- “¿La llave, y cuál es?
- Dos palabras: ¿qué quieren?
- Claro, cumplir las demandas de un sector siempre es...
- No, no. No va a haber nada que cumplir. Ahí se termina todo. Pregúntele al movimiento estudiantil qué quiere, y allí donde tenía cuatro agrupaciones de cien, tendrá cuarenta de diez.”
Todos están preocupados por el problema de la identidad
En el core de este último post de Tomás se disparaba esta "llave-clave" que puede abrir muchos conflictos actuales y del por venir.
"Que se rompa, pero que no se doble" sentencia la frase que don Leandro Nicéforo honró con su vida.
"To be, or not to be" (Hamlet 3/1) decía William Shakespeare
“Mide, no mide” indaga el Escriba
¿Qué pone en crisis las identidades? Shakespeare
¿Cómo se mantiene una identidad? Leandro N Alem
¿Qué costos tiene mantener una identidad? El Escriba
¿Qué sentido tiene mantener una identidad? Tomás
¿Qué diferencia hay entre reputación e identidad? Juan Urrutia Elejalde
¿Por qué nadie habla de Fraternidad? Nos preguntábamos nosotros para hablar de identidad desde la complejidad.
Creo que este tema que Tomás pone sobre el tapate es crucial a la hora de analizar si esas identidades son una sola o son cuarenta con un sello de goma. O reformulando la pregunta ¿El largo del miembro masculino, define la masculinidad? Convengamos que una boa constrictora es la fantasía de mas de un varón y de una multiplicidad de damas. Todos dicen que no pesa, pero a la hora de elegir nadie se inclina ante un chisito.
Si se trata indagar que lleva a de adherir o no a una identidad colectiva es bueno recordar lo que dice Albert-Lázlo Barabási sobre la constitución y dinámica en una red social. En una muy apretada síntesis de su teoría sobre la participación y agregación de nuevos miembros o del mantenimiento de los antiguos a una red destaca tres variables a tener en cuenta y en este orden:
1. "Cantidad de enlaces
2. Aptitud del nodo
3. Antigüedad del nodo en la red.”
Del punto (1) se ocupa el Escriba y Juan Urrutia Elejalde, del (2) se ocupa Tomás y nosotros, del (3) don Leandro N. y Guillermito Shakespeare, por lo que, siempre según el húngaro Barabási, parecería que hoy es mas importante la reputación que el mismo “ser” de la identidad.
Todo indicaría que es más importante “estar” que “ser” ya que a nadie le gusta quedar afuera
La foto de acá
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