El siglo de la fraternidad 6 -La matriz

La Matriz

"En términos de evolución genética los humanos estamos mas cerca de los grandes primates, en términos de evolución social los humanos estamos mucho mas cerca a las hormigas, termitas y abejas."
Con esta cita de Peter Winiwarter que planteábamos en el capítulo 3, La naturaleza de lo natural, se abre toda una discusión sobre el origen real de los sistemas humanos
Si el planteo de Winirater es correcto, habría por un lado una evolución genética que partiría desde el mono y que sería la responsable de nuestra estructura corpórea, muy similar a los de estos, pero también habría otra evolución, una evolución social que nos emparentaría mas con los grandes conglomerados de aves, con los hormigueros o con los panales de abejas de los que nos ocupábamos en este otro capítulo De hormigueros, bandadas, metrónomos y los problemas de una Reina Roja. Hasta donde hemos podido investigar, Winiwarter no avanza mucho sobre el tema, pero con su planteo nos desafía a ir mas allá de la simple curiosidad de querer saber en qué se basa Winiwarter para afirmar lo que dice. Por lo pronto, dinamita el concepto occidental y cristiano de que la familia es la base de la sociedad; esto ya es todo un desafío.
De acuerdo con el enunciado de Peter Winiwarter habría y una evolución social que partiría de una matriz común, basada en el conglomerado y que habría evolucionado hasta nuestra conformación social actual. Aquí retomaremos la teoría de redes sociales para tratar de ver si existe o existió alguna vez dicha matriz social con la que estaríamos emparentados socialmente, o lo que es más interesante de investigar, es explorar si es posible una vuelta a esa matriz como un rasgo propio de la posmodernidad. Esta es una de las ideas más fuerte de este trabajo. Si al final de estas líneas podemos iluminar aunque sea muy lateralmente esta posibilidad, habremos cumplido con nuestro cometido. Es de la mano de Lewis Morgan y Friedrich Engels que vamos recorrer un camino posible que nos lleve a encontrar una respuesta.
Para estos evolucionistas de la última mitad del siglo XIX, el sistema social humano primitivo se desarrolló dentro un espacio donde todas las mujeres tenían interacciones carnales con todos los hombres de la horda o tribu, por lo que no cabría en este caso, la denominación de “familia” para dicha comunidad. Esta teoría, que es la base de la interpretación materialista de historia, concibe al agrupamiento tribal o a la horda como instancias superiores a la familia. Desde esta óptica no existe la propiedad ya que todo es considerado como común, y dentro de ese espacio de “lo común” también el sexo estaría considerado como práctica común con dos significantes muy fuertes: el placer, como una fuente de suministro de placer, y la descendencia, como una fuente de procreación de hijos e hijas para la conservación del linaje. Habría que considerar entonces, haciendo una síntesis de lo que significa el sexo común y despojándonos de todo prejuicio, a las mujeres ocupando un espacio de concurrencia común a donde los hombres acuden para poder satisfacer esas demandas socio sexuales. ¿Por qué decimos esto? Sencillamente porque es más lógico considerar al hombre yendo en búsqueda de la mujer, cuando ésta está disponible, que a esta última yendo en búsqueda de un hombre, debido a la idiosincrasia del hombre. Esto se debe a que el hombre es mayor demandante de sexo y esa oferta sexual se hace disponible desde el lugar de la mujer y solo ella puede satisfacerla y administrarla. Un hombre no depende de un celo, del estado de preñez, o de un determinado período de su biorritmo, su demanda por la satisfacción de su impulso sexual es permanente e incesante, solo logrará aplacar este instinto en las formas de cultura mas civilizadas, en donde la horda ya no es posible como agrupamiento social. En consecuencia en la horda, dentro del abanico de lo que es posible compartir como algo común, también ubicamos a la mujer.
Estro se puede concebir como una red de interacciones sexuales en donde concurren hombres y mujeres para tener sexo; en donde se establecen flujos desde una demanda insistente masculina y la posibilidad de la mujer de poder satisfacer esa demanda . Pero estos flujos en las sociedades primitivas no sufren mediaciones de ningún tipo, la mujer se ofrece libre y desinteresadamente al hombre para cumplir con la empresa de la procreación, como se ve claramente en la cita de Octavio Paz del capítulo anterior donde habla de la mujer originaria de Mexico en la época de la conquista “Ella encarna lo abierto, lo chingado, frente a nuestros indios, estoicos, impasibles y cerrados”. La mujer se describe como una prostituta que se entrega a cualquier hombre en esos relatos de la conquista, pero sabemos que a diferencia de estas, las indias americanas se entrega voluntariamente al hombre.
¿Qué pasó en el medio? ¿Que sucedió para que pase de ser una especie de divinidad fuente de vida, a ocupar el lugar de esclava o de prostituta?
La iglesia católica refuta fuertemente esta teoría diciendo que no necesariamente dentro del repertorio de “cosas” comunes de las sociedades primitivas se deba incluir a las esposas con “lo común”. Si bien estamos tratando con el más puro de los materialismos, creemos que existe una tendencia a mirar hacia lo común desde el concepto de propiedad privada, haciendo una especie de distinción entre propiedad común y propiedad privada. Sin embargo no es posible la noción de propiedad dentro del espacio de lo común, precisamente porque lo común niega la propiedad, para que se entienda mejor, niega la apropiación y la acumulación, niega la intervención de la libre circulación de los flujos entre necesidad y disponibilidad. Dentro de lo común solo es posible la libre circulación de los flujos, no se concibe su direccionamiento, mediación, obstrucción y como ya se ha dicho, su utilización en función de lo individual. Es por eso que a partir del concepto de propiedad es que se refiere a la mujer común como “promiscua” o como practicante de la prostitución. Nada de esto ocurría en los pueblos americanos primitivos. La convivencia de los géneros fluye libre inmersa dentro de la ecología absoluta de una red social totalmente distribuida.

"La horda es el más elevado de los grupos sociales que hemos podido observar en los animales. Parece compuesto de familias, pero ya en su origen la familia y el rebaño son antagónicos; se desarrollan en razón inversa una y otro".

Cita ángel Engels a Espinas ("Las sociedades animales", 1877) y sigue:

“La horda y la familia, en los animales superiores, no son complementos recíprocos, sino fenómenos antagónicos. Espinas describe muy bien cómo la rivalidad de los machos durante el período de celo relaja o suprime momentáneamente los lazos sociales de la horda' "Allí donde está íntimamente unida la familia no vemos formarse hordas, salvo raras excepciones. Por el contrario, las hordas se constituyen casi de un modo natural donde reinan la promiscuidad o la poligamia... Para que se produzca la horda se precisa que los lazos familiares se hayan relajado y que el individuo haya recobrado su libertad. Por eso tan rara vez observamos entre las aves bandadas organizadas...
En cambio, entre los mamíferos es donde encontramos sociedades más o menos organizadas precisamente porque en este caso el individuo no es absorvido por la familia... Así, pues, la conciencia colectiva de la horda no puede tener en su origen enemigo mayor que la conciencia colectiva de la familia. No titubeemos en decirlo: si se ha desarrollado una sociedad superior a la familia, ha podido deberse únicamente a que se han incorporado a ella familias profundamente alteradas, aunque ello no excluye que, precisamente por esta razón, dichas familias puedan más adelante reconstituirse bajo condiciones infinítamente más favorables". (Espinas, cap. I, citado por Giraud-Teulon: "Origen del matrimonio y de la familia, 1884
[5] págs. 518-520).”

Si bien la etimología sitúa a “familia” como proveniente del vocablo latín famulus, que significa esclavo o sirviente, familia también se emparenta con el patrimonio privado del Señor de la casa, en donde no solo pertenecían sus sirvientes sino que también se incluyen a sus parientes. Hay otra interpretación que relaciona familia con fames, que significa hambre, o sea todos aquellos a los que el Señor de la casa debía procurarles alimentos, sacarles el hambre, tanto a familiares consanguíneos como a sirvientes o a esclavos, todos los que dependían de él. Como síntesis se podría decir que familiares eran todas las personas de la casa a los que el Señor proveía de alimentos.
A partir de este concepto de familia queda claro entonces que el nucleamiento familiar es un agrupamiento constreñido a la voluntad del Señor que es el que dispone de los flujos materiales que circulan dentro de la casa. El Señor aparece como hub del sistema familiar, es quien dispone, prioriza, asigna, acumula, en definitiva, el que media la libre circulación de los flujos del sistema familiar. Entonces parecería que Engels estaría dándole la razón a Winiwarter en cuanto a que la familia no es una forma natural de agremiación social y por el contrario es restrictota y condicionante de esta, lo que nos termina emparentando también con los grandes conglomerados. ¿Pero qué ocurrió para que toda una forma de cultura matríztica haya sido arrasada y negada de la forma en que ocurrió?
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Los ojos de Friedrich Engels miran al mundo a través de las letras, a partir de ellas teje una realidad con la paciencia de un orfebre, inteligencia pura puesta al servicio de descifrar alternativas al mundo liberal del siglo XIX, un constructo teórico que le posibilite hacerle de soporte al incipiente marxismo. Es en El Origen De La Familia, La Propiedad Privada Y El Estado donde esas letras provienen de las investigaciones que realizara Lewis Henry Morgan, volcadas en su libro Ancient Society ("La sociedad antigua") desde donde Engels trata de desarrollar una teoría de familia. Familia como núcleo generador, como núcleo social básico, como matriz a partir de la cual se desarrollaron las comunidades.
El derrotero de Engels es transportarnos a través de la evolución, desde de las culturas matrízticas de las sociedades primitivas de Maturana a las culturas modernas contemporáneas a su tiempo. En este ensayo nos trata de mostrar cómo, a partir de la selección natural, la evolución de los sistemas sociales humanos pegan un giro cuando se desprenden de esta matriz generadora para comenzar a desarrollar multidimensionalidades. Lo interesante de este derrotero es que es un proceso evolutivo con varias etapas matrízticas que tienen como destino final lo que se da por llamar “la historia”, como lo describía Feinmann en el capítulo anterior. El filósofo decía que “Para Hegel la historia comienza cuando se enfrentan dos deseos, dos conciencias deseantes. El deseo humano desea deseo, […] el animal desea cosas y las cosas que desea en general se las come. El hombre no desea cosas, la conciencia es deseo.” Este punto de ruptuira en la evolución social humana, que como se verá no es único, es el paso necesario desde la “barbarie” a la “civilización”.
El “animal”, al que se refiere Feinmann es el hombre y la mujer primitivos, anteriores a la civilización occidental. Hay acá una simplificación de la complejidad en este proceso de “razonamiento en un solo paso”, “el comienzo de la historia” reduce “civilización” a una forma de relato autorrefenecial característico de la civilización occidental, “historia” es la historia de nuestra civilización y “proceso evolutivo” es un único paso desde aquellas organizaciones sociales primitivas hasta la civilización como la conocemos en nuestros días. De esta forma toda civilización, toda historia, todo proceso evolutivo humano queda reducido al derrotero de la civilización occidental europea, lo demás no tendrá visibilidad.
Engels advierte esto al leer la obra de Morgan y construye otro relato, alternativo a la historia oficial, en donde se describen distintos tipos de organizaciones sociales pautadas por los diferentes rasgos culturales de acuerdo a la etapa evolutiva en la que se sitúen. Ambos autores describen distintos tipos de redes de interacción social de las cuales todavía se podían encontrar rasgos característicos persistentes en los tipos de grupos familiares que describen, contemporáneos a la civilización occidental del siglo XIX, incluso algunas de estas formas de agrupamiento social subsisten hasta nuestros días.
En su trabajo Morgan se dedica a estudiar a los indios Iroqueses que habitaban la zona de los grandes lagos de Norteamérica, con los que convivió por un largo tiempo. Estos indios se constituían en una cultura matrilinial, donde la tradición se pasaba vía la línea materna. Esto es que el clan o comunidad estaba constituido por sistemas sociales centrados en la tradición de la mujer. Matrilineal significa línea materna. A partir de esa constatación antropológica Morgan se embarca en una justificación de este tipo de agrupamiento social, característicos de los iroqueses, tan distante de la cultura occidental de esa época.
Relatos como los que encontramos en los escritos de los cronistas de Hernan Cortés, que no prosperan de lo meramente descriptivo, dan debida cuenta de que los sistemas sociales con los que los españoles se encuentran al llegan a Mexico, distan mucho de lo que se conocía en Europa. Algunos historiadores cuentan ese encuentro de culturas como una verdadera lucha entre Dios y el Demonio. Tanto los españoles, como los pueblos originarios se sienten sorprendidos e incómodos por las diferentes formas de interacción sexual que tenían una y otra cultura. Para la iglesia y los conquistadores, aquella forma que tenían los aborígenes de relacionarse entre hombres y mujeres era sencillamente promiscua e inadmisible, para los últimos resultaba igual de incomprensible la forma de relacionarse íntimamente que tenían los primeros.
Tanto la matrilinialidad, línea o linaje materno, como la matrilocalidad, lugar materno, le confieren a la Gens iroquesa características particulares orientadas hacia lo comunitario, la fratria, lo común; en contraposición a lo que hace el patriarcado que evoluciona hacia el individuo y esto es lo que hace la diferencia, tal vez su rasgo principal. Esta particular manera de congregarse socialmente, que para nosotros es totalmente extraña, le confiere a aquellas comunidades características topológicas en forma de red distribuida, donde la jerarquía NO ESTABA PRESENTE. Son redes sin jereaquías. De su evolución a través del tiempo, como veremos, resultará la jerarquización de esa matriz primitiva y como resultado de ese proceso ahora sí se desembocará en lo que hoy conocemos como “familia”.
Siempre estaremos infinitamente agradecidos a Friedrich Engels ya que a partir de su aporte es que conocemos la obra de Morgan. Este último elabora una teoría evolutiva de familia que parte desde el total “salvajismo” para llegar hasta nuestra “civilización occidental”, también total. En ese recorrido, sin saberlo, rompe con el binomio de "civilización o barbarie", de moda por entonces en pleno desarrollo del concepto de nación. Hace algo impensado en plena época victoriana, rompe con esa lógica binaria y a partir de entonces se abre toda una gama de posibilidades que la religión había borrado totalmente del mapa.
La principal crítica que recibe la dupla Morgan-Engels es que ellos desarrollan un evolucionismo de la historia de la civilización unilineal. La discrepancias con este enfoque se basan principalmente en suponer que toda la humanidad siguió el mismo derrotero durante su evolución. Robert H Lowie en Reyna Varela dice en “la Historia de la etnología, la cultura es un fenómeno demasiado complejo para ser reducido a fórmulas cronológicas; su desarrollo principalmente es divergente y no paralelo”.
Nuestra propuesta es analizar el evolucionismo de Morgan-Engels desde la teoría de redes sociales para poder constatar el proceso de centralización-jerarquización que sufrieron las redes de interacción directa a lo largo de su evolución.
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Lo que se cita de las obras de Engels y Morgan, desde aquí en adelante, es la evolución de lo que ellos llaman familia y que nosotros llamaremos redes de interacción sexual, para sacarle todo tipo de connotación político-religiosa que el término familia pudiere traer consigo. Vamos a ser absolutamente sinceros al decir que el analizar este tipo de agrupamientos primitivos nos costó un trabajo importante, no por su dificultad, sino por su complejidad y porque no encontramos bibliografía que arriesgue especulaciones o críticas al trabajo de campo de Morgan, salvo las enunciadas en el párrafo anterior. Creemos que esto se debe a un instinto de supervivencia de los cientistas sociales, nadie arriesga su prestigio en especulaciones de este tipo, nosotros arriesgaremos una interpretación pese a los escasos datos descritos por los autores. Como primera medida haremos una interpretación gráfica de cada matriz que se describa, haciendo la salvedad de que la información disponible se presta a interpretaciones ambiguas, pero que como rasgos generales esta escasez no tiene mayor significancia; aún así los resultados agregados siguen validando la tesis de los autores.
Aclarado este punto vayamos entonces a Morgan y su descripción de la matriz originaria de todas las otras etapas de evolución de estas redes de interacción sexual.
Morgan distingue tres etapas a las que asigna distintas características referidas a su evolución cultural. A grandes rasgos diferencia una etapa de salvajismo, donde los agrupamientos protohumanos prácticamente no dejaron rastros de su organización social, otras correspondientes a la barbarie, a las que pertenecen en gran medida las categorías que se describen mas adelante y por último la etapa de la civilización que se inicia con el nacimiento de las culturas occidentales.
Ubicada en el salvajismo, describe culturas de las que no se puede dar testimonio científico cierto ya que no encuentra rastros vivientes de aquellas, pero sí de lo que otras culturas pueden atestiguar que les precedieron.

“Reconstituyendo retrospectivamente la historia de la familia, Morgan llega, de acuerdo con la mayor parte de sus colegas, a la conclusión de que existió un estadio primitivo en el cual imperaba en el seno de la tribu el comercio sexual promiscuo, de modo que cada mujer pertenecía igualmente a todos los hombres y cada hombre a todas las mujeres. […] El estadio social primitivo, aun admitiendo que haya existido realmente, pertenece a una época tan remota, que de ningún modo podemos prometernos encontrar pruebas directas de su existencia, ni aun en los fósiles sociales, entre los salvajes más atrasados. Corresponde precisamente a Bachofen el mérito de haber llevado a primer plano el estudio de esta cuestión”

Morgan parte de una red de interacción sexual humana libre y lícita, integrada por todos los hombres y mujeres de la comunidad sin distinciones de parentesco ni restricciones generacionales. Una matriz de interacción sexual totalmente distribuida.

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A partir de esta estructura primitiva avanza sobre los otros tipos de red en donde comienza a aparecer la estructura parentesco al restringirse cada vez más claramente la interacción sexual entre los miembro de la red. AL primero de esta serie de agrupamientos lo denomina como “familia consanguínea”

1.- La familia consanguínea:

“Aquí los grupos conyugales se clasifican por generaciones: todos los abuelos y abuelas, en los límites de la familia, son maridos y mujeres entre sí; lo mismo sucede con sus hijos, es decir, con los padres y las madres; los hijos de éstos forman, a su vez, el tercer círculo de cónyuges comunes; y sus hijos, es decir, los biznietos de los primeros, el cuarto. En esta forma de la familia, los ascendientes y los descendientes, los padres y los hijos, son los únicos que están excluidos entre sí de los derechos y de los deberes (pudiéramos decir) del matrimonio. Hermanos y hermanas, primos y primas en primero, segundo y restantes grados, son todos ellos entre sí hermanos y hermanas, y por eso mismo todos ellos maridos y mujeres unos de otros. El vínculo de hermano y hermana presupone de por sí en este período el comercio carnal recíproco”

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La selección natural hace su primera intervención en los sistemas sociales humanos, lauda a que sobrevivirán aquellas comunidades que restrinjan las interacciones sexuales verticales.
En esta primera etapa de la organización social nace el concepto de hermano. Surge de la necesidad de separar, dividir generacionalmente, abuelos y abuelas de padres y madres, lo mismo que de hijos e hijas. Al inaugurarse esta división de anillos concéntricos entre abuelos, padres, hijos, nietos y biznietos sucede que las únicas interacciones sexuales lícitas son co-generacionales, entre hermanos, absolutamente horizontales y fraternas, y pese a que Morgan reconoce que no subsisten testimonios este tipo de familias consanguíneas en su época, advierte que todavía quedaban indicios de consanguinidad en algunas tribus de Hawai. Precisamente es desde esas islas y de la Polinesia de donde tomará el modelo para su próxima etapa evolutiva. Ser hermano significa la posibilidad de interaccionar sexualmente.
Dentro de la familia consanguínea todos podían tener sexo con todos los de su generación. Aquella matriz primitiva sin ningún tipo de restricción sexual comienza a ser intervenida por prohibiciones en un sentido vertical. En términos de interacción sexual vemos que ahora la red social, que originalmente había permanecido totalmente distribuida, ahora restringe los flujos entre hermandad y hermandad mediante un conjunto de aros concéntricos con origen en los abuelos y con su anillo mas distante en los biznietos, conformando así comunidades de interacción sexuales entre yuntas que solo podían pertenecer a una misma generación, a su fraternidad. Estas comunidades se forman entre hermanos sin ningún tipo de discriminación a la categoría de hermandad de la que se trate.

2.- La familia panalúa:

“Si el primer progreso en la organización de la familia consistió en excluir a los padres y los hijos del comercio sexual recíproco, el segundo fue en la exclusión de los hermanos. Por la mayor igualdad de edades de los participantes, este progreso fue infinitamente más importante, pero también más difícil que el primero. Se realizó poco a poco, comenzando, probablemente, por la exclusión de los hermanos uterinos (es decir, por parte de madre), al principio en casos aislados, luego, gradualmente, como regla general (en Hawaí aún había excepciones en el presente siglo), y acabando por la prohibición del matrimonio hasta entre hermanos colaterales (es decir, según nuestros actuales nombres de parentesco, los primos carnales, primos segundos y primos terceros). Este progreso constituye, según Morgan(L. H. Morgan), "una magnífica ilustración de cómo actúa el principio de la selección natural".

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De esta forma, el incesto, que había adquirido forma de tabú en la herencia vertical dentro la familia consanguínea, ahora se instituía entre hermanos, horizontalmente, restringiendo el, hasta entonces, libre flujo entre ello. La selección natural de alguna manera fue demostrando que tener “comercio sexual” entre padres e hijas, madres e hijos, y ahora entre hermanos y hermanas uterinos, limitaba las posibilidades de una hibridización y su colateral vigorización de la raza o especie.
En este punto nos entró una duda sobre este razonamiento. ¿Por qué tomaba Morgan esta secuencia y no la inversa, primero la restricción entre hermanos y luego entre padres e hijos? Si la instauración de las diferentes restricciones respondía de alguna manera a la selección natural, habría razones genética o de herencia que establecerían las prioridades de esas exclusiones. Por eso recurrimos a Dr. Daniel Fox, bioquímico y especialista en ADN para que nos aclarara, en términos de carga genética, qué herencia tenía menos peso en la diversidad que debía presentar el nuevo ser engendrado. El nos explicó que las posibilidades de la diversidad genética, sin duda se verían mas restringidas entre un incesto entre padre e hija o entre madre e hijo que entre hermanos de los mismos padres. Incluso hace una diferencia entre la tradición genética y las posibilidades de esa tradición entre lo que hereda la madre y lo que hereda el padre. Tema muy complejo que tiene que ver con los pares de cromosomas XY y XX que poseemos varones y mujeres. Como una aproximación podríamos decir los paquetes heredados de padres a hijos varían entre los hermanos, si no fuera así seríamos todos iguales al menos genéticamente y eso no sucede así. Admás el incesto madre hijo o padre hija no da esa posibilidad ya que todo un paquete pasa derecho del padre al hijo/a nieto/a, o de la madre a la hija/o nieta/o restringe seriamente las posibilidades de hibridación en la nueva generación. Este razonamiento es concordante con los descubrimientos de Morgan, la selección natural actuó primero sobre el incesto intergeneracional que sobre el que podía dar entre hermanos. Incluso acierta cuando dice que luego de la primera segregación natural, “este progreso fue infinitamente más importante, pero también más difícil que el primero”.
Pero aclaremos que estas restricciones propias de la evolución natural que por ahora solo se daban entre generaciones, ahora se extendía gradualmente a los hermanos uterinos, se podía tener sexo entre todos los de una misma generación pero entre grupos de no hermanos uterinos. Se podía tener sexo con todos los primos y con los hermanos por la vía paterna no materna.
Si nos detenemos un poco en este proceso de selección natural podríamos arriesgar un modelo sin temor a equivocarnos. Si la selección natural había discriminado entre la interacciones sexuales mantenidas intergeneracionalmente de una manera mas o menos sencilla, ya que es mas fácil de detectar-racionalizar que los problemas que pueda traer una endogamia de ese tipo se debían al incesto paterno filiar, la cosa se complica cuando hubo de discriminar cuales de las relaciones entre hermanos también traían sus problemas. Es por eso que este período de institucionalización del tabú fue mas prolongado y mas costoso en el segundo período que en el primero. Era mas fácil atribuirle la causa del problema a la relación paterno filiar que seleccionar entre conjuntos uniformes de hermanos, muy similares unos con otros. Y el primero de los problemas que se planteó fue detectar quién era la madre uterina y a partir de ella se construyó una estructura familiar que fuere capaz de discriminar los hermanos uterinos de los no uterinos, para excluirlos de las interacciones posibles. Solo con los primeros se podía ser “compañero íntimo”.

Si con la familia consanguínea había nacido la hermandad, con la familia panalúa nace el matrimonio. De hecho panalúa significa compañero íntimo. En términos de topología de red, de las interacciones sexuales permitidas en la etapa anterior, comunidades de hermanos de la familias consanguíneas (por generación), ahora la red se clusteriza alrededor de la figura de la madre, jerarquizándose cada vez más, correspondiéndoles a cada una de estas un cluster uterino y un vector de filiación que establecía el gradiente de parentesco y su correlato como distancia u organización social.
La restricción esta vez es intracluster pero está totalmente permitida intercluster, lo que da como resultado interacciones sexuales grupales entre distintos clusters. Observemos que la evolución natural tiende a la jerarquización centrada en la madre, que es la que administra las relaciones sexuales dentro y fuera de su cluster, prohibiendo para adentro, permitiéndolo para afuera.

3.- La familia sindiásmica:

“En el régimen de matrimonio por grupos, o quizás antes, formábanse ya parejas conyugales para un tiempo más o menos largo; el hombre tenía una mujer principal (no puede aún decirse que una favorita) entre sus numerosas, y era para ella el esposo principal entre todos los demás. Esta circunstancia ha contribuido no poco a la confusión producida en la mente de los misioneros, quienes en el matrimonio por grupos ven ora una comunidad promiscua de la mujeres, ora un adulterio arbitrario. Pero conforme se desarrollaba la gens e iban haciéndose más numerosas las clases de "hermanos" y "hermanas", entre quienes ahora era imposible el matrimonio, esta unión conyugal por parejas, basada en la costumbre, debió ir consolidándose. Aún llevó las cosas más lejos el impulso dado por la gens a la prohibición del matrimonio entre parientes consanguíneos.
Así vemos que entre los iroqueses y entre la mayoría de los demás indios del estadio inferior de la barbarie, está prohibido el matrimonio entre todos los parientes que cuenta su sistema, y en éste hay algunos centenares de parentescos diferentes. Con esta creciente complicación de las prohibiciones del matrimonio, hiciéronse cada vez más imposibles las uniones por grupos, que fueron sustituidas por la familia sindiásmica. En esta etapa un hombre vive con una mujer, pero de tal suerte que la poligamia y la infidelidad ocasional siguen siendo un derecho para los hombres, aunque por causas económicas la poligamia se observa raramente; al mismo tiempo, se exige la más estricta fidelidad a las mujeres mientras dure la vida común, y su adulterio se castiga cruelmente. Sin embargo, el vínculo conyugal se disuelve con facilidad por una y otra parte, y después, como antes, los hijos sólo pertenecen a la madre”

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Cita a Agassiz así:

“De una rica familia de origen indio refiere Agassiz ("Viaje por el Brasil, Boston y Nueba York"[22] 1886, pág. 266) que, habiendo conocido a la hija de la casa, preguntó por su padre, suponiendo que lo sería el marido de la madre, oficial del ejército en campaña contra el Paraguay; pero la madre le respondió sonriéndose: "Naod tem pai, he filha da fortuna" (no tiene padre, es hija de la ocasión). "Las mujeres indias o mestizas hablan siempre en este tono, sin vergüenza ni censura, de sus hijos ilegítimos; y esto es la regla, mientras que lo contrario parece ser la excepción. Los hijos... a menudo sólo conocen a su madre, porque todos los cuidados y toda la responsabilidad recaen sobre ella; nada saben acerca de su padre, y tampoco parece que la mujer tuviese nunca la idea de que ella o sus hijos pudieran reclamarle la menor cosa". Lo que aquí parece pasmoso al hombre civilizado, es sencillamente la regla en el matriarcado y en el matrimonio por grupos.”

Es asombros el parecido de esta descripción con lo que sucede actualmente en muchas partes de nuestro país y de Latinoamérica, la familia monogámica, incluso en las capas sociales mas poderosa, “civilizadas” y religiosas, parece haber tenido un retroceso hasta volver a alcanzar este estadio nuevamente, supuestamente “menos civilizado”.
La familia sindiásmica “es la forma de familia característica de la barbarie, como el matrimonio por grupos lo es del salvajismo, y la monogamia lo es de la civilización. Para que la familia sindiásmica evolucione hasta llegar a una monogamia estable fueron menester causas diversas de aquéllas cuya acción hemos estudiado hasta aquí. En la familia sindiásmica el grupo había quedado ya reducido a su última unidad, a su molécula biatómica: a un hombre y una mujer. La selección natural. Por tanto, si no hubieran entrado en juego nuevas fuerzas impulsivas de "orden social", no hubiese habido ninguna razón para que de la familia sindiásmica naciera otra nueva forma de familia. Pero entraron en juego esas fuerzas impulsivas.” Sindiásmica significa de a pares, aparear. Definitivamente se termina de instituir el matrimonio.
Esto es notable, Engels dice que la selección natural había realizado su obra reduciendo cada vez más las posibilidades de opción para interacción sexual, nada le quedaba ya que hacer en este sentido, ahora el proceso de clusterización y de jerarquización que le sucederá estará desconectado de los cuerpos, será esencialmente cultural.
El proceso evolutivo parece alcanzar aquí el límite de Dumbar que veíamos en el capítulo anterior. A partir de esta afirmación Engel nos introduce en la multidimensionalidas de Watts, los seres humanos para elegir con quienes interrelacionarce sexualmente deben construir una estructura mental. Crean una cultura simbólica y la idea de lo común ya no se algo solamente material o a alguna necesidad de lo material sino que virtualiza lo material en su fantasía, que no es otra cosa que un intento por simplificar complejidad que percibe un cerebro cada ve mas inteligente. Nace el individualismo por la multipertenencia a esas diferentes dimensiones virtuales
Recordemos que tanto Marx como Engels desarrollan la teoría filosófica del materialismo dialéctico, que se oponía a la supremacía de Dios y del pensamiento mágico sobre la materia. Todos los intentos de Engels en el libro citado tienen como objetivo la demostración de esa teoría, es por eso que desprenderse de la selección natural para elegir una única pareja a quién unirse en la empresa de la creación marca el fin de la evolución desde lo natural y el comienzo del último cambio que conlleva la evolución de la familia. En realidad la fundación de la familia en sí como la conocemos ahora, como famulu.
Los nuevos métodos de producción mas eficientes, la domesticación de animales para su consumo y uso, y el desarrollo de la agricultura, dan sobreabundante acceso a los bienes materiales esenciales para la sobrevivencia de la comunidad, especialmente del hombre que se había dedicado a estas tareas de producción, quien ve necesario identificar a sus propios hijos de los de los otros hombres para sucederle los bienes y las tecnologías acumuladas durante su vida laboral. Debido a esta razones es que surge el último estadio descrito por Engels. La monogamia.
La matrilinealidad obligaba a clusterizaciones cruzadas que dejaba a los hombres sin pertenencia, o con una única pertenencia a su propia familia uterina, lo ubicaba como una especie volante que pivoteaba entre cluster y cluster sin lograr echar raices en ningún lugar; con el desarrollo tecnológico esta situación habrá de cambiar ya que dispondrá de mas tiempo para él. La multipertentencia, a la que está obligado a recurrir, lo conducirá irremediablemente hacia una individuación sin retorno, hacia una separación definitiva de la matriz y a la imposibilidad de resolver su vida en un solo lugar.
En esta oportunidad la interacción sexual solo será posible de establecer fuera de la familia sanguínea, fuera del conjunto que involucra a hermanos y primos, como en el caso iroqués. Son hermanos los hermanos y hermanas de una misma madre y son, a su vez, hermanas las hijas de las hermanas de la madre, no así las hijas de los hermanos de la madre quienes son primos. La matrilinelidad establece un complejísimo dominio de parentescos en donde: con algunos se puede tener sexo y con otros no.

4. La familia monogámica

No nos vamos a extender en este tipo de familia de “la civilización”, ya que es la que todos conocemos por la tradición judeo-greco-romana.
Solo diremos, siguiendo a Engels, que este tipo de topología familiar surge a partir de una centralización aún mayor del cluster a partir de la mediación de los flujos naturales que comienzan a hacer los hombres dentro de la estructura familiar, que en definitiva tiene como fin el resguardo de sus bienes materiales y tecnológicos, así como de la preservación de la cultura y de la religión.

"Se funda en el predominio del hombre; su fin expreso es el de procrear hijos cuya paternidad sea indiscutible; y esta paternidad indiscutible se exige porque los hijos, en calidad de herederos directos, han de entrar un día en posesión de los bienes de su padre. La familia monogámica se diferencia del matrimonio sindiásmico por una solidez mucho más grande de los lazos conyugales, que ya no pueden ser disueltos por deseo de cualquiera de las partes."

De esta forma vemos cómo se completa el proceso evolutivo desde una topología de red de interacción sexual totalmente distribuida hacia otra forma totalmente centralizada en el pater familia, donde todo, incluido la vida y la muerte, la elección de los compañeros y compañeras sexuales está mediada o es propiedad del padre padrone.
Como en la representación de los clásicos gráficos de Baran el devenir de las redes de interacción sexual pasa de ser una estructura totalmente distribuida a otra totalmente centralizada mediante un proceso de clusterización que en un principio restringe la interacción sexual verticalmente, luego como con un cortapizas va restringiendo las posibilidades de elección de pareja a porciones cada vez mas pequeñas, hasta llegar en su última etapa al centralizar esa elección en una única opción, pautada por terceros que en general no eran los interesados.

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Se señalan con color amarillo las opciones disponibles que tiene A
para establecer interacciones sexuales con otros agentes de su red
La red distribuida es el modelo de consanguineidad, la red descentralizada es el modelo sindiásmico y la red centralizada representa a la familia monogámica.
No sabremos si Engels era consciente de este descubrimiento categorial de familia o si simplemente se baso en él como justificación de la evolución del materialismo histórico. Lo cierto es que a partir de este modelo de evolución de la humanidad podemos distinguir diversos tipos de familia que pueden mostrar distintos grados de centralidad en su topología, que a su vez representan los diferente estadios evolutivos en que puedan encontrarse los distintos sistemas sociales que no necesariamente han desembocado en la monogamia.
Si la monogamia no es una consecuencia natural de la selección sino que es un fenómeno meramente tecnológico-cultural, como sostiene Engels, es de esperar que sea susceptible a fallo por las mismas razones expuestas en el primer capítulo: una estructura tecnológica de este tipo tiende a expandirse cada vez mas, y al hacerlo resta al sistema sus posibilidades resilientes, situación que se puede sostener hasta un determinado punto a partir del cual se hace inviable en función de sus costos. Esto se debe a que la estructura tiende a imponerse de una masiva y en franca competencia sobre todas las otras posibilidades de evolución familiar, especialmente en función de la disponibilidad y del flujo de los recursos materiales. Por ende cabría la posibilidad de que otros tipos de familias pudieren haberse sostenido sobre la tierra hasta hoy, como es el caso de los wanyúu, o por el contrario, que ante un eminente colapso evolutivo de las actuales estructuras, que nuevas formas de familias aparezcan o resurjan.
Para nosotros lo más importante que rescatamos de los trabajos de Engels-Morgan es la posibilidad de que haya diversos tipos y estadidos en desarrollo evolutivo de los diferentes tipos de familias en la actualidad.



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