La familia sindiásmica de la Confederación Iroquesa nos enseña algo fundamental en política:
"No puede haber fraternidad sin patrón de red" (distribuida)
La familia sindiásmica iroquesa, según Friedrich Engels, en su libro El Origen De La Familia, La Propiedad Privada Y El Estado, ya citado en los últimos posts, marca un límite entre civilización y barbarie, en donde la selección natural como única soberana opera a través del tabú del incesto.
En este proceso Engels describe un primer estadío del tabú al restringir el comercio sexual entre padres e hijos, otro cuando lo lo amplía a los hermanos uterinos y en el último estadío de la barbarie, el tabú del incesto se extiende, según él, a la máxima selección que la naturaleza podía establecer: la familia sindiásmica.
Si el comercio sexual estaba prohibido entre padres e hijos, a su vez, también prohibido entre hermanos uterinos; veamos entonces cómo se conformaba la familia iroquesa y qué significaba para esa comunidad el término "hermano".
El libro de Engels se basa en "la joyita" que es otro libro, el de L. H. Morgan Ancient Society ("La sociedad antigua"). Dice:
"Morgan, que pasó la mayor parte de su vida entre los iroqueses - establecidos aún actualmente en el Estado de Nueva York- y fue adoptado por una de sus tribus (la de los senekas), encontró vigente entre ellos un sistema de parentesco en contradicción con sus verdaderos vínculos de familia. (pleno siglo IXX). Reinaba allí esa especie de matrimonio, fácilmente disoluble por ambas partes, llamado por Morgan "familia sindiásmica". La descendencia de una pareja conyugal de esta especie era patente y reconocida por todo el mundo; ninguna duda podía quedar acerca de a quién debían aplicarse los apelativos de padre, madre, hijo, hija, hermano, hermana. Pero el empleo de estas expresiones estaba en completa contradicción con lo antecedente. El iroqués no sólo llama hijos a hijas a los suyos propios, sino también a los de sus hermanos, que, a su vez, también le llaman a él padre. Por el contrario, llama sobrinos y sobrinas a los hijos de sus hermanas, los cuales le llaman tío. Inversamente, la iroquesa, a la vez que a los propios, llama hijos e hijas a los de sus hermanas, quienes le dan el nombre de madre. Pero llama sobrinos y sobrinas a los hijos de sus hermanos, que la llaman tía. Del mismo modo, los hijos de hermanos se llaman entre sí hermanos y hermanas, y lo mismo hacen los hijos de hermanas. Los hijos de una mujer y los del hermano de ésta se llaman mutuamente primos y primas. Y no son simples nombres, sino expresión de las ideas que se tiene de lo próximo o lo lejano, de lo igual o lo desigual en el parentesco consanguíneo; ideas que sirven de base a un parentesco completamente elaborado y capaz de expresar muchos centenares de diferentes relaciones de parentesco de un sólo individuo. Más aún: este sistema no sólo se halla en pleno vigor entre todos los indios de América (hasta ahora no se han encontrado excepciones), sino que existe también, casi sin cambio ninguno, entre los aborígenes de la India, las tribus dravidianas del Decán y las tribus gauras del Indostán. Los nombres de parentesco de las familias del Sur de la India y los de los senekas iroqueses del Estado de Nueva York aun hoy coinciden en más de doscientas relaciones de parentesco diferentes. Y en estas tribus de la India, como entre los indios de América, las relaciones de parentesco resultantes de la vigente forma de la familia están en contradicción con el sistema de parentesco."
Para aclarar estos términos podríamos decir que hermanos era todos aquellos nacidos de una misma madre y de un mismo padre, del mismo modo que entendemos nosotros ese concepto, pero a su vez también eran hermanos todos los nacidos de las hermanas de la madre, o sea los que tenían una abuela común como así también eran hermanos todos los nacidos de la otra abuela común, la abuela del padre, y mujeres y varones nacidos de los tíos y tías (hermanos entre sí) solo eran primos. Entonces de los que nosotros llamamos primos, eran también considerados hermanos los primos hijos de los hermanos del mismo sexo. varón-varón o mujer-mujer, pero no los primos hijos de los hermanos varón-mujer; estos últimos sí eran considerados primos.
La "hermandad iroquesa", de esta manera compleja, es mucho mas amplia que nuestra hermandad, ya que incluye a un gran sector de los que nosotros llamamos primos en esta categoría. La matriz generadora, es uterina, es matrilineal y establece matriarcado.
La hermandad iroquesa está indisolúblemente ligada a su matriz generadora que se podría resumir en la abuela común. La matriz relacional que produce la fraternidad es el útero de la abuela. Como en el hormiguero.: “Las hormigas no hacen más hormigas, las colonias hacen más colonias,” como sentencia la doctora Deborah Gordon y nosotros podemos afirmar que los iroqueses no hacen mas iroqueses sino quede esta forma: las gens iroquesas conforman nuevas gens iroquesas mediante esta estructura de parentesco.
La fraternidad viene definida por la matriz, los hermanos son hermanos aún antes de nacer, es el vientre materno el que define al hermano; lo ubica en un espacio y un tiempo y de esta forma lo identifica.
Juán Urrutia Elejalde en el Capitalismo que viene describe el concepto de Fraternidad como una conveniencia de los agentes en la búsqueda de de un equilibrio dentro de una red económica, dado que "cada hermano está dispuesto a no ser el más listo para permanecer unido a su hermano." Desde su punto de vista la fraternidad es anterior a la "solidaridad humana" y a la "igualdad de oportunidades" y podemos agregar al amor y a la religión.
La familia iroquesa parece confirmarlo ya que es la matriz uterina la que conforma su topología fraternal. La Fraternidad esta inmersa en la red distribuida, es constituyente de la misma, es intrínseca a su formación y es indisoluble del corpus de la red.
Si la fraternidad está definida de antemano por la matriz uterina, no importa en realidad el macho que pretenda fecundarla ya que de todas forma eso no define a los hijos. Esos hijos comparten con todo un bagaje de otros hijos e hijas la filiación y por ende la fraternidad. No puede existir la imposición de ningún jerarquia paternal ni ningún patronazgo, no existe una voluntad individual que la pueda definir sobre la matriz sino que es corpus social el que lo hace. Tampoco puede existir la apropiación ni el sometimiento del Padres padrone
Aulo aporta su visión de la fraternidad cuando la concibe como una habitud que se da en una red que emerge. Habitud que Zubiri define así:
“Todo viviente tiene un modo primario de habérselas con las cosas y consigo mismo, anterior a sus posibles situaciones y respuestas. A este modo de habérselas con las cosas y consigo mismo es a lo que llamo habitud. Aparece aquí este concepto que como categoría ocupó muy poco lugar en la filosofía de Aristóteles, la Ÿxij, el habitus. La habitud es el fundamento de la posibilidad de toda suscitación y de toda respuesta. Mientras la respuesta a una suscitación en una situación es siempre un problema vital, la habitud no es ni puede ser problema: se tiene o no se tiene.”
Dice Engels:
"La gran mayoría de los indios americanos no fue más allá de la unión en tribus. Estas, poco numerosas, separadas unas de otras por vastas zonas fronterizas y debilitadas a causa de continuas guerras, ocupaban inmensos territorios muy poco poblados. Acá y allá formábanse alianzas entre tribus consanguíneas por efecto de necesidades momentáneas, con las cuales tenían término. Pero en ciertas comarcas, tribus parientes en su origen y separadas después, se reunieron de nuevo en federaciones permanentes, dando así el primer paso hacia la formación de naciones. En los Estados Unidos encontramos la forma más desarrollada de una federación de esa especie entre los iroqueses. Abandonando sus residencias del Oeste del Misisipí, donde probablemente habían formado una rama de la gran familia de los dacotas, se establecieron después en largas peregrinaciones en el actual Estado de Nueva York, divididos en cinco tribus: los senekas, los cayugas, los onondagas, los oneidas y los mohawks. Vivían de la pesca, la caza y una horticultura rudimentaria y habitaban en aldeas, fortificadas en su mayoría con estacadas. No excedieron nunca de veinte mil; tenían muchas gens comunales en las cinco tribus, hablaban dialectos parecidísimos de la misma lengua y ocupaban a la sazón un territorio compacto repartido entre las cinco tribus. Siendo de conquista reciente ese territorio, caía de su propio peso la necesidad de la unión habitual de esas tribus frente a las que ellas habían desposeído. En los primeros años del siglo XV, a más tardar, se convirtió en una "liga eterna", en una confederación que, comprendiendo su nueva fuerza, no tardó en tomar un carácter agresivo; y al llegar a su apogeo, hacia 1675, había conquistado en torno suyo vastos territorios, a cuyos habitantes había en parte expulsado, en parte hecho tributarios. La confederación iroquesa presenta la organización social más desarrollada a que llegaron los indios antes de salir del estadio inferior de la barbarie, excluyendo, por consiguiente, a los mexicanos, a los neomexicanos y a los peruanos. Los rasgos principales de la confederación eran los siguientes:
1. Liga eterna de las cinco tribus consanguíneas basada en su plena igualdad y en la independencia en todos sus asuntos interiores. Esta consanguinidad formaba el verdadero fundamento de la liga. De las cinco tribus, tres llevaban el nombre de tribus madres y eran hermanas entre sí, como lo eran igualmente las otras dos, que se llamaban tribus hijas. Tres gens -las más antiguas- tenían aún representantes vivos en todas las cinco tribus, y otras tres gens, en tres tribus. Los miembros de cada una de estas gens eran hermanos entre sí en todas las cinco tribus. La lengua común, sin más diferencias que dialectales, era la expresión y la prueba de la comunidad de origen.
2. El órgano de la liga era un consejo federal de cincuenta sachem, todos de igual rango y dignidad; este consejo decidía en última instancia todos los asuntos de la liga.
3. Estos cincuenta títulos de sachem, cuando se fundó la liga, se distribuyeron entre las tribus y las gens, y eran sus portadores los representantes de los nuevos cargos expresamente instituídos para las necesidades de la confederación. A cada vacante eran elegidos de nuevo por las gens interesadas y podían ser depuestos por ellas en todo tiempo, pero el derecho de darles posesión de su cargo correspondía al consejo federal.
4. Estos sachem federales lo eran también en sus tribus respectivas, y tenían voz y voto en el consejo de tribu.
5. Todos los acuerdos del consejo federal debían tomarse por unanimidad.
6. El voto se daba por tribu, de tal suerte que todas las tribus, y en cada una de ellas todos los miembros del consejo, debían votar unánimemente para que se pudiese tomar un acuerdo válido.
7. Cada uno de los cinco consejos de tribu podía convocar al consejo federal, pero éste no podía convocarse a sí mismo.
8. Las sesiones se celebraban delante del pueblo reunido; cada iroqués podía tomar la palabra; sólo el consejo decidía. (parlamento indígena)
9. La confederación no tenía ninguna cabeza visible personal, ningún jefe con poder ejecutivo.
10. Por el contrario, tenía dos jefes de guerra supremos, con iguales atribuciones y poderes (los dos "reyes" de Esparta, los dos cónsules de Roma). "
Este sistema de convivencia y tolerancia fraternal tuvo vigencia durante 400 años (1390-1750), dato que por sí solo es muy valorable si consideramos nuestras democracias, inclusive las mas antiguas no tienen mucho mas que doscientos años.
Cita a Morgan cuando dice:
"Todos sus miembros son individuos libres, obligados a proteger cada uno la libertad de los otros; son iguales en derechos personales, ni los sachem ni los caudillos pretenden tener ninguna especie de preeminencia; todos forman una comunidad fraternal, unida por los vínculos de la sangre. Libertad, igualdad y fraternidad; ésos son, aunque nunca formulados, los principios cardinales de la gens, y esta última es, a su vez, la unidad de todo un sistema social, la base de la sociedad india organizada. Eso explica el indomable espíritu de independencia y la dignidad que todo el mundo nota en los indios".
Desde un punto de vista político Augusto de Franco retoma esta relación entre la topología social y lo político cuando explica que: “la democratización es una horizontalización – en el sentido topológico de distribución – de las relaciones, mientras que la centralización (tanto la monocentralización, cuanto la descentralización, que en verdad es una multicentralización) es una autocratización. En otras palabras, hay una relación intrínseca entre la forma (social) de conexión y el modo (político) de regulación de conflictos.” Augusto establece la relación entre la forma social y el modo político de regulación de conflictos al que Juan llama la conveniencia de buscar el equilibrio mediante la fraternidad.
Por eso para terminar este post, que ya se ha ido demasiado largo, nos resta volver al principio. Retomar la tesis que nos propusimos, y que hasta ahora hemos demostrado la relación que existe entre patrón de red (matriz) y fraternidad. Nos basta solo eso por ahora.
En el próximo post vamos a volver sobre el tema pero en sentido de su negación, sobre la imposibilidad de su relación inversa, sobre que no puede haber fraternidad sin patrón de red.
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