Organizada por el Cemupro, la fundación de Binner, se realizó una conferencia la semana pasada en Rosario, nosotros ya opinamos sobre este señor
El ex ministro de Asuntos Estratégicos de Brasil, Roberto Mangabeira Unger, dijo que “la revolución pasa porque el Estado use sus recursos para abrir el camino a las nuevas vanguardias emergentes”.
Germán de los Santos (Diario El litoral de Santa Fe)
De la corresponsalía de Rosario
Roberto Mangabeira Unger es un teórico de la política contemporánea. Es blanco de críticas por varios flancos, tanto desde la izquierda como de la derecha, por lo cual el ex ministro de Asuntos Estratégicos durante la gestión del presidente Luiz Inacio Lula da Silva se atribuye ser un intelectual que se entretiene con la polémica.
“El progresismo como opción de gobierno en la política actual”, fue la conferencia en la que participó el carioca, quien fue presentado por la candidata a intendenta de Rosario Mónica Fein, junto con el gobernador Hermes Binner.
Antes de la conferencia, Mangabeira Unger dialogó con El Litoral. Mangabeira fue profesor de derecho en la Harvard School of Law, y fue convocado por Lula en 2007 bajo la premisa de trabajar un proyecto de futuro con la excusa del Bicentenario, para lo cual se creó el Ministerio de Asuntos Estratégicos
Democratizar mercados
“El fenómeno reciente más importante es que al lado de la clase media tradicional ha surgido una segunda clase media”, afirmó el especialista brasileño. “Hoy la revolución pasa porque el Estado use sus recursos para abrir el camino a esas nuevas vanguardias emergentes. Vivimos en una camisa de fuerza de institucional y de ideas que impide el crecimiento de esa clase media. Hay que romperla y ese momento es ahora”, aseguró. “Desde los años 50 que no ocurría algo parecido, con Getulio Vargas en Brasil y Juan Domingo Perón en Argentina”, dijo el brasileño, y desconcertó a los socialistas.
“No basta con regular la economía de mercado y contrabalancear las desigualdades con políticas sociales. La tarea es construir un nuevo modelo de desarrollo basado en nuevas oportunidades para crear, producir y trabajar. Recientemente hubo un distributismo popular, dado por la incorporación masiva al consumo. Ahora se trata de impulsar un productivismo incluyente, un shock productivista basado en el acceso a los recursos y oportunidades de la producción”, señaló.
Mangabeira Unger, quien fue docente de Barak Obama en Harvard, proclama la necesidad de un nuevo progresismo que abandone el “azúcar” de las políticas sociales utilizadas para ablandar los rigores de la economía de mercado y se anime a una verdadera reconstrucción institucional que democratice los mercados y organice un modelo de desarrollo basado en la ampliación de las oportunidades para “aprender, trabajar y producir”.
El ex ministro dijo que existe una “izquierda rendida” que se porta bien y que piensa que al libre mercado “sólo hay que humanizarlo”. Por eso insistió en que América latina “está ante la oportunidad histórica de rediseñar su modelo de desarrollo si se decide a abandonar el fordismo tardío por un nuevo productivismo, a darle una forma nueva y original a sus instituciones democráticas y si produce un shock educativo que acompañe el surgimiento de una “segunda clase media” que por ahora sólo consume, sin igualar la línea de oportunidades de las clases más acomodadas.
El “productivismo incluyente” que pregona el ex ministro exige una reinvención de las instituciones que definen la economía de mercado, y después una reconstrucción de las instituciones que definen la democracia: “esa es la obra para la siguiente etapa histórica, y ese es un problema que compartimos con Argentina”, afirmó.
Sin ese shock productivista, aparecen dos peligros: la inflación, porque la gran expansión de la demanda no es correspondida por una ampliación productiva, y el riesgo de caer en una involución cualitativa del perfil de la producción y de la exportación. “Esto ya se ve en el aumento de la proporción ocupada por los productos primarios, está claramente indicado en la relación comercial con China, pero queda enmascarado por el boom en el precio de los commodities”, afirmó.
La oportunidad del Amazonas
Unger ha asumido la responsabilidad de dirigir el desarrollo económico del selva tropical amazónica, a la cual ve como “un grupo de 25 millones de personas”, no simplemente árboles, que necesitan “verdaderas oportunidades económicas”. Dado que Unger trabaja no sólo para proteger la selva amazónica sino también para ayudarla a surgir, la creatividad es absolutamente necesaria. “Esta es una inmensa frontera de la imaginación”, declaró Unger, “el país puede reinventarse completamente al cambiar el Amazonas”. El desafío de Unger está en expandir las reservas naturales del Amazonas y al mismo tiempo construir carreteras y vías ferroviarias para apoyar el crecimiento económico de la región. Aun cuando sus responsabilidades parecen ser posiblemente conflictivas, Unger confía en que los proyectos futuros podrán llevarse a cabo sin necesidad de talar la selva tropical. Unger explica que él y su equipo “rechazamos la noción de que para poder desarrollar necesitamos destruir el Amazonas”.