Abrir el juego


Para los naboletis como Carrasco que no lo pueden abrir clikear acá, avisarle al maestro Besuzzo

La CARTA ABIERTA de la que nosotros nos apropiamos y reprodujimos plantea esta propuesta:
"Se trata de una recuperación de la palabra crítica en todos los planos de las prácticas y en el interior de una escena social dominada por la retórica de los medios de comunicación y la derecha ideológica de mercado"

Tomamos el guante y avanzamos sobre la propuesta de la creación de ese espacio de discusión donde se puedan alumbrar las cuestiones ocultas mencionadas en dicho texto.
Podríamos entonces imaginar el espacio del debate como un territorio franco donde se replica la distinción que hace Navarro Floria[i] sobre los conceptos teóricos del espacio territorial que es perfectamente transportable como metáfora al espacio de las ideas: según el historiador existe una “conciencia territorial, de raigambre más tradicional, y del otro concepto de construcción social del espacio, más cercano a la idea de espacio imaginado como producto o invención.” La diferencia sustancial que marca es que “mientras que esta última idea coloca al territorio del Estado nacional al final de un proceso de histórico de construcción ideológica, la primera refiere al supuesto de un territorio nacional preexistente a su ocupación efectiva.” Lo que dice es que antes de la ocupación efectiva de los espacios territoriales la batalla de las ideas ya estaba ganada en el inconsciente colectivo.
En el espacio de la ideología ocurre algo similar, podríamos hablar de conciencia ideológica y de construcción social de las ideologías. La conquista por parte de los medios de comunicación sobre el campo de las ideas, (la prédica neoliberal, la ausencia de diversidad ideológica o aunque sea enfoques, los intereses de las empresas editoriales), sobre lo que se ha venido hablando en muchísimos blogs, da una idea de clausura del debate, que “no hay nada mas de que hablar”, que “la guita es lo que manda”, esto imposibilita el avance en otras direcciones.

Algo más, sacar los pies fuera del plato de ese espacio de “conciencia ideológica” implica lisa y llanamente, cuanto menos, caer en el ridículo y ser marginado, con el costo que esto acarrea.
Cuando se intenta poner en marcha una construcción social de la ideología que resuelva eficazmente los problemas de la gente de carne y hueso, (caso conflicto campo gobierno), esta construcción se da de patadas con el modelo ideológico impuesto. Es notoria la contradicción cuando el modelo ideológico impuesto se contradice con las necesidades de todos los días, al ser un modelo destructor de otras alternativas, no genera respuestas, hace agua y genera odios y rencores.
Decíamos acá citándola a Marisa Moyano[ii]Así en los textos escritos en la Argentina desde la independencia hasta que se concrete la modernización del estado en 1880, el territorio fronterizo emerge como un espacio donde entran en juego los conflictos centrales en el proceso de constitución de la Nación: la lucha entre “civilización“y “barbarie”, la tensión entre cultura y naturaleza, el pasado y el futuro. Por eso la letra, en su capacidad de nombrar, describir y construir la realidad, será la primer arma puesta en juego, la primera exploración en la lucha por exorcizar la barbarie. Porque para estas elites letradas, “territorializar” será “civilizar”, y “civilizar” construir la Nación.
Las elites gobernantes tienen sin dudas otras necesidades que en el siglo XIX pero los métodos utilizados no han cambiado mucho desde entonces. Los mapas de la conciencia ideológica y el de la construcción social de las ideologías no coinciden, el primero se disloca del segundo. En esta última geografía operan cambios constantes. El gobierno para ejercer su autoridad y para no delegarla en feudos, comisarios o punteros deberá distinguir sobre el territorio los nuevos mapas de donde pueda informarse sobre como colaborar en la construcción social de un espacio ideológico moderno.
Advertíamos acá sobre los peligros de no tener una dirigencia a la altura de las circunstancias. El mapa de la construcción de las ideologías debe cartorgrafiarse in situ y darse a publicidad como acto de gobierno, como quien publica una carta de suelos. El gobierno deberá parar la pelota y ser ecuánime, ya que hasta ahora su papel no había sido más que el de un actor secundario en materia de políticas agropecuarias. Cuando los sectores del campo le solicitan políticas agropecuarias a largo plazo lo que están haciendo es abrir una discusión ideológica que los dirigentes, de cualquier nivel, les deberían conceder.
Como contrapartida tenemos el esquema neoliberal consolidado y clausurado como conciencia ideológica. Dependerá de los dirigentes en primer lugar y de que nosotros podamos contribuir en ese segundo espacio, el de la construcción social de las ideas. En definitiva luchar por que el espacio de las ideas sea un espacio público, ya que su privatizanción acarrea un creciente proceso de deserción y de desafiliación a los procesos colectivos y a la construcción de ciudadanía.


[i] Un país sin indios. La imagen de la pampa y la patagonia en la geografía del naciente estado argentino. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788] Nº 51, 1 de noviembre de 1999. http://www.ub.es/geocrit/sn-51.htm
[ii] Marisa Moyano es doctora en letras y actualmente es profesora en la Universidad Nacional de Río IV, autora sobre varios trabajos sobre la frontera. Escritura, frontera y territorialización en la construcción de la nación

1 nos acompañaron:

Unknown dijo...

Charlie: muy bueno el post, pero no puedo ver el video.
¿Será mi compu? ¿Seré yo?
¿Será que eso no se hace en horarios de trabajo?
¿O habrá alguna falla?

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