Pobreza y Soledad

 

Escena de Pan y Chocolate dedicada a Manolo

¿Por qué cuando hablamos de pobreza, hablamos de inclusión social, marginalidad, indigencia pero no hablamos de soledad? ¿Acaso la soledad opera a posteriori de la inclusión….. o es un rasgo de clase?

Ya Denis Merklen nos describe lo que es vivir en los márgenes y da nota que la pobreza no es una cosa de guita o de falta de trabajo solamente,  que hay muchos más factores en el medio que imposibilitas que seamos Suiza o Suecia.

El otro día Toni Negri dio un reportaje a La Nación donde hablaba de soledad. Me gusta Negri, me gusta mucho.  Dice Negri:

La multitud proletaria es libre, pero al mismo tiempo se reúne porque la soledad es el verdadero problema. No es la pobreza el déficit del ser, el verdadero déficit es la soledad. Hay necesidad de superarlo, de recomponerlo. La pobreza tiene la enorme fuerza de ser trabajo vivo. Se trata de un ser-ahí vivo y efectivo que se presenta como índice de asociación, de cooperación, de construcción. De construcción de ser: porque el ser puede ser construido y no preexiste como fondo. El ser no está siempre detrás sino que en cada momento se encuentra "ahí", como existente en el momento oportuno en el que se rompe la repetición monótona del tiempo.

Entonces habría que pensar eso que hablábamos el otro día sobre el proceso de individuación desde la mirada de la soledad.  Nos dice mi amiga Silvia , que vive en Brasil al respecto :

 Los gobiernos del PT no han creado derechos colectivos. Se trata de programas o políticas dirigidas al individuo. Por eso (no conozco esa politóloga que aparece en tu blog, pero ella tiene razón) esa mujer que aparece en tu blog dice que el beneficiado por esas políticas no las ve como una conquista colectiva, resultado de una lucha o dirigida a su clase, sino como una cosa individual. En realidad, estas políticas son recomendaciones del BID y del Banco Mundial, de los años 90, que comenzaron a ser implementadas durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso y después continuaron y se expandieron con los gobiernos del PT.

Allí está la respuesta: aquello que Fleury contó cómo el PT está teniendo problemas con esas famosas “nuevas clases medias”.[…] Son más bien que gente que tiene un empleo que no tenía, que accede a un cierto nivel de consumo que no tenía, quizás accedió a una institución educativa a la que no accedía, mejora su dieta y algún consumo cultural. Compró una motito. Explicó esta politóloga que estas personas, en un contexto “individualista” consideran ahora que “llegaron” pura y exclusivamente por su “propio esfuerzo”. Que no son parte de ningún proceso colectivo, social, político. Que creen que todo esto ocurre tan sólo porque lo  ”merecían”. Que consideran que están mejor en virtud de su propio “emprendurismo” . Es Producto de una política dirigida y bien determinada. ¿Determinada a qué?

También es Silvia la que nos apunta este ensayo que publicábamos ayer de Francisco de Oliveira- sobre Hegemonía a la inversa. (hegemonia às avessas") Dice Chico de Oliveira especialmente como crítica al plan Bolsa Familia que vendría a ser una especie de AUH de acá:

…Llegando al poder, el PT y Lula crearon la Bolsa Familia, que es una especie de derrota del apartheid. Aun más: tras la elección de Lula, parecían haberse borrado para siempre los prejuicios de clase y destruido las barreras de la desigualdad. Al elevarse a la condición de condottiere y de mito, como las recientes elecciones parecen demostrar, Lula despolitiza la cuestión de la pobreza y de la desigualdad. Él las convierte en problemas de administración, derrota al supuesto representante de la de la burguesía –el PSDB, lo que es completamente falso– y funcionaliza la pobreza. Esta, por lo tanto, podría ser tratada en el capitalismo contemporáneo como una cuestión administrativa.

Ya en el primer mandato, Lula había secuestrado a los movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil. El viejo argumento leninista-estalinista de que los sindicatos no tendrían función en un sistema controlado por la clase obrera, reapareció en Brasil de manera matizada. Lula nombró como ministros de Trabajo a ex sindicalistas influyentes en la Central Única de los Trabajadores (CUT). Otros dirigentes sindicales están a cargo de los poderosos fondos estatales de pensión. Los movimientos sociales prácticamente desaparecieron de la agenda. Incluso el MST se ve maniatado por la fuerte dependencia que tiene en relación al gobierno, que financia el asentamiento de las familias en el programa de reforma agraria.

[…]Nos enfrentamos a una nueva dominación: los dominados realizan la “revolución moral” –la derrota del apartheid en Sudáfrica; la elección de Lula y la Bolsa-Familia en Brasil– que se transforma y se deforma en capitulación ante la desenfrenada explotación. De acuerdo con Marx y Engels, de la ecuación “fuerza + consentimiento” que forma la hegemonía, desaparece el elemento “fuerza”. Y el consentimiento se convierte en su contrario: no son más los dominados quienes consienten su propia explotación. Son los dominantes –a saber, los capitalistas y el capital– quienes consienten en ser políticamente conducidos por los dominados, con la condición de que la “dirección moral” no cuestione la forma de explotación capitalista. Se trata de una revolución epistemológica para cuyo estudio todavía no tenemos la herramienta teórica adecuada. Nuestra herencia marxista-gramsciana puede ser el punto de partida, pero ya no es el punto de llegada.

Esto se entiende al fragor de la lucha agrogarca donde se decía que liberen las exportaciones del trigo que ellos garantizaban el abastecimiento del mercado interno a un precio subsidiado. Si pasamos las cuestiones sociales a problemas de la economía, los convertimos en administrativos, un XXX% del PBI. Cada uno va a reclamar a su ventanilla el cheque que le corresponda sin tener en cuenta lo que sucedió para que esto ocurra de esa manera. No fue su lucha, su conquista social, todo lo contrario, “nueva clase media”. Es la política del derrame consagrada por los derramados, esa es la hegemonía inversa. No hay transformación social, solo administración social hija del sistema clientelar.

2 nos acompañaron:

Florencio F. Boglione dijo...

Muy bueno, como siempre buscando por izquierda como corresponde. Se acuerda lo que decían los peronistas en los 80 para correr x izquierda a Alfonsin " Hay Patria mía dame un Alan Garcia..." o algo así. Hoy a la oposicion le vendría bien un Jean Luc Mélenchon...

Abrazo.

rib dijo...

“[P]ero mire, usted tiene que tener en cuenta que yo ahora soy como el Papa, y el Papa tiene que ser infalible, de modo que si yo me comprometo totalmente con una sola política y esa política fracasa mi infalibilidad va a ser puesta en cuestión.”

http://www.psyche-navegante.com/_2004/Articulo/Articulo.asp?id_articulo=2223

Pobreza, obediencia y ... castidad ???

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