Tratando de explicar un poco este
post voy a dividir la cosa en dos etapas, la primera, por qué digo que la
de ayer es una movilización populista, luego que significa realmente eso.
Digo que es populismo explícito
por que siguiendo a Ernesto
Laclau en la construcción de una hegemonía populista hay diferentes etapas
de ese proceso. La primera es cuando cada individuo o grupo de individuo deja
de lado (parcialmente) su propia demanda, lo que le reclama al gobierno y lo
cede en aras de algo que para él o ellos le signifique algo más valioso, por
eso en la manifestación de ayer veíamos diferentes consignas, como “No a la
re-re”, “Liberen al dolar”, "paz, libertad y democracia", “que no
haya mas inseguridad”, etc. Entre estas demandas no hay conexión, cada grupo particular
las considera importante pero no se ve a simple vista un hilo conductor común.
Lo único común sería que hay una tensión una crisis, que se intuye es la causa
de todas estas demandas, que podría llegar a ser común si alguien la plantea
con claridad. Al momento esto no sucede.
Por eso lo común
todas estas demandas inconexas tiene o puede llegar a tener un significante que
provoque un único significado pero que al momento ese significante está vacío,
no pasa de ser algo que nos parece que puede venir de tal o cual lado. Dice
LAclau "Un significante vacío es, en sentido estricto del
término, un significante sin significado". Es algo todavía hipotético, algo potencial que todavía no es pero que
puede llegar a serlo. Esto se logra si alguien logra encarnar el verbo que
enuncie los significados que oculta ese significante vacío. Por ejemplo, las
demanda por la anulación de las leyes de obediencia debida y de punto final las
encarnó Nestor Kirchner el día que bajó el cuadro de Videla del Colegio
Militar. Nestor se volvió creible, mas allá que no haya tenido historia de
militancia dentro de los derechos humanos, simplemente la encarnó. Igual que lo
que hicieron con el matrimonio igualitario o con la Asignación Universal por hijo que eran banderas de otros
sectores políticos. Lo importante es saber pararse y encarnar el discurso
adecuado, luego vienen otros procesos. A esta manera de darle un significado a
ese significante que acaba de ser llenado, enunciado por alguien Laclau lo
señala como el principio de una hegemonía que no es
otra cosa que pararse en frente a un adversario y plantearle el reclamo. La justicia,
en el caso de Videla, la sociedad, en el caso de la igualdad en el matrimonio,
etc.
En este caso es fácil, lo que tienen en común
todos estas consignas es que son reclamaciones “al gobierno”, el antagonista de
la hegemonía que se puede llegar a crear es el gobierno de Cristina Kirchner. Por
lo que si bien cada una de estas con signas por sí sola no mueva el amperímetro,
unidas a otras reclamaciones al gobierno se convierten en una bola de nieve que
es muy difícil de parar.
Por qué entonces la Banalidad del mal de Hanna
Arent o la inocencia del mal de Borges que
menciono. Porque en el primer caso Arent describe a Eichmann como a un
ciudadano común, como todos los que marcharon ayer, o los que marcharon de la
mano de Nestor en su momento, que en determinadas circunstancias se vuelve
loquito y comete los crímenes ya conocidos. Pero Borges acá va más allá con esa
inocencia del mal cuando asiste
al juicio de las juntas militares en el año 84 creo. Lo dice así:
“He asistido, por primera y última vez, a un
juicio oral. Un juicio oral a un hombre que había sufrido unos cuatro años de
prisión, de azotes, de vejámenes y de cotidiana tortura. Yo esperaba oír quejas, denuestos y la
indignación de la carne humana interminablemente sometida a ese milagro atroz
que es el dolor físico. Ocurrió algo distinto. Ocurrió algo peor. El réprobo
había entrado enteramente en la rutina de su infierno. Hablaba con
simplicidad, casi con indiferencia, de la picana eléctrica, de la represión, de
la logística, de los turnos, del calabozo, de las esposas y de los grillos.
También de la capucha. No había odio
en su voz. Bajo el suplicio, había delatado a sus camaradas; éstos lo
acompañarían después y le dirían que no se hiciera mala sangre, porque al cabo
de unas “sesiones” cualquier hombre declara cualquier cosa. Ante el fiscal y
ante nosotros, enumeraba con valentía y con precisión los castigos corporales
que fueron su pan nuestro de cada día. Doscientas
personas lo oíamos, pero sentí que estaba en la cárcel. Lo más terrible de una cárcel es que quienes
entraron en ella no pueden salir nunca. De éste o del otro lado de los
barrotes siguen estando presos. El
encarcelado y el carcelero acaban por ser uno. Stevenson creía que la crueldad es el pecado capital;
ejercerlo o sufrirlo es alcanzar una suerte de horrible insensibilidad o
inocencia. Los réprobos se confunden con sus demonios, el mártir con el que
ha encendido la pira. La cárcel es, de hecho, infinita.
Efectivamente los réprobos anoche
se confundieron con sus demonios, pretendieron combatir un populismo marchito y
ajado con otro todavía no enunciado, que como se probó mas arriba y de acuerdo
con Laclau que de esto la sabe lunga, estaría en ciernes. Al populismo,
señores, no se lo combate con más u otro populismo, se lo combate con institución,
orden republicano como ha sido siempre en nuestro país. Lo que se le pone a la
izquierda es la derecha, a la desorganización organizada populista (peronista) se
le opone la organización social, esto es instituciones que establezcan
previsibilidad, sensación de protección.
3 nos acompañaron:
Ahora me queda más claro ... estimado Charlie.
ADA E IDO DICEN : muy bueno carlos!
a nosotros nos sugirio estas palabras qu e tb dejamos en lo de abel
"los caceroleros son mas bien “decentistas” que es una manera de dar forma a una identidad que no necesariamente es “la oligarquia” , mas bien apelan al tipo comun de clase media . Es mas complejo, el tipo de clase media que por ahi se cree re antisistema porque es “stone” o “ricotero” pero tambien cree en el “esfuerzo personal”. Hay demasiadas capas de significantes en esta sociedad moderna y creemos que es casi un hecho de azar el estar ahi en esa manifestación.
Lo que si es cierto es que hay algo que atraviesa a toda la argentina que es la desesperacion porque exista una gallina en el palo de abajo con quien poder compararnos, y que sean gallinas que no hagan quilombo en el gallinero".
Carlos, usted leyó a Laclau pero opone institucion/administracion a populismo. No es asi. Laclau dice que los tipos puros no pueden existir: el populismo 100% termina en el desquicio y el institucionalismo 100% es la muerte térmica.
Y otra cosa... no solo de pan vive el hombre. El populismo permite religare en la lucha por un proyecto en cambio la disciplina republicana nos hace sentir muertos en vida
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