“El vivir democrático es una obra de arte, no tiene que ver con eficiencia, no tiene que ver con la perfección, tiene que ver con el deseo de una convivencia en la fraternidad. Hay toda clase de argumentos que se usan para negar la convivencia democrática, pero si no comprendemos que tiene que ver con los deseos, y que vamos a vivir en democracia en tanto queramos vivir en democracia, sino es así, nunca vamos a vivir en democracia.” Dr. Humberto Maturana
En los últimos post hemos venido trabajando la dinámica de la red distribuida desde su dimensión compleja, esto es tanto desde una perspectiva de las variaciones que presenta la topología de las interacciones entre los agentes, cuanto desde los condicionamientos que el interrelacionar, esta vez, con el entorno le provoca.
Los agentes a partir de la teoría de Peyton-Chwe y las aportaciones de Juan Urrutia (en adelante PCU), desarrollan una dinámica interelacional que provoca cambios en las topologías a partir de pautas que se cuelan desde el exterior de la red, en general a través de los “vínculos débiles” y que a partir de un discreto proceso de difusión que opera dentro de la red, se autogatilla un cambio global en toda la red.
Este proceso de cambio brusco responde a una curva que se encuentra frecuentemente en los procesos sociales, tanto humanos como en los de otros animales, especialmente mamíferos, es la curva que presentábamos en este post, La función logística.
Anlalizando este proceso desde la perspectiva tradicional Fernando Vega distingue dos etapas, el cambio brusco, típico de la curva logística(parte central de la curva de la izquierda), y los estadios de equilibrio, que serían los tramos horizontales de la curva, valles y cimas luego del cambio brusco operado entre un equilibrio y otro.
Por lo tanto este patrón que Vega describe como común a muchos procesos sociales, demarca que los cambios en las redes sociales no son continuos sino discretos, no son graduales, no se producen de a poco y continuamente, sino que, en cambio, el estado natural de una red social es un equilibrio (de Nash) que solo se rompe cuando irrumpe el cambio que provocará la emergencia de un nuevo estado de equilibrio.
La red no cambia nunca radicalmente, sino que permanece una resiliencia entre etapa y etapa. Una memoria va operando en la red, que hace que la misma conserve algunas características y/o patrones que existían antes que la emergencia tuviese lugar. Esto hace a la red social, naturalmente conservadora.
A los cambios graduales, los podemos concebir como microcambios, entre los estadios de equilibrio en donde tuvo lugar la microemergencia. Esto explica aquella frase de Mark Granovetter[i] en un ensayo elaborado por el año 1973. "The Strength of Weak Ties." (“La fuerza de los vínculos débiles”) [ii] cuando manifiesta que “el análisis de las redes sociales es la herramienta sugerida para unir los niveles micro y macro dentro de la teoría sociológica. El procedimiento queda ilustrado por la elaboración de las implicaciones macro de un aspecto de las interacciones a pequeña escala: la fortaleza de los lazos débiles.”
Pero volvamos a la dimensión temporal planteada por Vega en el paper citado en el post mencionado. La inestabilidad del entorno (volatilidad del entorno) gatilla una sucesión de pautas de cambio dentro red (como conjunto) que la obliga a un coordinación, mas rápida y eficiente para poder llegar al estado de equilibrio mencionado en los párrafos anteriores.
En el modelo presentado por PCU, no se tenía en cuenta el tiempo para que estos eventos ocurran, en el modelo de Vega si se los tiene en cuenta. No es que el modelo PCU esté mal, sino que es una simplificación de la complejidad del modelo de Vega.
A diferencia del modelo PCU donde se consideraba que la red siempre se reacomodaba luego del ingreso de una pauta mutante, dado que no se consideraba el tiempo que insume este proceso, en el modelo de Vega, si se lo considera.
Un equilibrio implica coordinación y “aceptación” de esa coordinación por parte de todos los miembros de la red. De acuerdo a como estén de conformes con los resultados del equilibrio final, será la estabilidad del equilibrio, si no existe una conformidad general (equilibrio de Nash), la red corre el riesgo de seguir gatillando cambios internos hasta que sí alcance un equilibrio que deje satisfechos a todos.
En este esquema de la dinámica de la conformidad vamos agregar la complejidad propuesta por Vega. Consideremos que luego del ingreso de una pauta mutante, que gatilla una emergencia y antes de que se alcance un nuevo equilibrio, ingresa una nueva pauta mutante.
Aún no estabilizado el sistema, recibe una nueva pauta mutante, que lo vuelve a perturbar. La respuesta es un microcaos que la red debe resolver. ¿Y cómo lo resuelve?
En el modelo de las hormigas de la Dra Gordon veíamos, la resolución que daba el hormiguero ante un tren de catástrofes de las que el hormiguero no daba tiempo a recuperarse. Una primero respuesta era hacer salir mas jugadores a la cancha para que atiendan la emergencia, las hormigas tienen un ejército de reserva, esperando la emergencia. La otra forma propuesta por las hormigas es colonizar, mandar nuevas hormigas jóvenes para formar nuevas colonias. Hasta allí las hormigas.
Los seres humanos reaccionamos distinto ante la emergencia, reaccionamos achicando los tiempos de respuesta y achicar los tiempos de respuesta significa estar el menor tiempo posible en la fase mutante de la curva Logística. Un cambio instantáneo sería la respuesta ideal pero esto no es posible, siempre se tarda en coordinarse internamente y es aquí a donde queríamos llegar.
Supongamos un tiempo de bonanza donde “no pasa nada”, donde el aburrimiento invade a los agentes de una red humana. El aburrimiento no implica que realmente no pasa nada, como maravillosa sentencia que escribe Juan Urrutia “Es tentador conjeturar que el aburrimiento sería ese estado del alma correspondiente a ese comportamiento individual de equilibrio, previsible por parte de todos respecto a todos y que, sin embargo, contiene el germen de una posible mejora”[iii], el aburrimiento, si bien es un equilibrio es un equilibrio dinámico donde se produce una “conversación”. Una conversación entrópica y esteril, que no produce emergencia, pero “que, sin embargo, contiene el germen de una posible mejora”.
La conversación, según dice Maturana en este maravilloso paper que nos envía Augusto de Franco en su carta de rede social 167, es una coordinación en el lenguaje y en las emociones.
La conversación es el proceso entrópico necesario par producir coordinaciones de largo alcance, coordinaciones resilientes, y estas resiliencia la provee la Fraternidad. ¿De qué manera?
Primero estableciendo parámetros de coordinación y de emociones compartida, estos son el reconocimiento y la confianza en los otros agentes que provee la correspondencia y unión entre similares. De esta forma, ante la invasión de pautas mutantes, no tengo que perder energía en resolver temas internos de la red, sino que puedo dirigir toda esa energía hacia la coordinación para poder actuar en conjunto.
“¿Qué es el amor en el dominio conductual?” Se pregunta Maturana. “Es la emoción más simple de todas, es el dominio de las conductas en las cuales el otro surge como legítimo otro en condiciones seguras. No es una virtud, no necesita mayor entendimiento, son las condiciones en las cuales el otro surge como legítimo otro, en combinación con uno.”
“La conversación entre iguales es posible en una cultura como la nuestra porque la infancia es matrística, por que en ella se ha tenido la experiencia de la colaboración, de la igualdad, de la participación. Entre más distante una sociedad de formas de convivencia matrística, más difícil evocar y elegir la democracia como modo de vida.” (Sobre el concepto de matrística nos referiremos en el próximo post. Podríamos por ahora en señalar una correspondencia entre matrístico y fraternal)
Pero esa conversación solo será posible en tiempos de paz. Ante una conmoción externa, como vimos, la red debe responder en el menor tiempo posible y no hay tiempo ni energía para dispersar en la conversación.
Los tiempos de aburrimiento han pasado y vienen los tiempos de acción. No hay que conversar ahora, hay que actuar coordinadamente, no hay posibilidades de dispersar energías entrópicas, o no debería haber, toda la energía que haya se deberá poner en función de la energía cinética necesaria para movilizar a toda la red en la acción.
La histéreseis del segundo de los gráficos es la posibilidad de la conversación, es la histéresis, es el caos necesario para la libre circulación de mensajes necesarios para la coordinación, es la estructura disipativa necesaria para que se logre la coordinación fraternal, para que en tiempos de de agitación la red pueda evolucionar sin perder su identidad compleja.
Si hacemos una abstracción entre una curva y otra podemos decir que el ancho de la histéresis es el ancho de conversación y este depende de la conmoción externa. A mas conmoción menor ancho de banda para la conversación y mayor verticalidad y rigidez.
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Agregado 15/7/2008
Juan Urrutia nos sorprende con este post sobre Situaciones y ciberturbas
donde habla de situaciones inventadas y condiciones naturales en donde pueden desarrollarse las acciones sociales. Sobre el aburrimiento sentencia:
"Que se agarre el mundo. No es la Rusia de la corrupción o el peligro nuclear de Irán. Es nuestra juventud que estará aburrida y sabrá que los demás jóvenes del mundo saben que están aburridos. "
[i] Mark Granovetter es graduado en artes en la universidad de Princeton y Phd en Harvard, autor de trabajos como “La fuerza de los vínculos débiles” y “Tipping points” (Puntos de inflexión), trabajos estos sobre redes sociales
[ii] American Journal of Sociology, 78 (May): 1360-1380
[iii] Urrutia Elejalde, Juan, En el párrafo se cita la teoría del aburrimiento
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