necesario conformarse como fraternidad, dado que a fraternidad la conformaban tanto los hermanos como también quienes se tratasen como tales? ¿Por qué alguien habría de estar necesitado de comportarse como hermano, con que fin?

Por otro lado el hecho de que la Fraternidad nunca se presentase sola sino en conjunto con otros conceptos como el de libertad, igualdad, unidad, rebeldía, identidad daba la pauta de que Fraternidad era un todo un sistema de interacción social y no solo una forma,  pero también advertíamos la forma en que se llevara a cabo hacía la diferencia y podía ser una justificación social de la Fraternidad. ¿Si la matriz era quién generaba internamente a la fraternidad, una vez conformada esta, de qué manera se podría relacionar con el medio?

Si la fraternidad tiene como corpus interaccional a una red social distribuida, deberían entonces ser válidas todas las premisas aplicables a las redes, en especial las que pone en evidencia Mark Grannoveter en lo referente a que la red es el único instrumento que puede explicar un comportamiento macro a partir de múltiples comportamientos micro. Por lo que los patrones de interacción intra red deberían tener influencia sobre aquellos comportamientos que la misma tenía como conjunto para interactuar con el medio.

Maturana nos ha hecho el favor de elaborar una teoría a partir de la cual se puede explicar cómo, a partir de la organización autopoiética, átomos desperdigados al azar (o no) pueden constituirse en seres vivos. Habla de un tipo organización de elementos primitivos tal que, a medida que va adquiriendo niveles de organización mas complejos, produce emergentes; así primero da a luz la célula, luego los tejidos, luego los órganos, luego los cuerpos, luego los sistemas sociales. Todo este movimiento se hace en función del mantenimiento y de la adaptación de la vida al entorno. La vida y su evolución en la ontogenia de los agentes y en la filogenia de las sociedades. Es por eso que se hace imprescindible romper con las barreras que separan al salvajismo de lo humano para poder producir un análisis eficaz sobre la evolución de la humanidad en el mismo sentido en que Maturana trata con los seres vivos y además que este nuevo modelo sea consistente con el anterior.

Niklas Luhmann avanza sobre este punto, a pesar de Maturana que no está muy de acuerdo con sus teorías, y realiza aportes desde y hacia la teoría de sistemas y la teoría de la complejidad. Si existen los sistemas sociales tanto como indican ambos desde puntos de vista distintos, tendremos el punto de partida para continuar el camino emprendido por ellos en la búsqueda de un sistema social tal que justifique el mantenimiento de la vida y agremiación comunitaria dentro y para los sistemas humanos. ¿Cómo funcionaría este sistema? Como una primera aproximación podríamos decir que se organizaría a partir de totalidades autosustentables que se van autoencapsulando en totalidades de mayor complejidad, a las que hacen dependientes de los niveles de ordenamientos adquiridos con anterioridad. Como una forma de Holón que como totalidad forma parte de una totalidad mayor. En este sentido, y a manera de ejemplo, un ser humano no podría desprenderse de la organización autopoiética por mas que quisiese, ya que de ella depende su propia vida.

 

Proponemos entonces a la fraternidad en este sentido, como una justificación de tal sistema, ya que es la que configura la plataforma y el modo para que se puedan materializar las interacciones asociativas de este tipo entre los humanos.

Maturana habla de ontogenia para describir el proceso de desarrollo de un ser vivo a lo largo de toda su vida, de la misma manera habla de la filogenia para caracterizar el desarrollo de una especie determinada y era precisamente de la filogénesis de los humanos de lo que nos estábamos olvidando cuando componíamos nuestra definición de Fraternidad.

Juan Urrutia Elejalde es uno de los primeros que se ocupa de la Fraternidad en este intento de resignificar el término cuando dice que: “Cada hermano está dispuesto a no ser el más listo para permanecer unido a su hermano”, refiriéndose a un sistema económico multilateral en donde las ganancias no pueden ser de suma cero. Urrutia parte de una plataforma a la que nombra como fraternal para articular un sistema cimentado en la suna de una sucesión de equilibrios Nash que se dan en base al reconocimiento y la confianza de los que los agentes gozan entre unos y otros, conformando de esta manera una estructura fraternal. Los participantes tienden a ese equilibrio llevados por el temor a la destrucción mutua o de la red completa. La filogénesis es justamente la que actúa para evitar la destrucción del sistema social. (Económico en el caso de Urrutia). Es este impulso el que lleva la fraternidad a replegarse sobre sí misma y pasivarse o silenciarse internamente ante alguna posible vulnerabilidad o agresión que pueda venir desde el entorno.

 

En la red distribuida, todos los agentes son semejantes o se comportan como tales más allá de sus rasgos particulares. En la red distribuida, lo que cuenta es la posición, la circulación de los flujos, la vinculación y la capacidad de mutar los vínculos. Todos formamos parte de alguna red distribuida y dentro de la red distribuida no hay jerarquías ni compensaciones, todos se aceptan como hermanos. Sólo existe el temor a la destrucción mutua, al aislamiento y a la exclusión. ¿Pero qué pasa cuando esta red se interrelaciona con el exterior?

En la introducción de este paper Between-group competition and human cooperation (Mikael Puurtinen y Tapio Mappes 2008) los autores manifiestan que:

“Una característica distintiva del comportamiento humano es la difundida práctica de la cooperación entre individuos no vinculados. Explicar el costoso mantenimiento de la cooperación dentro del grupo es un reto porque los incentivos para aprovecharse gratuitamente del esfuerzo de los otros miembros del grupo son la clave para una descomposición en la cooperación. Sin embargo, los costos de la cooperación pueden ser reducidos o superados cuando hay una mayor competencia a nivel de jerarquía organizacional. Aquí (en el paper citado) se muestra que la competencia entre los grupos resuelve el paradigmático dilema social de los "bienes comunes" (dilema del prisionerotragedia de los comunes) y aumenta la cooperación dentro del grupo y la productividad general. Más aún, la competencia entre grupos intensifica las emociones morales de ira y de culpa asociada a las violaciones de las normas cooperativas. Los resultados sugieren un importante papel de los conflictos entre grupos en la evolución de la cooperación humana y de las emociones morales.”

Tanto Puurtinen y Mappes, como Elinor Ostrom citada en el primer capítulo, son algunos de los tantos que estudian a la cooperación intra grupo como herramienta social fundamental para la sostenibilidad de los grupos sociales. Nuestra mirada original sobre el concepto de fraternidad se concebía como una estructura común absolutamente horizontal y desprovista de jerarquías cooperación entre pares autoorganizados. Pero si bien esto es cierto, como se vio en la primera parte de este capítulo, la introducción de centralizaciones a partir de la intervención en la libre circulación de flujos intra grupo, establecía necesariamente un cierto grado de jerarquízación en el sistema social sobre el convendría detenerse para analizarlo con un poco más en profundidad.

La jerarquía se hace evidente a partir de concebir lo emergido como producto de una emergencia concebida a un nivel inferior a lo engendrado, en nuestro caso la matriz generdadora y su propio sistema interelacional. Pero como la matriz genera una emergencia en donde queda embebida y de la que forma parte como una totalidad, ya no como útero aislado, yermo o infecundo sino como útero parido, productor de familia; resulta muy difícil discernir ahora cual es la matriz y cual es la emergencia. Esto se ve claramente cuando se posan los ojos sobre los sistemas naturales en donde estas jerarquías aparecen como funcionales y operativas y no como estructuras de poder, aunque a veces se las confunda. En sistemas de este tipo siempre es detectable un dominio de interacción entre los agentes, un dominio de interacción intergrupal donde los flujos son facilitados y permitidos y un dominio sistémico que, a  diferencia del anterior, las interacciones están restringidas, cuando no inhibidas.

En el caso que proponen los autores, la cooperación itra grupo humano depende en gran medida de la competencia inter grupo, o sea que la competencia intergrupal contribuiría a proveer cohesión social. Esto quiere decir que la competencia, como una interacción que se da a nivel medio entre los grupos (a los que diferenciaremos como clases), le confiere cohesión interna los agentes de interacción de la clase.

Estos resultados son coherentes con Vega redondo, Noelle Neumann y tantos otros que han estudiado este problema, lo novedoso acá es que los autores tratan a los participantes como agentes independientes que se hermanan en base a un doble mecanismo. Por un lado el impacto interno que provoca de la competencia inter grupo social, consistente con el punto de vista de Vega Redondo, por el otro la revalorización y la resignificación que adquieren las reglas de convivencia (principios morales) a partir de la cooperación intra grupo, estructurados en base a la ira que provoca la no cooperación del otro, y a la culpa propia por no haber cooperado lo suficiente cuando los otros lo necesitaban. Dos regla materialistas, propias de la convivencia humana, que sirven de base para el armado de una posterior arquitectura cultural que se resolverá hacia distintas vertientes de lo social como: la religión, la broma, el castigo, la marginación, la emigración, el ridículo, etc.

La información como uno de los flujos de intercambio, adquiere su dimensión social y política y es desde allí desde donde toma importancia. El conjunto diversidad, fraternidad y rebeldía tiene ingerencia meridiana en la acción social. Si los sistemas sociales están conformados en sus primitivas, por redes distribuidas a las que llamamos fraternales estas deberían tener límites como todo conjunto. ¿Pero cómo son esos límites, cómo actúan entre sí?

La topología que es de lo que estamos hablando cuando hablamos de materialización (analógica o digital) de las redes sociales y configura además su límite. La red social llega hasta donde llega su topología. Es aquí donde introduciremos un nuevo enfoque sobre clase social basado en el concepto de clase que se usa en informática en la programación orientada a objetos.

En sociología el concepto de clase social, está perfectamente definido a partir de Carl Marx y Max Weber. Una clase social es un conjunto de características propias que comparte un conjunto de individuos dentro de un grupo social, una estratificación de lo social basado principalmente en el nivel económico y en los medios de producción que posee cada uno (sobre todo en Marx). En Weber, al individuo se lo relaciona con su acción social en particular, no está disociado de ella, por lo que los bienes económicos nos con los únicos que establecen las clases sociales sino que también, cómo se relacionan y cómo actúan en relación a ellas.

 

En nuestro modelo, clase, es una abstracción que intenta definir una fraternidad, la clase es la matriz que genera las singularidades de nuestro grupo social, pero no en base a algo en particular como ser una posición económica, una acción social, o una acción comunicativa (Habermas), sino en base a una forma determinada de relacionamiento interno y a un modo de interaccionar con el mundo exterior que determinará finalmente su  identidad compleja.

La clase es la encargada de definir al agente de la red social y quien a su vez le heredera una determinada carga iformacional-social con la que se deberá desempeñar dentro de su sistema social durante su ontogenia. Si la clase hereda al agente se establecerá en consecuencia una relación jerárquica en donde encontramos clases-matrices e hijos-agentes. En el próximo capítulo nos detendremos a profundizar sobre sistema jerárquico de tres niveles

 

Antes de terminar este capítulo dejaremos planteada una nueva definición de Fraternidad en donde se consideran también las interacciones que ésta mantiene con el medio, que serán las que en definitiva le conferirán la identidad.

 

"fraternidad es el emergente que surge a partir de una matriz que posibilita que dos o más agentes ganen reconocimiento y confianza recíproca mediante la interacción comunicativa sustentable en el tiempo, y a partir de donde se podrán relacionar con el medio de una determinada forma, que será la que en definitiva establecerá su identidad compleja.”

 

En esta última definición establecemos el origen de la emergencia y su forma de interaccionar con el medio, ausente en las anteriores. A partir de  la misma queda claro que no hay una frontera o límite definitivo que determine la fraternidad, en esto también hay un avance ya que la fraternidad sería una interfase entre la matriz generadora y el medio, por lo que sus fronteras estarán en relación al proceso de generación y extinción de los agentes que siempre es un proceso dinámico y que solo se puede comprender en relación y no autónoma ni unitariamente.

Esta definición acabará por cerrar solo cuando terminemos de establecer el sistema relacional de la fraternidad en relación con el entorno en el próximo capítulo. Su marco referencial.

Enjambre, las reglas han cambiado

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Descripcion
Documental de Guarataro Films y Venezolana de Televisión que analiza la doctrina de Guerra en Red o Guerra de Cuarta Generación y su aplicación en Venezuela.
Se incluyen entrevistas a:
Miguel Henrique Otero. Director y editor de el periódico El Nacional. Portavoz del Movimiento 2D que promueve la desobediencia civil contra el gobierno venezolano.
Mario Iván Carratú. Vice Almirante (retirado). Ex-jefe de Casa Militar con Carlos Andrés Pérez durante el 4F de 1992. Antiguo agregado militar venezolano en Washington.
Gene Sharp. Fundador del Albert Einstein Institution de Estados Unidos. Inspirador de Otpor y protagonista de una polémica con el presidente Chávez, el cual lo acuso de entrenar el movimiento estudiantil opositor.
Eleazar Diaz Rangel. Director del periódico venezolano con mayor difusión: Últimas Noticias.
Melvin López Hidalgo. General (retirado). Ex Secretario General del Consejo de Defensa.
Héctor Herrera. Teniente Coronel (retirado). Fundador del Frente Cívico-Militar Bolivariano. Editor de la revista Ámbito Cívico-Militar.
Miguel Ángel Contreras. Sociólogo y Profesor de la Universidad Central de Venezuela.
Carlos Lanz. Profesor y Sociólogo. Ex guerrillero y ex comisario de la DISIP.
Se incluyen grabaciones de:
Tomás Moncanut. General venezolano fallecido en accidente en 2005.
Salvador Allende. Presidente de Chile muerto durante el Golpe de Estado en 1973.

Compañeros y compañeras, he descubierto a la Concha con yapa

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El blogsito de fin de semana es sobre la Concha Buika, desconocida por mi hasta hace muy poco. Fea pero como canta…

La yapa la descubrimos en lo de Goliardo La hermanita de Lucas Carrasco, María Carrasco, la única centrada de la familia

GUY #3

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Augusto colgó este video acá, que a su vez lo sacó de acá: Guy #3 de SETH'S BLOG:

“Paul acaba de enviar este video de una tribu que forma espontáneamente un baile en un festival de música.
Mi parte favorita ocurre justo antes de la marca primer minuto . Ahí es cuando chico # 3 se une al grupo. Antes de él, era simplemente un tipo loco bailando y tal vez otro tipo loco. Pero es el chico # 3 que lo hizo movimiento.
Los iniciadores son raros, de hecho, por el miedo a ser el líder. Guy # 3 también es raro, pero es mucho menos temible y mucho mas importante. Guy # 49 es irrelevante. No hay puntos por coraje por ser parte de la movida.”

Miren el video y verán Que fresca divertida y diferente. Que bueno vivir como esta gente ...

Desde otro ángulo

Hace un tiempito ya, publicábamos este post El siglo de la fraternidad 3- La naturaleza de lo natural- Primera parte donde explicábamos que era una distribución power law y dentro de estas las denominadas PZM. Citándolo a Peter Winiwarter decíamos:

“Power laws del tipo Pareto-Zipf-Mandelbrot (fractals hiperbólicos) se observan para diferentes clases de distribuciones de casi todas las distribuciones de nivel jerárquico, desde el campo de evolución de la astrofísica hasta Internet.”

Nos tomamos el trabajito de contar por unidad de tiempo las personas que se iban acoplando al baile después del gordito Guy #3, y saben qué, da una PZM. Esta es la tabla de los bailarines que van entrando de acuerdo al tiempo

Tiempo

Bailarines

01:02,0

3

01:05,0

3

01:08,0

3

01:11,0

5

01:14,0

8

01:17,0

8

01:20,0

12

01:23,0

14

01:26,0

16

01:29,0

19

01:32,0

23

01:35,0

23

01:38,0

29

01:41,0

34

01:44,0

40

01:47,0

46

01:50,0

51

01:53,0

59

01:56,0

68

La gráfica de la serie de potencias es esta:

image

Y la gráfica doble logarítmica es esta:

image

Esto quiere decir que cuando salimos a bailar hay uno que hace punta, otros que lo siguen y de repente la pista se llena de acuerdo a este tipo de gráfico.

Como sugieren Augusto de Franco y Marcelo Estraviz, tal vez hagan falta muchos mas Guy #3 de lo que pensamos

ACTUALIZADO 19/6 9:43 de acá

Comentário de Augusto de Franco 2 horas atrás
Pois é, Boyle. Mas o meu ponto de vista sobre isso é que a coisa não "nasce" do Guy #3. Se uma determinada configuração/dinâmica estiver configurada em um dado "campo social", aparecerá um (ou vários) Guy #3 (e não podemos saber de antemão quem será a "antena" que captará primeiro aquela freqüência da vibração do que chamei (para fazer um paralelo com a teoria extendida das cordas) de "brana" no espaço-tempo dos fluxos. Aquele festival da tribo do vídeo configurou-se como um TAZ.
Isso é muito, muito diferente de existirem pessoas que - por razões intrínsecas - tenham capacidade ou possuam habilidades para "acionar" ou "provocar" certas dinâmicas coletivas virais ou assemelhadas (como o swarming).
Então a minha pergunta - comentada pelo Marcelo - não é: quais as características de um Guy #3 (ou como encontrá-los e multiplicá-los)? e sim: quais as características da TAZ que ensejam a manifestação desse fenômeno (e como configurá-las)?
Carlos Boyle Comentário de Carlos Boyle 17 minutos atrás
Excluir comentário Aparentemente Guy #1 es alguien pago o del lugar, se lo ve en otros videos haciendo lo mismo, incluso en el segundo video que comienza antes la filmación se lo ve arengando (torciendo), el Guy #2 es el primer adherente pero es muy caótico el baile todavía, por ahora son casos raros y no genuinos.
Como dice SETH, el primero desprejuiciado y que adhiere voluntariamente, PERO, que se lo ve disfrutando de lo que hace, es genuino en su baile, su baile NO es raro, no quiere llamar la atención, está conectado con el disfrute, además es barrigudo, lo que lo hace mas friendly, es en realidad el que despierta la confianza del resto.
Recordemos que una hermandad se da cuando hay "reconocimiento y confianza", como señala Juan Urrutia
, recién alli aparecen dos varones mas y luego tres garotas, que son los que forman el nucleo duro, eso toma 15 segundos desde que entra el gordo a actuar. En los segundo 15 segs son 23 o sea que se le suman 15 en el mismo lapso.
Esta forma de agremiación, natural, es la misma que describe Barabasi, cuando uno elige a que nodo conectarse en internet, y también todas las que describe Winiwarter y las que describimos en el post mencionado.
No solo la frecuencia debe ser exponencial, la pendiente de la curva debe estar dentro de un rango cercano a 2 para que sea una PZM. Ese es el coeficiente que determina si el agrupamiento es fractal.
Claro me preguntarás de que sirve esto si es a posteriori de que ocurre que se puede medir, sirve para saber si es Natural o Forzado.
En los videos de las estaciones de trenes , el nucleo duro lo proveía los que hacían la publicidad o el video, y eran muchos, algo así como 200 que iban entrando es una secuencia y plegándose a una coreografía, ya estudiada, aquí no hay nada de eso, solo el Guy #1.
Otra cosa a tener en cuenta es la diferencia del ambiente, aquí la gente está mas receptiva que en un andén de una estación de ferrocarril donde tiene que ir a trabajar, la conformidad del público al final es igual, queda de ámbas formas satisfecha y muy contenta.
Todo este palabrerío para decirte que Guy #3 es el primero natural y espontáneo, el primero al que la gente le creyó. "Los iniciadores son raros, de hecho, por el miedo a ser el líder. Guy # 3 también es raro, pero es mucho menos temible y mucho mas importante.". Si querés armar una movida de estas, se espontáneo y genuino, divertite, mostralo y verás que los otros te siguen, solo es autoorganización, Guy # 3 cree fervientemente en lo que hace. Guy # 3 pone amor en lo que hace, creo que esa es la clave, el resto es cuestión de tiempo.
Esto me trae a la memoria lo que decía un tío mío que era monje benedictino, estaba contento porque después de 11 años de hanerse asentado en San Luis con un nuevo convento habían tenido su primera vocación, una nueva novicia.
Tal vez de lo que se trate es de poder esperar 11 años para poder tener nuestra próxima vocación y en el medio meter muuuuucha fibra y amor

Aquí le vuelvo a poner el video de las estación de Bruselas

 

Y el de Inglaterra que dicen como fue hecho

El siglo de la fraternidad 7-El nacimiento de la Fraternidad – Segunda parte

0 nos acompañaron

Lo bueno (malo) de las definiciones es que recién se puede tener una constatación fehaciente de lo que se entiende a partir de ella y si esto es lo que se quería significar cuando lo formuló, solo cuando uno las hecha a rodar. Que pasa cuando esto no ocurre, bueno, algo anda mal. Si lo que pretendíamos “definir” queda oculto, de nada sirve la definición, esto se devela a parir de la crítica que en definitiva es la que va a universalizar los resultados y será la que le conferirá “legitimidad” finalmente.

Dentro de este marco se podría convenir que cuanto mayor resiliencia tenga una definición ante la crítica, mejor será su sostenibilidad en el tiempo, o de otro modo, a medida que se va estabilizando y afianzando el concepto que uno quiere definir mayor será su perseverancia al paso del tiempo.

En De revolutionibus orbium argentum dábamos una primera definición de fraternidad, y lo hacíamos de esta manera:

“Fraternidad es el emergente que surge a partir de que dos o más elementos primitivos ganan reconocimiento y confianza mutua mediante una interacción comunicativa sustentable en el tiempo y que los constituye en identidades complejas.”

Considerando un concepto de Fraternidad así definido, quiere decir que si se logra concebir un tipo de comunidad primitiva que le sirva de base a todas las otras relaciones humanas, tendremos un salto de emergencia desde los "componentes singulares" hasta los "componentes en relación" a lo que podríamos denominar como “lo social”.

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Del diccionario de la Real academia de la lengua española se puede obtener la trazabilidad el termino Fraterninad a través de sus cinco diferentes definiciones que se sucederán a lo largo de la historia de los últimos trescientos años.

En 1992, la actual, dice: Fraternidad:

    • Amistad o afecto entre hermanos o entre los que se tratan como tales.”

Sin embargo si vemos ediciones más antiguas (1852 -1989) esta definición era la siguiente:

    • Unión y buena correspondencia entre hermanos o entre los que se tratan como tales”.

En 1869 aparece el verbo fraternizar como: unirse y tratarse como hermanos
Si seguimos yendo para atrás, desde 1791 y hasta 1843 encontramos este otro significado:

    • La unión y buena correspondencia que debe haber entre los hermanos”.

No existe el verbo fraternizar.

En 1780., contemporánea con la Revolución Francesa, reza lo siguiente:

    • La hermandad y unión amorosa que debe haber entre los hermanos”.

Sin embargo en la edición de 1732 vemos esta:

    • La hermandad y unión amorfa que debe haber entre los hermanos. Esto tomado del Latín fraternitas.”

En esta última definición de Fraternidad pero primera en orden cronológico encontramos que un lapso de cincuenta años recorre un trayecto que va desde la “unión amorfa” a la “unión amorosapara luego devenir en unión bien correspondida, para llegar hasta nuestros días como amistad o afecto entre hermanos o quienes se tratan como tales. En ese primer período salta desde lo amorfo a lo amoroso, como una aproximación hacia el romanticismo que le habrá de suceder. Pero desde entonces, hace casi trescientos años, recorre el derrotero desde lo amorfo inanimado hasta el sentimiento profundamente humano de la amistad y el afecto. Mientras lo hace se convierte en acción cuando se verbaliza. Una cosa amorfa no podía predicar nada, luego, a partir de las revoluciones fraternales el término se hace sujeto.

Y es curioso ver cómo los principales cambios en la definición se dan fundamentalmente con las dos grandes revoluciones fraternales francesas: la de fines del siglo XVIII y la de mediados del XIX. Estas revoluciones no solo resignificaron el término sino que lo hicieron acción.

Durante la primera mitad del siglo XIX el concepto ostentaba una gran connotación moral ya que resalta las calificaciones valorativas del tipo de unión que supuestamente “debe haber entre los hermanos”, mientras que en el diccionario de 1852 unos pocos años después de la revolución del 1848, nos encontramos con la definición que llega prácticamente hasta nuestros días. Esta se mantiene en esencia, pero para hacerlo tendrá que desprenderse de “lo que debía ser” para sencillamente “ser”. Deja de alguna forma el romanticismo de los jacobinos. “La unión y buena correspondencia que debe haber entre los hermanos” que encontramos en las definiciones que van desde 1791 hasta la del 1843 es una declaración puramente idealista y romántica. Es una moral de convivencia, una voluntad típicamente humana de actuar de una determinada manera. Es el comportamiento ético deseado que se desprende del que debe haber”.

Por 1789 estalla la Revolución francesa y en 1790 el diputado Robespierre acuña las divisas de Libertad, Igualdad, Fraternidad cuando pide para los desposeídos la incorporación a la Guardia Nacional. Esta fue la primer revolución fraternal, la última fue en 1848. A partir de allí “la fraternidad, pues, o la apariencia de ella ingenuamente pretendida por el gobierno provisional salidos de revolución de febrero (1848), se había acabado” sentencia Antoni Domènech[i]

Recordemos que a 1848 se le atribuye el inicio una serie de revoluciones proletarias a lo largo de toda Europa que se dieron por llamar la “Primavera de los Pueblos” y a partir de las cuales se deja de lado definitivamente el estandarte de la fraternidad como divisa revolucionaria. También en febrero de ese año se publica el Manifiesto Comunista escrito por Karl Marx y Friedrich Engels en donde se delinean las bases del materialismo dialéctico heredero del materialismo histórico.

Para Domènech en su libro “El eclipse de la fraternidad, una revisión republicana sobre la tradición socialista”, la pequeña propiedad privada, que se había puesto fuertemente en juego en ese ciclo de las primeras revoluciones, no ponía en cuestión

“el valor intrínseco de la Fraternidad pero sí su eficiencia como consigna programática. La divisa de la fraternidad fue en general considerada a partir de entonces (1948) por los socialistas políticos como un lábaro confundente (emblema de confusión), omnubilador del problema de base de la propiedad”.

Para Doménech se corre el foco de lo que se venía discutiendo políticamente: la igualdad entre los pares propuesta por la fraternidad se deja de lado al ponerse en disputa la propiedad privada como eje de la política. En realidad los pares dejaron de ser pares a partir de allí.

Ya en la edición del 1852, con posterioridad a la “La Primavera de los Pueblos” y en coincidencia con su ocaso, como se señaló, la definición pierde su romanticismo y se vuelve totalmente terrenal: “Unión y buena correspondencia entre hermanos o entre los que se tratan como tales”, la unión y la buena correspondencia ya no forman parte de un deseo o de un ideal, de algo fantaseado e idealizado para la República. El otrora mandato imperativo de la Fraternidad es reemplazado por una acción voluntaria a la que se podía adherir o no.

El fracaso de la Revolución de 1848 en toda Europa, y en los demócratas “sociales” y los socialistas “fraternales” de la Segunda república francesa, conllevó también el final de la fraternidad, como divisa políticamente usadera (trillada).”

Los idearios fraternales luego de la revolución de 1792, si bien se habían combatido, nunca se habían depuesto, en 1948 este ideal vuelve a florecer. Pero advierte Alexis de Toqueville que una sociedad sin patrones, esclavos con una loi de famille abolida, “sin trabajadores sometidos a los caprichos absolutistas” la fraternidad era incompatible con la libertad política, es decir con la República puramente política y no social. Por eso fracasa en ese último intento por reflorecer. El éxito de la burguesía por preservar la propiedad privada y el advenimiento del marxismo a disputársela es la causa fundamental que el concepto de fraternidad sea puesto de lado definitivamente. En definitiva lo que acaba con ella es la guerra materialista que pretendía combatir. Es fundamental esta distinción que hace Toqueville entre lo político y lo social

El pragmatismo que se instaura con el industrialismo no da cabida a la Fraternidad ya que ésta descarna sus contradicciones. Contradicción que consistía básicamente en que mientras las grandes potencias se peleaban por sus libertades o por sus igualdades, el hemisferio sur era postergado en la miseria. Luego de la caída del Muro de Berlín la lógica del conflicto este- oeste no tenía sentido. La tensión que producía la lucha se había relajado y es en ese momento donde reflorece la diversidad. Se hacen visibles los actores que habían sido sistemáticamente postergados por la primacía de la lucha Liberalismo – Comunismo. Con la diversidad reaparece la Fraternidad.

Ahora veamos el término hermandad. Apelando al mismo diccionario vemos que hoy lo define como: (De hermano).

  1. f. Relación de parentesco que hay entre hermanos.
  2. f. Amistad íntima, unión de voluntades.
  3. f. Correspondencia que guardan varias cosas entre sí.
  4. f. Cofradía o congregación de devotos.
  5. f. Privilegio que a una o varias personas concede una comunidad religiosa para hacerlas por este medio participantes de ciertas gracias y privilegios.
  6. f. ant. Liga, alianza o confederación entre varias personas.
  7. f. ant. Gente aliada y confederada.
  8. f. ant. sociedad ( agrupación de personas para determinado fin).

Si nos fijamos con detenimiento veremos que solo en la definición nº3 la correspondencia no es entre seres humanos, es entre cosas, en todas las otras se refiere a la correspondencia entre personas.

Sin embargo esto nos lleva a distinguir a la Fraternidad como algo propio de los seres humanos o más precisamente, propio del comportamiento de los seres humanos, porque sollo ellos pueden ser “hermanos o comportarse como tales”. Esto deja fuera del término a los tornillos y las tuercas, a los engranajes, y a las coronas y los piñones. Todos ellos se pueden hermanar pero no se pueden “fraternar”. De hecho no existe un verbo fraternar sino uno parecido que es fraternizar. Este aparece a mediados del siglo XVIII y significa “unirse y tratarse como hermanos”. El “se” hace la diferencia, no solo habla de que esa unión es intrínseca y autogenerada, sino que hay “voluntad de unirse” para “actuar como” hermanos. Un tornillo no tiene voluntad de hermanarse con una tuerca, se los hermana desde afuera.

Todo esto viene a otra crítica que nos hacía Aulo cuando nos advertía que si no nos estábamos olvidando de la fraternidad en nuestro intento por definirla. Pues bien, en algún sentido sí, lo fraternal es un emergente propio de los sistemas sociales humanos. Por lo que nuestra primer definición no debería ser tan abarcativa debía restringirse solo al dominio de lo humano. A una máquina, que posee piezas hermanadas, no le es propio todo lo que se diga sobre fraternidad, ya que esta aparece con la emergencia de los sistemas vivos con capacidad de amistad, unión, amor o afecto voluntario, propios de los humanos o de algunos animales superiores.

En tren de aclarar los términos en nuestra primer definición usábamos el términos “elementos” que ya no es más aplicable a una definición de fraternidad, es por eso que usaremos el vocablo utilizado por Juan Urrutia, “agente”, que se define como: el Que obra o tiene virtud de obrar.

Reformulamos esta primera definición para quedar en su segunda expresión de la siguiente forma:

"fraternidad es el emergente que surge a partir de que dos o más agentes ganan reconocimiento y confianza recíproca mediante una interacción comunicativa sustentable en el tiempo y que los constituye en identidades complejas.”

El término Fraternidad en los últimos doscientos años ha pasado de ser “La unión y buena correspondencia que debe haber entre los hermanos” a “Unión y buena correspondencia entre hermanos o entre los que se tratan como tales”.

Lo que “debía haber” entre hermanos “para la unión y buena correspondencia” hace doscientos años atrás, que es un ideal, un pricipio moral, hoy se descategoriza y se toma como un hecho fáctico.

Este recorrido necesario nos sirvió para refrendar nuestra definición pretendida con lo que históricamente significó el término en nuestra lengua castellana en los últimos trescientos años.

Fuera de la mitad de la primera mitad del siglo XIX la Fraternidad nunca ha tenido una connotación idealista, salvo el hecho que señala Juan Urrutia que Fraternidad nunca ha funcionado sola, aislada de otros términos, sino que lo ha hecho como un sistema de representación asociada con otros como “Libertad e Igualdad” o los que él propone como “Identidad y Rebeldía” o como lo hace en su último paper que la asocia a "Comunidad y a Redes" para hablar de sostenibilidad.

Estos nuevos conceptos giran todos en base a dos ejes: la articulación de las interacciones humanas (la topología del vínculo) y la sostenibilidad en el tiempo de esas interacciones (su dinámica). También asignan a la Fraternidad, dentro de estos sistemas de representación, el poder aglutinante primario que establece la “correspondencia” entre agentes.

Pero donde se agazapa la fraternidad durante 150 años. ¿Pasa inadvertida dentro de las estructuras de la masonería? ¿Se esconde dentro de las religiones o de algunas etnias como la de los negros de Estados Unidos? ¿O es algo inherente a las sociedades que vuelve en base a su resiliencia como nos dice Juan Urrutia? ¿Por qué entonces volvería a cambiar recientemente en 1992?

Tenemos una explicación para eso. Nos llama la atención el desmerecimiento y casi desprecio que se hace del término durante todo el siglo XX, es más, a nadie le importa hoy hablar de Fraternidad. La explicación que uno encuentra frecuentemente es similar a la que esgrime Doménech, se la considera algo impracticable y a partir de allí se la degrada de categoría y a sus defensores se los tilda de idealistas o naivfs, cuando el término tiene toda otra connotación como surge a partir de los estudios sobre cooperación que se están haciendo en estos últimos años. De lo que deducimos que: para que la Real Academia haya cambiado una definición que había permanecido inmutable por casi ciento cincuenta años, solo lo puede haber hecho en base a fuertes presiones provenientes de sectores que pretendían de apropiarse del término ya que tal como estaba formulado entraba en contradicciones con la praxis de lo fraternal.

Como los icebergs que tienen una parte visible (real) y otra sumergida (imaginaria), la Fraternidad posee una complejidad con sus dos dimensiones: una real perceptible y otra deseada, imaginada. Si durante ciento cincuenta años se mantuvo eclipsada, la posmodernidad se está esmerando en hacerla resurgir.

Recuerda Augusto de Franco referente a la necesidad de una re Alfabetización Democrática, pensada en términos de lo que él llama “democracia en sentido fuerte de la palabra”, que:

“esa idea se me ocurrió ahora, diez años después de leer los escritos de Fritjof Capra sobre la necesidad de una “Alfabetización Ecológica”. Su interés es darle una posibilidad a la democracia dentro de la sustentibilidad y con su dimensión pragmática sola (la democracia en su sentido débil) no bastaba para la humanidad. Por eso para él Democracia es también un ideal, hacia el que se debe tender sin olvidarse de su dimensión real.”

Para de Franco en el concepto de Democracia también opera el concepto de la complejidad al considerarla con una dimensión real y otra ideal que se corresponderían en paralelo con nuestro concepto de identidad compleja de la fraternidad. Para unir estos dos conceptos habría que remontarse al concepto de fraternidad que según Domenech imperaba durante los primeros períodos en que se establecía la democracia. Según Domenech: …

Por entonces Democracia, era tradicionalmente el gobierno de lo pobres ya libres, era la pretensión de universalizar la libertad republicana, de lograr una sociedad civil en que todos fueran plena y recíprocamente libres, iguales en el viejo sentido republicano de la palabra. `Democracia era, pues, `Fraternidad y `Fraternidad era `Democracia.”

Dicho esto, estudiamos dos perspectivas de análisis para determinar las posibilidades de aportación del término para el estudio de la formación las comunidades.

La primera la aporta Aulo desde el interesante concepto de Zubiri de habitud que le da una dimensionalidad espacial al término, el desde donde. La segunda se formula a partir de la definición de los sistemas sociales de Luhmann y las categorías de Maturana, como lo que emerge como diferencia entre el sistema y el entorno. En esta última interpretación tratamos de establecer una continuidad entre los sistemas sociales primitivos,(de los animales, por ejemplo) hasta los sistemas humanos mas complejos.
No hay una gran diferencia, simplemente que Zubiri parte y llega desde lo humano y nosotros somos mas ambiciosos queremos explicar los comportamientos macro a partir de las interacciones micro, (en la medida de lo posible).

Vamos a formular una nueva hipótesis: La fraternidad como protosistema humano, como protocomunidad humana, como protosociedad humana. Fraternidad como esencia misma de la democracia en el sentido fuerte de la palabra. Y en esto creemos que tenemos un consenso amplio en considerarla así.

Si esto fuera efectivamente así, debería haber en la evolución de lo puramnete humano un antes de la constitución de la Fraternidad y otra después; la fraternidad en este caso es la que inaugura la esfera de “lo humano”. Antes de la humanidad puede haber habido hermandad, pero no Fraternidad, como pudo haber sistemas sociales, pero no humanos. Entonces la fraternidad también se yergue como divisoria de aguas o punto de disrupción entre lo humano y lo “salvaje”. Es justamente esa dimensión de lo ideal en su concepto lo que la instituye como compleja y lo que hace la diferencia.

Llegamos a un punto interesante, si todo esto es así, a partir de una discontinuidad en nuestro sistema complejo que llamamos “vida”, surge una nueva emergencia autopoiética marcada por:

  • Las coherencias estructurales de las uniones y correspondencias entre los agentes entre sí que los definen como sistema distinguido.
  • Las coherencias estructurales de lo que surge como medio y en su distinción con el sistema, y
  • Las dinámicas de las relaciones entre el sistema y el medio.

Conformando así un conjunto autoreferencial

Tanto la habitud como la fraternidad estarían definidas por los dos primeros puntos. Hay que aclarar que todo esto se da al mismo tiempo una vez iniciado el proceso de emergencia.
Establecidos los mecanismos productores de la emergencia, (el sistema humano) lo emergente deberá conservarse en el tiempo, deberá ser sostenible en el tiempo, por dos motivos, el primero será conservar la identidad que surge de esas interacciones primarias de los agentes que lo constituyeron en sistema, luego posibilitará que esa identidad evolucione en el tiempo sin desnaturalizarse.

[i] en su libro “El eclipse de la fraternidad, una revisión republicana sobre la tradición socialista”,

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