4 - Lo QUE ESTÁ REALMENTE EN JUEGO
4.1 El pesar, sin embargo, en la conciencia de sus actores sobre lo que está realmente en juego, el sentido general de esos movimientos, es lo de la reinvención de la política. El sentido es correcto, pues la evidencia de que la democracia representativa (establecida bajo un Estado de derecho) sea condición necesaria para el ensayo de formas políticas más democráticas capaces de superarlo, no se puede inferir que eso acontecerá por una reforma del viejo sistema representativo. En suma, el buen juicio de que la democracia que tenemos es condición necesaria para la democracia que queremos no significa que la democracia que queremos será generada a partir (o como un desarrollo interno) de la democracia que tenemos.
4.2 Los últimos años, a partir de los descubrimientos de la nueva ciencia de las redes, se puede lleguar a la conclusión de que el viejo sistema político no podrá ser reformado, ni por dentro (por una progresiva democratización capaz de “perfeccionarlo”, como consideran los liberales), ni por fuera (por una especie de revolución global capaz de sustituirlo de modo abrupto por otro sistema, supuestamente más democrático, con la adopción de nuevos procedimientos más directos, participativos y deliberativos, como abogan algunos de los nuevos teóricos de la democracia que son, sin saberlo, teóricos de la autocracia). Y eso, simplemente, porque todo indica, no habrá más un sistema.
4.3 En los múltiples mundos altamente conectados que están emergiendo, coexistirán varios sistemas, en rigor tantos como sean las configuraciones de miríades (miles) de sociósferas. Con la fragmentación del mundo único jerarquizado se pulverizan también los patrones de organización y los modos políticos de regulación congruentes con esos patrones. Tendremos muchos mundos sociopolíticos, no sólo los actuales, que no llegan a dos centenares de Estados-naciones donde cerca de 140 sistemas representativos (de los cuales 25 o, a juicio menos riguroso, no más de 30, pueden ser considerados democracias formales plenas) coexisten con 50 regímenes francamente autoritarios.
4.4 Nuevas formas democráticas emergentes (las nuevas Atenas del tercer milenio) serán una multiplicidad de comunidades políticas viviendo al margen de democracias y dictaduras que continuarán ocupando un amplio espectro: full democracies (formales), flawed democracies (incluyendo democracias formales parasitadas por regímenes manipuladores, sobre todo aquellos implantados por gobiernos neopopulistas), hybrid regímenes (democracias en proceso de autocratización o protodictaduras; y autocracias en proceso de democratización) y regímenes abiertamente autoritarios (o dictaduras).
4.5 Cualquier persona inteligente puede percibir que no es más posible mantener por mucho tiempo la situación actual, en la cual 7 billones de personas, crecientemente conectadas entre sí, continúen arrebañadas y dominadas por sólo 193 unidades políticas centralizadas remanentes, con fundamentos que aún permanecen en algún lugar del pasado.
4.6 Esas formas pretéritas – que son, todas, sin excepción, sistemas de privatización de la política – cuyas estructuras y dinámicas siguen principios organizativos fundados en el viejo mundo jerárquico, persistirán por mucho tiempo aún, pero se harán obsoletas ante las infinitas posibilidades de interacción – y, así pues, de regulación – que están emergiendo. Ocurrirá simplemente que las personas se interesarán cada vez menos con ellas. Porque cada vez menos necesitarán de ellas para vivir su vida, regular su convivencia social, influir en sus negocios y desarrollar sus emprendimientos.
4.7 Los nuevos caminos, sin embargo, serán los de la innovación, los de la emergencia y multiplicación de nuevos mundos políticos glocales y no el de la abolición de los pocos regímenes democrático-formales que permanecen en los Estados-naciones por efecto de una mega-explosión de las masas, de un evento épico universal o de una revolución global.
4.8 Quien está creyendo en eso, puede esperar sentado. No va a acontecer. Y, si aconteciera, sería ruin, regresivo, tenebroso, tan tenebroso cuánto sería un gobierno mundial (¿ya pensaron lo que sería vivir bajo una burocracia global única?) y otras fantasías autoritarias arcaicas, herencias de una tradición jerárquica que, como en una pesadilla, continúa oprimiendo nuestras mentes y asombrando nuestras conciencias.
5 - El FIN DE LAS MASAS CONDUCIDAS Y El INICIO DE LAS MULTITUDES CONSTELADAS
5.1 Multitudes de personas conectadas - y formadas a partir de múltiples micro-motivos diferentes (componiendo un gran murmullo) - no son masas conducidas o arrebañadas. Bien... es aquí que comienza un (nueva) coloquio inmediatamente después del fin del (viejo) mundo (único).
5.2 Una multitud de millones no puede ser convocada centralizadamente, ni tampoco descentralizadamente. Esto sucede por un mecanismo distribuido propio de la red. Es la manifestación de una fenomenología de la interacción, un swarming (enjambramiento). Felizmente, swarmings - cómo el que aconteció en Madrid (2004 y 2011), en el Egipto (2011) y en el Brasil (2013) - no pueden ser planeados por un grupo centralizado, no pueden ser urdidos por un comité central y ni pueden ser convocados por medios broadcasting (polos centralizados de difusión). Sólo ocurren cuando información trasmite por los canales propios de las redes, por medios P2P, o sea, cuando el flujo recorre los múltiples caminos de las topologías distribuidas. Son necesarios muchos feedbacks, muchos lazos de retroalimentación de refuerzo, muchas reverberaciones, para que pequeños estímulos provenientes de la periferia de los sistemas estables alejados del estado de equilibrio, puedan se amplificar de modo a modificar el comportamiento de los agentes del sistema como uno todo. Quién solo puede lograr eso es la red, no jerarquías.
5.3 Se puede, a lo sumo, intentar clonar las estructuras distribuidas de las redes sociales realmente existentes (y es bueno no confundir las redes sociales, es decir, las personas interaccionando según determinado patrón más distribuido que centralizado, con los medios sociales, las herramientas interactivas - como el Facebook y el Twitter) y buscar interactuar de modo coherente con ellas. Interactuar de modo coherente con la estructura y la dinámica de los mundos distribuidos significa hacer netweaving: más que cortar y quebrar; tejer, hilvanar. O sea, ser más interactivista del que activista (militante).
5.4 Nada de organizar comisariatos. Interactuar para clusterizar (sí, todo lo que interactúa clusteriza). Distribuir para enjambrar (sí, todo lo que interactúa, a partir de cierto grado de distribución, conectividad e interactividad, puede enjambrar). Conectar para contraer el tamaño social del mundo, quiere decir, para facilitar y acelerar el crunching (el amalgamiento que ocurre en Small Worlds Networks – redes de mundo pequeño) que está cambiando no sólo la estructura y la dinámica, sino también la naturaleza de aquello que llamamos de sociedad humana.
5.5 Aún así, no se sabe - y es bueno que no se sepa de antemano - si los fenómenos mencionados van a suceder. Ellos pueden o no acontecer. Lo importante es no intentar instrumentalizar a los otros, movilizarlos por el enfrentamiento, insuflar un ánimo adversarial, construir y demonizar enemigos. Los recientes eventos en el Brasil mostraron que lo importante es no iniciar una espiral de violencia. Lo importante es construir la paz y no la guerra.
6 - El REDESCUBRIMIENTO DE QUE LO CONTRARIO A LA GUERRA NO ES LA PAZ, SINO LA POLÍTICA
6.1 La democracia nunca nace de la violencia. No hay un caso, ni un único caso en la historia. La primera democracia, la democracia de los antiguos griegos, no nació así: los atenienses frecuentadores del Ágora no organizaron un atentado al tirano Psístrato o a su hijo Hipias, ni, muy menos, agitaron una rebelión popular. El protagonismo de aquella dinastía naciente autocrática fue interrumpida, sí, pero por acción pacífica. Los demócratas simplemente proclamaron un edicto en que dispensaban los servicios del autócrata. Clístenes, Efialtes y Péricles no tomaron el poder tiránico para ejercerlo a su manera, simplemente dispensaron ese poder (quiere decir, rechazaron reproducís el modo de cómo estaba estructurado: y es a eso, precisamente, que llamamos de primera invención de la democracia).
6.2 La democracia de los modernos tampoco se estableció a partir de ninguna guerra, aunque haya quedado constreñida a transformarse en (y a rebajarse a) un modo de administración política del Estado-nación, este sí era, una estructura diseñada por y para la guerra. De hecho, es el responsable principal de los límites que la democracia actualmente existente impone al proceso de democratización y, inclusive, más que eso, la razón de la suspensión de los pagos, ahora anunciada por los nuevos movimientos de la sociedad-en-red.
6.3 La tercera democracia, cuando venga, tampoco vendrá por medio de una guerra. ¿Por qué? Porque la democracia es un modo pacífico de las relaciones humanas. Es lo contrario a la autocracia, que sólo puede mantenerse en base a la guerra. Ella no es un lugar de llegada y sí un modo de caminar que desconstruye autocracia en la medida en que rechaza el combatir y vencer para derrotar enemigos (reales o construidos como pretexto para justificar una estrategia de poder).
6.4 Las democracias no nacen de rebeliones, ni de revoluciones entendidas como actos violentos de remoción de los antiguos ocupantes de los cargos de poder y su sustitución por otros nuevos ocupantes. Todos los procesos que se desencadenaron así produjeron más autocracia, no más democracia. Estrechan la brecha democrática que fue abierta, una y otra vez en la antigüedad y en la modernidad, en la civilización patriarcal y guerrera. Restringieron en vez de ampliar las libertades.
6.5 Las primeras medidas de los gobiernos revolucionarios que llegaron al poder por la violencia fueron, vía de regla, la abolición de la libertad de prensa y de la libertad de organización, la instalación de policías políticas y el establecimiento de aparatos estatales de represión. Además, provocaron verdaderos genocidios, los mayores de que se tenga noticia en la historia.
6.6 Las democracias no son originadas en eventos épicos, en grandes batallas, sino son el resultado de procesos moleculares, de dinámicas de red (sí, si no hubiera una red social en Atenas, con significativo grado de distribución, la conversación en la plaza del mercado que dio origen a la primera democracia no habría acontecido). Las democracias no son regímenes de héroes, de visionarios desairados que quieren conducir rebaños, de líderes manipuladores, de utopistas cristalizados en sus fórmulas para redimir la humanidad y salvar la especie humana por medio de grandes enfrentamientos épicos, de batallas titánicas. La democracia es lírica, es un modo de convivencia pacífico y pacificante, convertida en motor para transformar la enemistad en amistad política y - para recordar a John Dewey (1939) - practicada por personas comunes.
6.7 Se le atribuye al Mahatma Gandhi el dicho - en la verdad proferido por Abraham Johannes Muste (1885-1967) - de que no existe un camino para la paz, la paz es el camino. Lo mismo puede se puede decir de la libertad, de la materialización del ideal de libertad como autonomía y de la democracia como modo pacífico de regulación de conflictos. No existe camino para la democracia: la democracia es el camino. Si queremos una nueva democracia, más democratizada o radicalizada, no hay otro camino sino la democratización.
2 nos acompañaron:
a mi me parece que decir que
"la democracia de los modernos tampoco se estableció a partir de ninguna guerra"
es un error ...
http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Yorktown_(1781)
http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_de_Noviembre
http://es.wikipedia.org/wiki/Bombardeos_at%C3%B3micos_sobre_Hiroshima_y_Nagasaki#Bombardeo_de_Nagasaki
nosotros nunca nos hemos librado del antiguo régimen
allí estan milani y bergoglio para demostrarlo
Que buen tiempo para el capital: personas 'sueltas' o unidas debilmente.
El sueño de loa Illuminati hecho rwalidad
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