El sujeto sujeta


A partir de este post de De Ugarte que a su vez generó este otro de Aulo Sobre identidad y sujeto creo que es preciso ubicar un marco de discusión desde donde se enuncien esas definiciones.
Augusto de Franco la sitúa dentro de la complejidad que es desde donde tenemos que hablar cuando hablamos de redes sociales distribuidas. Augusto señala el carácter emergente de la “identidad” como una diferencia del entorno y también como propiedad intrínseca de lo emergido, no porque lo emergido así lo haya previsto sino porque el entorno así lo diferencia.
Como cuando un niño nace no tiene nombre pero tiene rasgos particulares que le confieren una identidad, en la complejidad lo emergido se produce a si mismo y se distingue del resto.
Luego es nombrado, señalado, personalizado, sometido, sujetado. El entorno lo nombra y lo crea sujeto por lo tanto lo sujeta.
Hace tiempo publicábamos un texto de Michel Onfray de su libro: ”política de un rebelde”. En el relata la tragedia de los campos de concentración, donde los seres humanos son sometidos a lo más bajo de su humanidad, es donde se pone de maniefieto su identidad y que podemos resumir en esta frase.

“El campo de concentración olvidó al hombre, celebró al sujeto, tornó improbable a la persona y puso de manifiesto al individuo”

Esta afirmación por la negación del sujeto demuestra que el éste es de alguna manera una negación del individuo
Como señala de una manera descarnada:
Devastados por los furúnculos, destruidos por el ántrax, las heridas hormigueantes de gusanos, la carne devorada por los piojos, la piel violeta, agujeros que horadan la cara, la sangre consumida por los parásitos, los miembros helados y podridos, rapados, sin pelos, forzados cada día a bailar una danza macabra hasta el agotamiento, hasta la postración, incluso hasta que la muerte invada finalmente y para siempre el cuerpo: hasta en estos extremos el cuerpo del hombre triunfa en el lugar inexpugnable de su humanidad.”.
¿Y que es el cuerpo del hombre? ¿Es su jerarquía, es su rango social, es su historia, es un nombre o una personalidad? El cuerpo es la materialización de lo que hubo primero, lo que emergió del cuerpo de la madre, lo parido, lo autopoietizado, lo autoorganizado, y como tal identifica y da identidad, ya que ese rasgo de nacimiento no se pierde hasta la muerte.
Todas las políticas apuntaron a esta transmutación del individuo en sujeto: los monárquicos en nombre del Rey, imagen del derecho divino, representante del principio de unidad celestial en la Tierra; los comunistas, en virtud del cuerpo social pacificado, armónico, sin clases, guerras, ni contradicciones, resuelto, en definitiva, bajo el modo monoteísta; los fascistas, en aras de la nación homogénea, la patria militarizada y sana (el caso argentino: “los supremos intereses de la nación” en nombre de los que se hizo “desaparecer” 30.000 individuos); los capitalistas, obsesionados por la ley del mercado, la regulación mecánica de sus flujos de dinero y de los beneficios fáciles.
En esos mundos donde triunfa el culto de los ideales, universales generadores de mitologías -totalitarias o democráticas-, el individuo resulta un dato desdeñable. Se lo tolera o se lo celebra sólo cuando pone su vida al servicio de la causa que lo supera y a la cual todos consagran un culto: el Prelado, el Ministro, el Militante, el Revolucionario, el Funcionario, el Soldado, el Capitalista brillan como auxiliares de estas divinidades celebradas por la mayoría
Esa manía de nombrar, personalizar, sujetar, categorizar, tildar de….

Del sujeto podemos decir, desgraciadamente, que ha sido exacerbado en esta época y en estos lugares. Define al ser por la relación y la exterioridad, negándole una identidad propia que se le atribuye solamente por y en la sumisión, la subsunción a un principio trascendente, superándolo: la ley, el derecho, la necesidad o cualquier otra cosa que incita a hacer la economía de sí en provecho de una entidad estructurado por su participación, su docilidad. El sujeto es siempre de algo o de alguien. De modo tal que siempre encontramos un sujeto menos sujeto que otro, en la medida en que, apoyado sobre el principio en cuestión, uno se siente incesantemente autorizado para someter a otro: el juez, el político, el docente, el prelado, el moralista, el ideólogo, todos aman tanto a los sujetos sometidos que temen o detestan al individuo, insumiso. El sujeto se define en relación con la institución que lo permite, de ahí la distinción entre los buenos y los malos sujetos, los brillantes y los mediocres, es decir: aquellos que consienten el principio de la sumisión y los otros. Con su preocupación por la conciencia que se rebela y no acepta, Antelme recuerda que un sujeto no se define por su conciencia libre sino por su entendimiento sometido, fabricado para consentir la obediencia.”
La persona tampoco me agrada. Aquí también la etimología, etrusca en este caso, recuerda que la palabra proviene de la máscara utilizada en la escena. (per sonare, lo que mas suena) Que el ser sea con relación a lo que se somete o por su modo de presentarse, no me convence, ni en uno ni en otro caso. La metáfora barroca del teatro, la vida como sueño o novela, la necesidad de la astucia o de la hipocresía, del juego social que presupone la persona del teatro, implican también el recurso al artificio: el ser para el otro no es el ser en su resplandor, ni en su miseria. El campo de concentración olvidó al hombre, celebró al sujeto, tornó improbable a la persona y puso de manifiesto al individuo. Las tres figuras de la sumisión funcionaron en la juridicidad, el humanismo y el personalismo. Quedan por formular las condiciones de posibilidad de un individualismo que no sea egoísmo.”

En la red distribuida que forma la comunidad lo que importa es la fraternidad, porque es la igualdad necesaria para que se constituya. Por definición reconocerse como iguales, sin vasallajes, ni patronazgos es lo básico en la red, por lo tanto lo que se crea está libre de categorías y de sujeciones (externas). Se crea a si mismo y es de allí que es anterior al sujeto. Luego una vez emergido y erguido como tal es nombrado, categorizado y sometido por el sujeto. El cluster, mas precisamente su topología, es la grafía de la red por lo tanto su materialización y de allí es que se puede hacer una analogía con lo que dice Onfray sobre los cuerpos. Las comunidades son hasta que dejan de serlo, hasta que no podemos reconocerlas como tales.

Por lo tanto que un sujeto sea imaginario o real poco importa para el individuo, ya que de cualquier forma lo somete.

1 nos acompañaron:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo el que lo que dice Augusto es muy importante, y es algo que no he destacado en el artículo, meditaré un poco sobre ello antes de nada; porque es un tema difícil, si escribo algo sobre ello os aviso.

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