Cuando en 1992 la obra de teatro Oleanna del
dramaturgo americano David Mamet llegó a Brodway se armó un gran revuelo por lo
que provocaba entre el público. Noche a Noche, con cada representación cada espectador tomaba
partido por uno de sus dos protagonistas. Las peleas a la salida del teatro se
podían dar entre parejas donde ella tomaba partido por la joven y él por el
profesor, o se podía dar el caso contrario. Lo que no podía suceder era salirse
de la sala siendo indiferente. Lo cierto es que la obra todavía hoy
veinticinco años después sigue siendo representada y sigue causando las mismas
controversias. A la obra
de teatro en castellano se la puede ver aquí y la película en
inglés guionada y dirigida por el mismo
Mamet se puede ver aquí.
Estas reacciones son
lo que todo escritor amaría producir con su obra: provocar; que a partir del
arte la audiencia/ lector/ observador sea trastocado en profundidad y tal vez modificado.
Mamet es un niño terrible de Hollywood y nos tiene acostumbrados a sus buenas
producciones: El cartero llama dos veces, Hoffa, Hannibal. Por Glengarry Glen Ross, “Éxito a cualquier
precio” ganó un Pulitzer, lo que no nos deja frente a un improvisado, sino ante
alguien con mucho oficio y éxito. Esto no puede calificarse de casual.
¿Por qué sucede esto con
las buenas obras, especialmente cuando son bien representadas? Intuyo que algo
tendrá que ver con que nos mueven algo interno, algo profundo, se nos tambalea
la estantería y es preciso, cuando no urgente, acudir a acomodarla. Y ese algo
creo que tiene que ver con nuestros sistemas de verdad. Es en realidad lo que
creemos lo que se ponen en riesgo. La verdad es lo que sostiene entre otras
cosas, nuestra identidad, lo que nos hace ser quienes somos.
El propio Mamet
explica que en Oleanna, Carol es una muchacha que no pertenece a las clases
que acceden usualmente a las universidades americanas. Es de
clase media baja y no tiene los códigos ni semióticas que se manejan en este
tipo de universidades. Se siente confundida y decepcionada porque ella ha
estudiado y se ha esforzado por entender al profesor, pero no llega a
comprender lo que dice. Es en ese estado de vulnerabilidad que acude a pedir ayuda.
Al profesor lo único que le importa es volver a su casa, es tarde y lo espera
su familia para concretar la compra de su primera casa. Su cabeza está en eso y
no puede ver lo que dice la muchacha, trata de sacársela de encima e irse.
Carol representa
también a los de su generación, entre los dieciocho y veinticuatro años. Los
que buscan y trabajan por ser alguien en el mundo, por eso estudia y se esfuerza,
pero no es suficiente. Entonces se da cuenta que el camino que ha elegido le
produce confusión y la desestabiliza aún más de lo que está. Entonces va a
pedir ayuda a otros, —no se sabe a quién—, entonces ellos le sugieren en una
primera instancia que el profesor es un abusador, que la está acosando y que
sus intención es acostarse con ella; entonces decide acusar al profesor por acoso.
El profesor la manda
a llamar y le pide explicaciones por lo que hizo y dice que él solo ha querido
ayudarla y que la denuncia lo perjudica en su carrera docente — que él dice que
ama—. Cuando Carol acude a la cita él se entera que además le ha hecho una denuncia
penal por violación, a lo que ella le explica que es cierto, que él apoyo su
cuerpo contra el de ella y “su grupo” le ha indicado que eso se constituye una violación. Allí termina la obra.
Lo que sucede con
Carol durante el transcurso de la obra es que ella muta: de intentar ser
alguien a través de los canales institucionalizados de la academia a ser
contenida por un grupo —¿feminista?— que le hace valorar su identidad de mujer.
Mamet también dice
que hay que estar muy atento a este paso entre la adolescencia y la adultez dado
que una confusión puede hacer que la persona, ante semejante estado de vulnerabilidad,
sea tomada por un grupo radicalizado. El dramaturgo está cruzado fuertemente
por un pensamiento religioso. Como judío cree que toda identidad responde a
algo más profundo que es lo que uno realmente cree, nuestro sistema de verdad.
Todos creemos en nuestra verdad, desde el Rabino hasta el psicópata, y es en
función de ella que actuamos. En algo tenemos que creer.
Se hace necesaria una
revisión de este concepto a la luz de la época de la post verdad. La verdad de
la que habla Mamet es una verdad dada, revelada, o si se quiere
institucionalizada por la religión, la ley o la academia. Lo particular de este
tipo de verdad es su unicidad, solidez, inmovilidad. En otras palabras: es lo
que nos permite tener un sistema de valores más o menos estable a través de nuestra
existencia. Verdad y existencia se retroalimentan una a otra y se reafirman.
La postverdad tiene
más que ver con el número. El chiste fácil es: Coma mierda, 300 billones de
moscas no pueden estar equivocadas. Si bien la postverdad no tiene la
consistencia de la otra, tiene el aval de la cantidad de seguidores que la
abrazan. No es que Carol se aparta de la verdad de la academia para abrazar un
tipo de feminismo militante. Es la cercanía y la contención que plantea la
postverdad con su sistema lo que logra contenerla. Se dice que los hijos de los
inmigrantes adoptan el idioma local en contradicción al originario de la
familia para ser aceptados por sus pares. Si el idioma constituye cierto tipo
de identidad, cambiar de lenguaje es de alguna forma sintetizar un cambio
radical que de todas formas lleva implícito un cambio de verdad: la verdad de
todos los que viven en el nuevo territorio.
Pero Oleanna, y en
eso se basa su eficiencia, no da posibilidades a medias tintas. Uno debe optar
por la actitud del profesor o por la de Carol. En otras palabras, ajustar
nuestro sistema de verdad, nuestra moral con la qué nos representa en la obra,
y ya no importa si mi pareja que me acompaño al teatro le pase lo inverso. Es
de mí y de mi sistema de verdad de lo que se trata, lo que está en juego.
Tampoco importa mucho si las posturas son antagónicas dado que cada uno tratará
de sobrevivir, o hacer sobrevivir el sistema que le corresponde. Si no se
coincide una grieta muda se instalará entre las partes, luego tendrán que
resolver ese problema.
Foto
Foto