Lo interesante de este autor es que se ocupa de la dinámica de las redes y no lo hace, como la mayoría de los autores, a partir de modelos topológicos estáticos en donde, en el mejor de los casos, se van agregando o decantando liks o nodos a una grafía mas o menos estática. Vega hace jugar al entorno como disparador de cambios de la red y a la capacidad de reacción de ésta ante dichos cambios o “volatilidad” del entorno.
Hay una tendencia por parte de los analistas a mirar las redes desde su topología y no considerar al conjunto sistema-entorno, donde el uno influye en el otro y recíprocamente. Si en post anteriores tratábamos de ver a la Fraternidad como el mecanismo por el que los humanos entraban en interacción vincular y al hacerlo se constituían en sistema que se distinguía del entorno, situándola en el campo de la complejidad, era porque luego la teníamos que hacer jugar con ese entorno.
Establecíamos la fraternidad como frontera de lo humano a partir de que la considerábamos como una protosociedad que en la interacción con el medio se constituiría en sociedad humana. (tercer condición autopoiética del sistema humano emergente)
Desde este punto de vista toda sociedad humana tiene algo de identidad fraternal, sin esa resiliencia fraternal la vida sería imposible de adaptarse a nuevos entornos y la subsistencia de la especie humana estaría condenada a la extinción.
Vega destaca tres características que aparecen en diversos tipos de redes sociales:
- Transición abrupta: que aparece en la emergencia y que responde a punto donde la red llega a masa crítica, para explotar en el cambio.
- Resiliencia: una vez que se ha establecido la transición, hay una importante cantidad de características que sobreviven aún en condiciones desfavorables o de procesos de regresión evolutiva. Una especie de memoria o de historia innata que prevalece.
- Equilibrio de coexistencia: ante condiciones de entorno similares una red puede estar o altamente conectada o muy poco conectada. A este punto lo entiendo como un equilibrio como el que se da en la teoría de juegos.
A partir de un análisis de la separación en el espacio, (topología) y en el tiempo que hay entre los agentes llega a la conclusión de que la similitud entre de agentes provee unión, y que dicha similitud provee resistencia a la inestabilidad del entorno.
Estas conclusiones dan muchísimo para hablar pero destacaremos solo esta. Si la fraternidad establecía por definición la correspondencia entre hermanos o de quienes se trataban como tales a partir del reconocimiento y la confianza mutua, en esa definición estábamos incluyendo las características necesarias para que se den las tres características marcadas por Vega.
Hace ya un tiempo David de Ugarte se preguntaba: cuál es el tamaño máximo de una red social distribuida, en la versión II de ese post se hacían aportes como los de José Rodríguez que proponía encarar el problema a partir del modelo de dispersión viral y otro como el de Augusto de Franco que marcaba la importancia del entorno en el tamaño de las redes distribuidas. El mismo David aporta lo suyo a partir de los diversos niveles de rebeldía de de los agentes concepto este que se expone en el apéndice online de El poder de las Redes. Nosotros hacíamos nuestra contribución a partir de consideraciones similares a las planteadas por de Franco, y preveíamos que no existía un único input para determinar el tamaño de la red sino una multiplicidad de factores que imposibilitaban establecer una ecuación Tamaño de red.
Estábamos bien encaminados. A partir de los papers de Vega podemos inferir ese tamaño máximo de una red distribuida.
Según Vega habría una coordinación natural en las redes peer to peer (entre iguales) en donde se hace necesario un tiempo para que esa coordinación se lleve a cabo. Podría llamarse consenso, deliberación, conversación, acuerdo, etc. En definitiva ajustar la resiliencia de la coordinación fraternal a toda la red distribuida.
Ese tiempo varía en función del entorno, como señala de Franco y demuestra Vega en sus papers. Un entorno mas instable provocará descoordinación en la red y por lo tanto fragmentación.
Esto funciona así: si tenemos una red distribuida de n agentes y una pauta diferente, una innovación, se cuela dentro de la red, ésta tomará un tiempo en reaccionar a la pauta mutante, ese tiempo muerto o histéresis, se da entre agente y se puede analizar desde la red toda. Por lo tanto desde que se filtra la pauta hasta que efectivamente se distribuye en toda la red pasa un tiempo finito >0 que no es instantáneo y que es necesario para coordinar toda la red nuevamente para que esta se estabilice. Si en ese tiempo muerto se filtra otra mutación, sin que la red haya sido capaz de procesar la primera mutación se provocará una descoordinación creciente en la red que puede hacerla colapsar o fraccionarse.
Barabasi habla de fitness, cosa que nunca había entendido bien hasta hoy, como una de las características que elegían los agentes para adherir o no a un nodo. La mas importante era lo conexionado que estaba el nodo, luego venía en nivel de importancia la aptitud (fitness) y la última era la historia del nodo. Fitness parecería ser la capacidad del nodo o de toda la red de procesar la información y actuar en consecuencia, el tiempo de respuesta, cuanto menor mayor coordinación.
Para terminar Vega señala que en ambientes “volátiles”, que entiendo como en entornos cambiantes, las redes actúan de una forma y en ambientes estables actúan de otra forma.
Ante la volatilidad del entorno la red se repliega sobre si misma y se hace mas eficiente, es decir mas fitness, menos tiempo muerto, menos histeresis, mas cambio abruto.
Conclusión la formulación matemática del tamaño de una red distribuida se desprende de los trabajos de Vega. (tarea para el hogar).
Lo que podemos aseverar es que el tamaño de la red distribuida estará en relación inversa con la volatilidad del entorno, a entornos mas cambiantes, mas violentos, mas agresivos para la red, mas innovadores, la red tenderá a achicarse, Por el contrario, ante entornos laxos y estables las comunidades podrán expandirse sin mayores inconvenientes.
No se si esto responde la pregunta inicial de David: ¿Cual es el tamaño óptimo de una red distribuida? Pero nos sitúa en un escenario más real. Con observar el entorno y la influencia relativa que tiene sobre mi red distribuida, podré anticiparme a un tren de pequeñas innovaciones que podrían violentar mi red o incluso destruirla, más allá que nos hayamos preparado para soportar tsunamis.
El tamaño máximo de las redes distribuidas está en relación con la capacidad de reacción de la misma frente a un entorno volátil.
Esto es coherente con las conductas sociales que determinan que ante situaciones críticas las sociedades se repliegan sobre sus lazos primarios, de allí la importancia de la Fraternidad.