Una cuestión de diferencia

En este ataque de postismo que me ha dado este finde largo es necesario volver sobre el difícil tema de la diferenciación que tratábamos aquí, esta vez pretendemos encausar el tema por una vía no tan abstracta: el concepto de identidad y cómo se ve todo esto desde lo político.

La identidad es una consecuencia del proceso de diferenciación, diferenciada una singularidad de un colectivo ésta adquiere una identidad que podrá ser tanto individual, si son pautas de conducta que solo esa singularidad sigue dentro del colectivo o, por el contrario será colectiva si  es que todo el colectivo el sigue ese patrón para diferenciarse del entorno, en realidad el proceso es el mismo que se reproduce desde afuera para adentro del sistema social.

Este proceso es de vital importancia en los sistemas sociales humanos. Hace unos días el antropólogo y bloguer amigo Esteban S nos contaba una anécdota de uno de sus profesores mas querido, Carlos L´Hereux. Lo hacía de esta manera:

“Pero a veces ese caudal de obscenidades iluminadoras cede a un tono más grave, muy poderoso, y no solo por efectos del contraste. En una ocasión y con ese registro, el maestro nos contó la historia de dos hermanas gemelas muy chicas que un día cometieron un crimen abominable.

Fue casi púdico. No se detuvo en detalles.

- No poder diferenciarse es terrible – dijo. Esa fue su conclusión.

Me sorprendió la frase, y la gravedad con la que la dijo. “¿Se nos habrá vuelto psicoanalista?” pensé en el momento. Pasó bastante tiempo desde entonces, durante el cual aprendí a observar ciertas cosas que antes obviaba. Y descubrí que cada nuevo sentido que le encontraba a esa frase atestiguaba su verdad.”

Quién como yo sigue el blog de Esteban S estará acostumbrado a su morbo y a la obscenidad casi caricaturesca con la que trata ciertos temas como este, el post nos movilizó a recordarle otro caso: el de las gemelas misioneras que llevó Susana Gimenez a su programa que andaban de novio con un mismo remisero, el pobre fue a parar a un manicomio. Comenta Crónica que cuando se les preguntó que pasaba con el remisero que estaba en tratamiento psicológico debido a un trastorno nervioso que lo aquejaba:

Por el momento no dejaron trascender qué motivó la crisis nerviosa de su amado. "Más adelante, cuando él esté mejor vamos a contar qué pasó", dijo Liliana, dándole un tinte dramático al asunto.

- No poder diferenciarse es terriblevuelve a sonar la frase del profesor L´Hereux. Debe ser terrible porque la diferencia construye la identidad, la estructura diferenciadora del todo que nos construye en unidad en un mismo proceso tanto para lo individual como para lo colectivo.

¿Y por que terrible? Porque si no la logramos, no logramos constituirnos como estructura distinguida, no nos podremos diferenciar del entorno, por lo tanto no existiremos. Terrible también porque este proceso es agonista, hay que pelear para diferenciarse socialmente. El proceso de diferenciación no es gratuito, lleva implícito el costo de la diferenciación ganada, de la identidad adquirida, de la competencia por la satisfacción de la demanda.

Y si hay tres tipos de diferenciación, habrá tres tipos de identidades individuales y tres tipos de agonismos para sostenerlas. Hablaremos sobre los dos tipos de diferenciación en los que ahondamos , dejaremos la diferenciación funcional para un próximo post.

La diferencia fraternal, la diferencia entre pares, iguales, equivalentes, es una diferencia de lugar, raza, sexo, habilidad, etc. Una comunidad diferenciada por la igualdad es una sociedad igualitarista que distribuye roles y asigna espacios igualitaria y universalmente; luego de un proceso de estabilización una sociedad diferenciada igualitariamente será una fraternidad  con poco conflicto interno y con identidades claras. El ejemplo que me gusta dar en este caso es la aldea gala de Asterix.

El segundo grado de complejidad que encontramos es el de la diferenciación de la diferencia en donde se cuantifican las diferencias estratificando a la sociedad en clases, en este caso el proceso de identificación se da entre pares de un mismo estrato. Se hace de esta manera a fin de reducir la complejidad y a la vez lo agonal. Al estratificarse una sociedad establece capas en donde por un lado, el conflicto agonista  se reduce a diferenciaciones entre iguales (de una misma clase), por el otro  se acrecienta y se pasiva dado que una lucha entre clases puede ser muy traumático para la sociedad. Por lo que una comunidad estratificada encierra en su seno dos tipos de conflictos, uno a nivel equiparable al de una sociedad fraternal igualitarista y otro internivel mas traumático que por poseer estas características se tiende a pasivar. Lo interesante de una sociedad que adquiere este nivel de complejidad es que ambos tipos de conflictividades conviven dentro de una misma estructura social sin destruirla. El ejemplo que se me viene como más actual es el sistema de castas de la India

Sin embargo hay un tercer tipo de diferenciación, la funcional, que concierne a la diferencia que se logra por una conducta o un rol específico que ejerce quien se distingue, en un proceso de diferenciación propio de nuestros tiempos, este tipo de diferenciación no crea una identidad definida, por el contrario lo que da como resultado es un mecanismo al que Ulrich Beck llama proceso de individuación. Una especie de individualidad relativa a la posición que se adquiere en el proceso de diferenciación funcional, pero de esto vamos hablar en profundidad en el próximo post

2 nos acompañaron:

Esteban S dijo...

Morbo y obscenidad, yo? Nah, no he sido tan buen discípulo.

Me pegaste en un nervio, Charlie. Estaba leyendo algunos igualitaristas (que me están mereciendo opiniones nauseabundas) cuando me encontré con tu post, reflotando la diferencia luhmanniana. A ver como sigue.

Ladislao dijo...

Interesante. Yo no se mucho del tema, pero me da de pensar que en lugar de igualación-diferenciación habría que pensar en "relación". Me parece que pensándolo dialécticamente se cubre más ampliamente el tema. Toda 'igualdad' puede identificarse por la 'diferencia' con otras cosas.
SOMOS en relación. No creo en substancias en la condición humana. Desde Hegel, todo lo que nos permite identificarnos es en relación con el otro. Desde nuestros nombres, que son los que nos dieron nuestros padres o tutores. "Argentino" soy por haber nacido en este país, mi relación con otros connacionales, y así sucesivamente, tengo x oficio por relación con las actividades que hago y mis relaciones en ese ámbito. Nunca de manera substancial ni innata. No SOY carpintero como una esencia, ni desde siempre.
Me da de pensarlo por ese lado. Y la 'relación' es tanto lo 'igual' como lo 'diferente'.
Saludos

Posts relacionados