¿Cómo es la guerra, como en las películas?

El día de ayer a la noche fue atípico en la televisión. En realidad había empezado anteayer con el reportaje que Quiroga le hacía a Ceferino Reato referente a su nuevo libro sobre Videla. Había visto el reportaje y me pareció que Reato vapuleó a Quiroga y no es la primera vez que queda haciendo el papel de paparulo, con el agravante que Reato lo ubicó en el lugar de bufón del rey.

Con este prolegómeno me acerqué al magnífico debate que se armó en 6-7-8, debate que abrió Horacio Gonzalez y lo elevó a la jerarquía que al final tomó. Pero fue Barone el que le tiró una mano a Quiroga diciendo que este último había hablado desde la emoción que le provocaba el entrevistado. Quiroga manifestó que JAMÁS le hubiese dado la mano a Videl a lo que Reato le contestó que si no le daba la mano tal vez se quedara sin reportaje, y nosotros su invaluable información.

Haciendo Zapping encuentro en el 13 una morocha que cantó con el hijo maravillosamente, lamentablemente no pasó de esa instancia, fue una pena. Me preguntaba qué tendrían de genuino estos artistas que uno les creía mucho más que a los que está acostumbrados ver por la tele.

Para no hacerla muy larga mi noche de ayer en la tele terminó con un peliculón que me atrapó. Aclaro que no miro películas sobre Malvinas porque me repugnan, me provocan un gran rechazo, es visceral y más fuerte que yo, pero por alguna razón me enganché con este documental de Ramiro Longo que se llama “No tan nuestras” y que daban por el canal del Incaa.


Se trata del testimonio de un soldado, Sergio Delgado que estaba apostado en Monte London cuando desembarcaron los Ingleses. Recibió una granada en su casamata que lo hirió en las piernas, fue rescatado y sus primeras curaciones se las hicieron los mismos ingleses.

Alegre, divertido, entretenido para contar, sin más dramatismo que el que el necesario para poder soportar su relato, Delgado nos introduce en la potencia y la esencia del Testimonio. Recién esta mañana cuando me levanté pude hilvanar todo lo que había visto la noche anterior que también había incluido un pedacito del programa de Lanata del domingo que por suerte no vi salvo este poquito que pasaban por los programas de Gvirtz  y un vuelo rasante por América donde vi una nota sobre los efectos de los agrotóxicos sobre las personas que los usan.

Era simple lo que unía todas estas historias, Quiroga-Reato, Horacio Gonzalez, Barone, los Cantando por Cantar, Delgado, Lanata y los padres de estos chicos con malformaciones congénitas posiblemente provocadas por los agrotóxicos era justamente el testimonio.

El hilo conductor de anoche para mi fue el testimonio, en algunos casos creíble y en otros intrascendente o espectacular. Qué es lo que hace a un testimonio creíble me pregunté, luego de leer a Walsh me respondí lo genuino del relato, la emoción que pueda provocar y como el soporte era el televisivo, lo que tenía que actuar como testimonial no solo era el testigo que por supuesto tenía que ser genuino, sino que la película también debía acompañar la veracidad del relato. Me hice una composición de lugar del documentalista o del periodista de investigación que debe evaluar esto último para que la producción no opaque el valor del testimonio de su entrevistado. Siempre le criticaron a Lito Vitale que después de tocar con alguien, siempre que mezclaba la grabación( como era él el que lo hacía), siempre alteraba el relato musical poniéndose, él mismo a la altura o por sobre su invitado. En estos casos la producción debería estar a la altura de las circunstancias del relato crudo y duro del testimonio, porque eso es lo que vale, no el entrevistador, todo debería actuar como uno solo.

Resumiendo, Delgado revive con su relato a todos los muertos de Malvinas, Lanata patéticamente fuerza una situación para sacar un testimonio, aunque fílmico poniendo en aprietos a un pobre dependiente del hotel de los kirchner, los genuinos testimonios de los padres de los chicos con problemas de misiones quedan opacados frente al amarillismo del formato que le da la producción del programa  Límite de América, Gonzales y Barone   sobre todo rescatan la humanidad del programa de Quiroga, salvando a ambos periodistas y el Refugio de la palabra quedó destruido por la granada que le tiró Reato que, a diferencia de  la Delgado, raramente podrá volver de ese ridículo.

Pero el sentido de este post apuntaba hacia otro lugar, esos imaginarios colectivos al que llamamos Patria, Nación, ideología, relato oficial (hegemónico), algo que el verdadero Testimonio se encarga de desmitificar, dado que cuando es genuino éste apela a otra cosa mucho mas allá que a una noción fantástica imaginada por todos a partir de una construcción humana, trato de separar la paja del trigo, la comunicación del ruido y para eso qué mejor que recurrir a Deleuze hablando sobre los dispositivos de Michel Foucault .

La filosofía de Michel Foucault se presenta a menudo como análisis de «dispositivos» concretos. Pero ¿qué es un dispositivo?…es una madeja, una unidad..que ..se compone de líneas de distinta naturaleza.

Las dos primeras dimensiones de un dispositivo… serían en primer lugar… las curvas de visibilidad y las curvas de enunciación. Y es que los dispositivos son como las máquinas de Raymond Roussel: máquinas de hacer ver y de hacer hablar.

En tercer lugar un dispositivo implica líneas de fuerza y…por último Foucault descubre las líneas de subjetivación.

En este punto es donde el dispositivo mediático de la televisión argentina de anoche presentó su mayor divergencia.

Se deducen dos consecuencias importantes para una filosofía de los dispositivos.

La primera es el rechazo a los universales… La Verdad, o el Uno, no son universales sino procesos de unificación….o de verificación…inmanentes a un determinado dispositivo.

La segunda consecuencia de una filosofía de los dispositivos es el cambio de orientación, que se escapa de lo eterno para dirigirse a lo nuevo….Pero Foucault rechaza explícitamente la originalidad…. Tan solo desea considerar la «regularidad» de los enunciados. Lo que cuenta es la novedad del propio régimen enunciativo en tanto que puede incluir enunciados contradictorios.

Pertencemos a los dispositivos y actuamos en ellos. Dentro de un dispositivo es necesario difrenciar entre lo que somos(eso es lo que ya no somos) y en lo que estamos a punto de devenir: la parte de la historia y la parte de lo actual.

Pues lo que aparece como actual o nuevo según Foucault es aquello que Nietzsche llamaba lo intempestivo, lo inactual….. No predecir sino atender a lo desconocido que llama a la puerta.

¿Y qué dejar entrar a nuestra puerta? Sin dudas es difícil responder a esta pregunta  sobre lo que me pasó anoche, tal vez Rodolfo Walsh sea el que se acerque más a la respuesta. Para él escribir era una compulsión a avanzar sobre la propia estupidez, por eso para  “avanzar” dentro de la  propia estupidez se requiere de un método para que el dispositivo al que pertenecemos no nos devore.

Dentro de estas condiciones de borde parecería ser estúpido pretender ser un Neo de Matrix, un observador que todo lo ve y lo entiende,  el desafío es avanzar sobre la propia estupidez sabiéndonos estúpidos, no Neos.

Pero hay algo más, si los dispositivos son mecanismos diseñados para rechazar a los universales, entonces sería estúpido pretender una Verdad o el Uno ya que como explica Deleuze sobre Foucault  “no son universales sino procesos de unificación….o de verificación…inmanentes a un determinado dispositivo”.

Lo que operó anoche fueron los dispositivos enunciados desde el poder monopólico de los medios privados y desde los aparatos del estado. Hubo un intento de contraponer en ellos la Verdad de Uno sobre el otro Uno, sin embargo no fueron los dispositivos los que triunfaron, ninguno de lo Unos o las Verdades se impusieron sobre los otros, sino que fueron los los TESTIMONIOS los que salieron triunfantes. Sergio Delgado resultó Victorioso, Horacio Gonzales, Barone, Reato también fueron bendecidos por la verosimilitud de sus relatos, fueron salvados por el testimonio.

Pero qué tendría el testimonio para oponérsele y derrotar a ideas tan fuertes como la de Nación, soberanía de las Malvinas, etc. La respuesta hay  que buscarla en el texto de Deleuze – Foucault: los universales. Las emociones son arcanos universales que se escabullen a a los dispositivos, la vida es un universal también, esta vida, la de hoy no la que va a venir, Cagarse de miedo y cagarse de hambre cuando se pierden 14 kilos en tres meses como declara Sergio, esas son en definitiva las emociones y sentimientos que le dan verosimilitud a un relato,  para dar testimonio no basta con ser testigo, objetos de una acción con la que no se está involucrado, sino que  se debe ser un sujeto comprometido con los universales genuinos.

Finalmente, hay dos pasajes de la película de  Longo que son memorables, el primero cuando le preguntan a Delgado si volvería a Malvinas, al principìo éste no entiende la pregunta y la niega de plano al creer que le preguntaban si volvería a combatir, luego admite la posibilidad de visitar la tumba de sus compañeros. La segunda es la más loca de todas, casi que no se puede creer lo que se escucha, pero es nuevamente el testimonio de Delgado escrito con su cuerpo el que le da su verosimilitud.

Al llegar al Palomar, devuelto a su país, un militar, “bien militar” aclara, se le acerca a la camilla y le pregunta. “¿Cómo es la guerra, como en las películas?”. Deben ver el documental para saber la respuesta.

4 nos acompañaron:

rib dijo...

La crítica del arte del siglo pasado solía distinguir entre el monumento verdadero y el documento verosímil que era su representación gráfica o grabada. Ello llevaba implícito que una era el auténtico y el otro no lo era. Era solo una copia.

Esa distinción autoritaria ha sido superada ya por el arte actual el que ha tomado partido por la absoluta simulación de los avatares y de sus realidades virtuales.

La vida real solo existe en la pantalla de su computadora.

El autor ha muerto.


PD: me ha dado la idea de hacer un posteo sobre el tema ... gracias.

Charlie Boyle dijo...

Rib, gracias por pasar, Ud. ilustra este humilde blog. Tal vez le interesa leer lo últmio qu estoy escribiendo, la novela sobre Walsh, hay dos caítulos dedicado a eso

rib dijo...

Me interesará sin duda. Ahora "ilustra este humilde blog" es una exageración Charlie ... ja.

Charlie Boyle dijo...

Acabo de mandar para Brasil su memorable post sobre el futebol de tres bandas

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