Chapeau

Desde siempre te bancamos desde acá Emanuel Antonio Di Gioia

Nos da mucha pena que te sacaran, no te equivocaste, no entendimos tu juego los de acá afuera, sin embargo fuiste el más lúcido, el mas audaz, le jugaste al sistema, no le jugaste a tus compañeros, le jugaste a Gran Hermano, pero como tu juego es colectivo todavía no perdiste, incluso dejaste instrucciones para que tu grupo se siga autonominando y en tal caso tal vez ganen.

Para el que no entiende lo que digo leer este post, pero lo mismo me explico. Este juego perverso es un doble juego en donde GH encierra personas a competir por US$ 100.000 y los hace arrastrar por la guita valiéndose de la morbosidad de los televidentes y factura por eso. Todo está permitido, gorrear a la novia/o de afuera, traicionar a los compañeros, bancarse el celibato con una puñeta en público, irse por no bancársela más y volver a pedido del público. Incluso hay un villano  a sueldo que sin él el programa se cae; pero eso a vos no te importaba vos ibas por el mismísimo GH. No te querías pelear con tus compañeros para que el verdadero GH facture con sus miserias, entonces inventaste la autonominación masiva, si era el público el que decidía en última instancia, sometámosnos a su veredicto.

Pero te sacamos, no valoramos lo colectivo, no entendimos lo que querías. En Un oscuro día de justicia Rodolfo Walsh relata una situación parecida. Silvia Adoue aquí dice lo siguiente

Es una alusión directa al Che y una crítica al foquismo. En él se anuncia una convicción que aparecería en sus documentos de polémica con la dirección de Montoneros años después. También es el último texto de ficción que Walsh publicó. En la trama, uno de los internos, un niño pequeño y delgado, sufre una violencia sistemática de parte de un celador, que lo obliga a pelear a trompadas con el “gato“. Decide escribirle al tío Malcolm, con ayuda de “el pueblo”, para quien la figura del pariente del compañero va creciendo hasta adquirir la estatura del héroe vengador. El tío aparece en el internado para castigar al celador, pero termina recibiendo una paliza.

“[...] el pueblo aprendió que estaba solo y que debía pelear por sí mismo y que de su propia entraña sacaría los medios, el silencio, la astucia y la fuerza, mientras un último golpe lanzaba al querido tío Malcolm del otro lado de la cerca donde permaneció insensible y un héroe en la mitad del camino.[1]

En la entrevista de Piglia, Walsh explica que el la cita de arriba es una referencia al Che:

“Creo que ése es el pronunciamiento más político de toda la serie de los cuentos y muy aplicable a situaciones muy concretas nuestras: concretamente al peronismo e inclusive a las expectativas revolucionarias que aquí se despertaban o se despertaron con respecto a los héroes revolucionarios, inclusive con respecto al Che Guevara, que murió en esos días, te das cuenta, la gente que te decía: ‘Si el Che Guevara estuviera aquí, entonces yo me meto y todos nos metemos y hacemos la revolución’… Concepto totalmente místico, es decir, el mito, la persona, el héroe haciendo la revolución en vez de ser el conjunto del pueblo, cuya mejor expresión es sin duda el héroe, en este caso el Che Guevara, pero ningún tipo aislado, por grande que sea, puede absolutamente hacer nada. Es decir, cuando se delega en él lo que es una cosa de todos, no se da el proceso, no se puede dar. Creo que ésa es la lección que ellos aprenden ese día; no es un tipo venido de afuera, porque no hay ninguna connotación peyorativa para el tipo que viene de afuera, que pelea, se juega y es un héroe. No deja de ser un héroe por el hecho de que el otro lo cague a patadas, pero lo que ellos aprenden es que ellos, en una segunda instancia, si es que ellos se la quieren cobrar con respecto al celador, se tienen que combinar entre ellos, y cagarlo a patadas entre todos. Ésa es la lección.[1]

Tomás, confundido como todos los Uistas, celebraba el fin de una época, un par de reglas cambiadas y son U, el cobarde que no se la aguantó salió por un franco higiénico de una semana y tras volver inpunemente, apoyado por el Sistema GH y por la izquierda que le hace el juego provocó la ira de nuestro Eternauta y fue retado por el gran maestre Rial, incluso le ofreció pelea.

Una gran pena.

¿Aprenderá el pueblo que estaba solo y que debe pelear por sí mismo y que de su propia entraña sacar los medios, el silencio, la astucia y la fuerza? O traicionará, mostrará el culo, hará trampas oooo simplemente se hará la del mono.  Se tienen que combinar entre ellos, y cagarlo a patadas entre todos.

Juego colectivo y reparto de las 100.000 lucas verdes entre todos ya.


[1] WALSH, Rodolfo. “Hoy es imposible en la Argentina hacer literatura desvinculada de la política”. En: BASCHETTI, Roberto. Rodolfo Walsh, vivo. Ed. cit., p. 64.


[1] WALSH, Rodolfo. “Un oscuro día de justicia”. En: Cuentos. Ed. cit., p. 59

2 nos acompañaron:

Anónimo dijo...

Muy bueno!

josé rubén sentís dijo...

Está bueno, che. Abrazo.

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