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Anónimo23 de mayo de 2013 14:36
A Lucas suelo leerlo cada tanto, encuentro en sus textos una potencia interesante que no se ve en ninguna otra parte del desierto kirchnerista.
La condición de sus ex amigos se manifiesta a las claras en los post que le dedican en su blog. Pero no debería importarle: por sus dichos, queda claro quiénes son y por qué actúan.
Paralelamente, también es evidente que esa condición desciende de lo alto, y está moldeada a imagen y semejanza de los héroes que se inventaron, algunos de cuyos capataces más feroces los usan como escenografía viviente y parlante ("los pibes", etc). El aguante de cancha se lleva de maravillas con el analfabetismo político y la sumisión del pensamiento. Hay en muchos una vocación genuina, seguramente, aspiraciones colectivas y una entrega que merecerían un destino más verdadero. Sin embargo, eligen creer a aquellos que, acabando de llegar, quieren convencerlos de que siempre estuvieron ahí, falsificando credenciales y repitiendo slogans escolares que se hacen pasar por sabiduría y estrategia políticas. En su legitimación, tienen numerosos colaboradores que van desde los mediocres de la academia y los intelectuales seniles a los lúmpenes mediáticos, asistidos por los servicios de seguridad del estado.
Los milagros preparados en detalle se suceden en el escenario, y la obra continúa, con el beneplácito de los espectadores, que pagaron el precio de su entrada para ser confortados con una mentira que necesitan con desesperación para sostenerse en el vacío. La forma general es la de la batalla. Como ya se dijo alguna vez, el modelo consiste en presentarnos como extraordinarias concesiones los derechos más elementales, que deberían ser el piso, el grado cero, mientras el comité de expertos, reunido de forma permanente, estudia los medios de prolongar la aparente sobrevida del enfermo desahuciado. Los que defienden ciegamente el sistema, en todas partes y en todo tiempo, siempre fueron policías, nunca revolucionarios.
El deseo de cambio no se lleva bien con la dominación. Y la dominación requiere de profesionales. Por eso, los vocacionales e idealistas, aunque por ahora se los necesite, serán descartados más rápidamente cuanto más se inclinen hasta tocar el piso con la frente, para reemplazarlos por aquellos que demuestren estar preparados adecuadamente y dispuestos a todo, sin exceptuar ninguna de las técnicas que no pueden ejercerse a la vista del público.
En la evolución de la gran tragedia argentina, el estado, preferible seguramente al mercado, no es más que una fase técnica en la instrumentación del sometimiento corporal y psíquico de los millones que le prestan existencia momentánea aunque no crean en él más que cuando tienen que hacer un trámite, o mueren sin decir nada en un choque de trenes o bajo el agua negra del olvido sociopático: nunca tuvo el rostro de la justicia social que tanto declaman los fabricantes de la frase y sus herederos. El rostro que tuvo ya lo conocemos bien todos, y también aquello de lo que es capaz de hacer si se ve amenazado. Ahora necesita figurantes: el guión los exige, para esgrimir una defensa ya probada en el pasado y en otras partes: la fabricación de la guerra civil preventiva. Su solidaridad profunda no es la que aparece en sus discursos floridos y previsibles, ni son los condenados de esta tierra sin redención. Pero está a la vista de todos, no pueden ya esconderla, y no estriba en lo que ofrece como creen las almas puras, sino en lo que deja de ofrecer, y en quienes recogen los frutos más perdurables de la "inclusión", aquellos que no distribuye el Ministerio de Desarrollo Social sino el de Economía.
(sigue) -
Anónimo23 de mayo de 2013 14:37
continúa)
La gestión de los negocios, según puede verse, es lucrativa y se expande a todas las áreas, las complicidades funcionales, aunque tambalean a veces, todavía perduran, y las leyes se hacen a pedido para ponerlas luego a descansar, mientras los acuerdos que definen todo se cierran en otra parte, y los conceptos de legalidad e ilegalidad son intercambiables. Para sostener este estado de cosas, la vigilancia y la desinformación son esenciales. En estas artes, hay que reconocerles algún mérito. Afortunadamente, el lenguaje también se les ha vuelto transparente, y ellos ignoran por completo cómo podrían hacerlo más opaco para disimular sus intenciones. Los errores del control obligan a modificar diariamente los parlamentos y a retocar las directivas una y otra vez, sosteniendo hoy aquello de lo que abjuraban ayer, confiando en la mala memoria de sus oyentes. Se creen a salvo de toda rendición de cuentas, y cifran sus virtudes en la corrupción cierta de sus enemigos, lo que les permite estirar un poco más la duración de sus mentiras. Pero la dialéctica no ha sido superada todavía, y los espejos arrojan siempre la imagen invertida de lo que se sitúa frente a ellos. Sería bueno que sepan que no somos pocos los que no creemos en la salvación que prometen, ni participamos de su juego especular. Y estamos trabajando en silencio para lograr su ruina completa.
O sea....
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De las redes se puede decir todo lo malo que se quiera, pero lo peor que
tienen es que no tienen curación, chicas. Cualquier muestra pedorra tiene
un cur...
4 nos acompañaron:
Por un fin un post en la blogósfera que no consista en decir "Lucas es malo/ traidor/ se equivoca".
No es que comparta todo lo dicho sobre el Gobierno en el post, pero siempre es cansador el discurso único, y es lo que tenemos sobre Lucas estos días.
sentado solo en un banco en la ciudad
con tu mirada recordando el litoral
tu suerte quiso estar partida
mitad verdad mitad mentira
como esperanza de los pobres prometida
La relación señal ruido de Lucas era muy baja. Por eso lo leia poco y nada.
¿Como será una emision de Pino o de Carrió transmitida via Lucas? ¡chino basico!
¿y una emision de Macri carrasqueada? ¡puro ruido!, randomizado total.
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