Al tradicional Partido Militar en los último cuarenta años se le se venido oponiendo un nuevo partido que lo terminó por derrotar, hablo del partido de las Madres. Todo muy líquido, muy posmo en este nuevo siglo pero dentro de mi hay un enano machista que me dicta que no todo está bien.
No es casual que Cristina Kirchner sea nuestra presidenta y no Carrió. Las dos son Madres sin embargo la primera logró lo que la segunda no pudo pese a que en más de una oportunidad arrimó el bochín bastante cerca. Si analizamos un poco ambas se parecen en que son las políticas que más han mantenido su forma femenina a la hora de practicarla pese a sus estilos muy distintos. Mientras Cristina besa y abrasa en una clave demasiado familiar en concordancia con la tradición argentina, Lilita ( y estuve tentado a poner Carrió) conserva eso de las madres aristócratas de los pueblos del interior. Mirtha Legrand es el emblema de esas madres, madres distante disciplinadora que jamás besan dado que su lugar es funcional al del varón que la acompaña. Dos tipos muy distinto de cariño.
Aquí vemos a una Cristina ganadora de las primarias, sola sin su hombre, sin su hijo (por problemas familiares no había podido asistir) que imperiosamente necesita abrazar a alguien. Por eso la llama a Florencia que estaba entre el público y la convoca a que la acompañe en el estrado. Carrió manda sus hijos a estudiar fuera del país para que se formen,seguramente les hará estudiar piano y se junta con ellos una vez al año para veranear en Punta del Este.
Por favor que estas diferencias de estilo no se coman el post. No estoy juzgando el tipo de cariño, no, no, sino su relación con los otros desde su lugar de mujer, especialmente con los jóvenes.
Porque tanto Lilita, como Cristina, como mi mujer, como todas las madres de la Argentina practican muchachismo, algo que en lo particular es nuevo para mi. Y si el Macho Potsmo de Rolando Hangling existe y es el estereotipo del nuevo hombre argentino, mucho han tenido que ver esas madres en que esto así suceda.
Ellas como las Madres del Partido se plantan ante la vida con un reclamo: proteger a sus hijos ante viento y marea. Sus hijos son la fuente de su amor, sin embargo hay diferencias, mientras las madres tradicionales de antaño, mi vieja, compartía esa tarea con el hombre que la había acompañado en ese proceso creador, hoy la mayoría de las madres están solas o si tienen hombre al lado es muy probable que no sea el padre de sus hijos.
El Partido de las Madres, el Mamy Party, también se llevó puesta a la sociedad patriarcal y con ella a nosotros los macho proveedores. Si antes los hijos eran de las madres y el dinero de los padres, hoy liberadas en lo económico, para lo único que nos necesitan es para procrear, del resto se las arreglan solas. La otrora fuente de felicidad se ha convertido en remedio contra la soledad. Demasiada carga, a mi gusto, sobre las espaldas de esos adolecentes.
A un varón, pongamos de veintipico, con casa, comida, abrigo, ropa limpia, poco trabajo para no decir nada, lo único que necesita es ponerla cada tanto y para eso necesita una compañera casual que prolongue su irresponsabilidad al terreno de lo sexual, del resto se encarga el Mamu Party.
Entonces las madres practican el muchachismo, una una especie de exaltación de la juventud y las virtudes de los adolescentes que las Madres dicen encontrar entre los más jóvenes, a su vez es la herramienta ideal para ocultar las propias frustraciones de lo que ellas mismas no pudieron lograr durante sus propias juventudes. Y pese a sus esfuerzos su soledad vuelve a aflorar porque de nada sirve esclavizar al otro para no sentirse solo. Así más de la mitad de las mujeres en la CABA llegan a los cuarenta o más solas, sin un hombre que la acompañe en la convivencia y ese es un dato que no se debería despreciar.
Porque el muchachismo tanto en lo social como en lo político es una discriminación positiva en donde el descrinando queda expuesto por exaltación y celebración sin haber hecho nada para ser celebrado o exaltado salvo el ser hijo de la señora tal o cual, de la aristocracia o de la plebe. Lo que se exalta es la propia juventud y no la virtud, de esta manera se connota se diferencia y consecuentemente se discrimina. ¿Para qué? Como cualquier discriminación, la positiva también es una marginación. Uds. quédense en ese lugar de jóvenes bellos que el mundo sigue siendo feo y de mamita, los papás no existen, son unos zánganos vagos que no se merecen el nido.
El muchachismo arribado a la política tiene muchísimas consecuencias sociales, por ejemplo para mencionar alunas y no ahondar en ellas, la asignación de viviendas sociales, la tenencia de los hijos, la herencia, etc. Por lo que el muchachismo no es gratis ni para nosotros los hombres, ni para los hijos que lo padecen, ni para las propias Madres que lo administran.
Lejos quedaron las practicas de intercambiarse los hijos entre padres para que aprendan un oficio, o el servicio militar, o lo que supo llamarse “el respeto a la casa” que era una moral que cada familia dictaba en cuanto a lo que se podía hacer y lo que no dentro de las inmediaciones de la casa familiar.
Sin embargo leemos:
Según la Encuesta Mundial de Valores, en 1995 sólo el 10% de la población de la Argentina consideró que la política era un aspecto “muy importante” en su vida, lejos de la familia (87%), el trabajo (70%), los amigos (49%), la religión (35%) y el tiempo libre (27%). La proporción de entrevistados que “nunca” habla de política con los amigos subió del 36% en 1995 al 49% en 1999 (7).
Si en el ideario simbólico de los argentinos formar una familia sigue siendo una de las prioridades en sus preferencias, junto al trabajo y a los amigos, por qué el muchachismo se empecina en contradecir esta voluntad popular que atraviesa a la sociedad en un corte vertical. Que tampoco se entienda que estoy defendiendo a la familia en el sentido liberal, tradicional y cristiano de la palabra. Simplemente defiendo a aquellos jóvenes que como yo idealizan: formar una paraje, tener hijos y poder criarlos en un hogar todos juntos y en armonía. El muchachismo atenta contra eso porque subvierte la carga del esfuerzo que dicha tarea requiere.
Finalmente el muchachismo como política de estado tampoco sirve porque crea una burbuja y como toda burbuja algún día explota y para entonces ya todo será tarde. Todo un ejercito de lúmpenes sencillamente no sabrá que hacer con sus respectivas osamentas. El mundo se está achicando y se nos está está haciendo cada vez más difícil encontrar nuestro propio lugar en el mundo, sin embargo en sus 70.000 años de historia sobre esta tierra, el hombre siempre cuidó dos aspectos para su supervivencia, al afirmación y la permanencia. La primera la aportaron los hombres con sus luchas contra otros hombres o contra la adversidad y el hambre. La mujeres se ocuparon del resto, minimizar nuestra propia actividad en la tarea creadora de la vida es minimizar la propia existencia del hombre sobre la tierra
4 nos acompañaron:
ADA E IDO SAY :hoy tuvimos uno de esos dias a lo valerie solanis.
Los hombres nos parecieron tontos , insulsos, sin nada agradable, mas bien desagradables y ofensivos.
Por la calle vimos a muchas mujeres bien vestidas , con gestos muy femeninos, el pelo recogido por el calor, era como "todo lo que esta bien en este mundo"
Tambien es verdad que si por ahi las hubieramos escuchado hablar tal vez se romiepr la magia. Habria que tener un knob para bajarles el volumen.
HOy tuvimos uno de esos dias donde los hombres deberian desaparecer y las mujeres no deberian hablar , solo hacer gestos, suaves , frágiles, inclusivos.
Notaos que hay cosas mas importantes que lo que los seres humanos piensan.
Te acompaño en el sentimiento,o vos acompañás al mío;se gual.
Anónimo:¿Idealizás la partenogénesis botánica?
La mera posibilidad de una partenogénesis femenina - una clonación - es lo que ha derrumbado los edificios de las antiguas religiones patriarcales.
El nuevo hombre de hoy es como un zángano en una catedral de termitas.
ADA E IDO SAY: hoy fuimos con el bebe al hospital y habia bastantes varones con sus nenes a upa, con lo cual tuvimos una pequeña reconcialiacion conel mundo masculino.
TOdo sea dicho...
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