Hace unos días hablábamos de Chantal Mouffé y de lo útil que nos resultaba su concepto de política agosnita para establecer el límite de una red fraternal. Al final de su libro “En torno a lo político” dedica algunas páginas a una ácida crítica del libro IMPERIO de Michael Hardt - Antonio Negri, específicamente al idea de “multitud” introducida por los autores en ese libro y uno de los conceptos base sobre los que edificamos el primer capítulo de “El siglo de la fraternidad”.
El planteo de Mouffe, (creo que su óptica con respecto del pensamiento de Negri ya estaba un poco anticuada al momento en que escribe su libro), se basa en que la multitud, no se puede erigir como un sujeto de lo político, ya que, según ella, en su constitución se niega lo agosnista. No voy a entrar en discusiones estériles de si esto es así ya que creo que Negri ha superado esas críticas, aunque sea en parte. El planteo de base es que Negri niega las identidades colectivas, o al menos las cuestiona seriamente, la idea fuerza de Negri es que el momentum de la multitud es la biopolítica, esto es la política por la vida, los derechos humanos como factor movilizador de lo social, a esos actores de la biopolítica los llama multitud.
Dentro de la multitud distingue singularidades y entre esas singularidades es adonde aparece Lo común de lo que nos ocupábamos en ese capítulo. Dice:
“Es a partir de la singularidad que se explica lo común. Buscar lo común no significa buscar realidades presupuestas, consistencias, el viejo concepto de gemeinschaft, de comunidad profunda, el viejo concepto de tierra, naturaleza. Ya son conocidas las horribles y perversas concepciones que pueden venir de esta identidad.[…] Si consideramos que el mundo está hecho de singularidades, que consisten en relaciones y que, por lo tanto, existen en la medida que están en relaciones, aumentamos nuestra capacidad de acción. Antes el ministro hablaba de amor, (vamos a llamarlo lo común) pero no es un amor en el sentido romántico, no es un amor en un sentido, por así decirlo, vinculado simplemente al erotismo o cosas similares. Es el amor como fuerza ontológica. Como decía Spinoza, como decían los filósofos, como últimamente hasta declaró la Teología de la Liberación, una de las grandes producciones teóricas de este país, este amor constituye el ser porque es un acto de solidaridad. Pero esto no es identitario, es algo que existe en la relación, lo que es absolutamente fundamental porque nos permite colocarnos en una situación que es una efectiva apertura de la discusión”
Es crucial que se entienda que las identidades se forman con la relación a partir de la interacción entre las singularidades, no por el amor, sino a partir de la demanda común que establece la diferencia. A partir de que se establecen estas identidades colectivas es que se pueden romper, pero esto no invalida todo el resto del planteo de Negri, aceptar que se crean identidades colectivas fuertes o débiles profundas o superficiales no significa que las demandas no tengan origen en los gapps que describe Negri. Al contrario gracias al planteo de Mouffe podemos complementar la teoría de Negri – Hardt sobre multitud en base a las diferencias agonistas que se establecen dentro de la multitud, y las diferencias antagónicas que se establecen con el entorno, esta vez para fuera de la multitud.
Como vimos, existe un continuo agonal en la fraternidad laica que es agonista para dentro de la misma y marca un límite antagonista para fuera de ella y esto nada tiene que ver con la solidaridad ni el bien común, tiene sí que ver con la demandas comunes que surgen entre las singularidades que la distinguen y se la apropian como distintiva e identitaria de lo otro, de lo de ellos, al punto de establecer un grado de aceptación de la diferencia identitaria que Mouffe lo define así:
El pluralismo que planteo requiere discriminar entre demandas que deben ser aceptadas como parte del debate agonista, y aquellas que deben ser excluidas. Una sociedad no puede aceptar aquellas que cuestionan sus instituciones básicas como adversarios legítimos. El enfoque agonista no pretende abarcar todas las diferencias y superar todas las formas de exclusión. Pero las exclusiones son concebidas en términos políticos, no morales. Algunas demandas son excluidas, no porque se las declara ‘malignas’, sino porque desafían las instituciones constitutivas de la asociación política democrática.
La multitud de Negri se convierte en el pluralismo de Mouffe si acepto la diferencia identitaria entre las múltiples multitudes que se reúnen entorno a la demanda común.
Aquí vienen todas las advertencias que hace la propia Mouffe sobre la posibilidad que todo agonismo puede desembocar en un antagonismo y eso es el siguiente concepto que queríamos agregar con este aporte.
Si se logra hacer circular lo común dentro de una fraternidad es porque existe un nivel de información dentro de esa parcialidad que posibilita la colaboración. No hay posibilidad de colaboración y/o demanda común sin información común como nos advierte Juan Urrutia en este post.
Como conclusión podemos afirmar que Mouffe complementa y enriquece la idea de multitud de Negri – Hardt, habría un continuo entre las pequeñas diferencias y las grandes diferencias que son las que establecerían el límite entre cuales de aquellas demandas cuestionan sus instituciones básicas como adversarios legítimos y cuales no. Y para discernir entre las que no se cuestionan o se soportan o se toleran y cuales son las ponen en jaque a la multitud es necesario que esas demandas se articulen en base a información que circula dentro de la multitud.
Como corolario de todo esto, podríamos agregar que lo común no se busca como sugiere Negri, sino que se encuentra al compartir la información que discrimina las diferentes demandas.
Quedaría por ver si ante diferentes multitudes con diferentes demandas incluso con demandas antagónicas entre sí se podría formar una cadena equivalencial que constituya una demanda común macro. Es de suponer que si seguimos desarrollando la idea de fractalidad de la diferencia, siempre habrá una diferencia mayor que empareje o relativice demandas menores. Esta última especulación es muy interesante. Algo así como “los enemigos de mis enemigos son mis amigos”
1 nos acompañaron:
Lo que decís en el ultimo párrafo es algo que nos esta pasando con la actualidad política y sobre todo desde marzo de 2008, a muchos que no nos sentimos oficialistas.
Como te decía hace unos días atrás en Artepolítica, entender lo que escribís no es para cualquiera, muchas veces me cuesta mucha concentración seguir lo que decís, pero esa imagen que armaste esta muy buena quizás agregaría alguna imagen china o de los BRIC.
Saludos Fraternales.
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