La piel digital, un habitante de la complejidad


Recordábamos a Hanna Arendt en el post anterior cuando nos dice que “El poder no es nunca propiedad de un individuo, sino que pertenece al grupo y se mantiene sólo en la medida en que el grupo permanezca unido.” La opinión – piel pública, como la define Elizabeth Noelle Neumann se convierte en este caso en identidad social en eso radica su poder.
Ampliando este concepto, consideramos también Opinión Pública, al paisaje y al ambiente donde se desarrolla la acción social de la red como tematizador y contextualizador de la misma, en definitiva todo aquello que de una forma u otra influye sobre dicha acción, y como tal es también información que circula por ella. El sol o el clima, el ambiente también hace a la información de la red humana. Esta concepción ampliada de Opinión Pública como un todo de la información que afecta al público de la red es la que hace de contenedor de la misma por eso la encierra como una piel social como señala la socióloga.

Deberíamos hacer una distinción acá sobre las dimensiones de la red social. Por un lado tenemos, como hemos estado viendo, una dimensión espacial de la red. Si su comportamiento depende de su topología (ver este nuevo artículo de Juan Urrutia donde reactualiza los conceptos de Fraternidad desde la perspectiva de la sostenibilidad), la difusión de la información a través de sus vínculos le dará a la información características espaciales (por no decir territoriales dado que no es un concepto también aplicable a las comunidades digitales). Entonces, cuanto más se propague la información por la red, más incidencia espacial tendrá.
Mauro Wolf[i] señala sobre opinión pública desde esta perspectiva que: “El supuesto de fondo es que las personas suelen reaccionar ante el conjunto del que forman parte, lo cual indica que es probable que teniendo que decidir dónde ubicarse respecto a un problema de importancia pública, muchas personas no se basen en su propia opinión sino en sus propias lealtades sociales para decidir (…) no eligen dónde posicionarse, sino con quién estar”.[ii]

Si tomamos ahora en cuenta aquello que se señalaba en la cita a Juan Urrutia de que “Cada hermano está dispuesto a no ser el más listo para permanecer unido a su hermano”. En el “permanecer unido” está la otra dimensión, el tiempo. Si ahora consideramos que la sostenibilidad de la red depende del equilibrio al que llegan los agentes luego de maximizar sus ganancias, a partir de los sucesivos intereses puestos en juego y tomas de ganancias proyectadas en el tiempo, lo que tendremos será la componente temporal de la información que no es otra cosa que el tiempo necesario para que la misma madure y pueda estacionar la red en un equilibrio de Nash.

Estamos entonces ante un sistema informacional complejo con dos componentes, uno topológico centrado en cada agente que le confiere especialidad a la información, y otro temporal centrado en lo social que le confiere sinergia a la red. Por lo tanto la información que circula como opinión pública es compleja.

Al ampliar este concepto al ambiente donde se desarrolla la interacción social las posibilidades que adquiere la información son infinitas ya que podrá circular directamente entre agentes o por un medio virtual lo que la convierte en opinión mediatizada u opinión digital. La foto de mi casa aparece en Google Earth, puedo saber qué clima está haciendo en Chicago en este preciso momento, si es un día soleado en las playas de Villa Gesell o si la ambulancia que me viene a llevar de urgencia al hospital que está siendo seguida por satélite está provocando una alerta en los móviles policiales que se encuentran en el trayecto para aligerar el camino.
Todo ese bagage de información digital que permanentemente nos acompaña, nos vigila, nos asiste en cada momento, cambia nuestro humor, nuestros pensamientos… vivimos atravesados por los bits, es por eso que de esta manera nos vemos obligados a rebautizar la metáfora de piel social de Noelle-Neumann transformándola en piel digital[iii].

Foto de acá.

[i] Es citado por Maricela Portillo Sánchez en su trabajo. Mauro Wolf (1947-1996) fue uno de los más importantes teóricos de la comunicación. Profesor del DAMS de la Universidad de Bolonia.
[ii] Wolf Mauro (1994). Los efectos sociales de los mass media, Paidós, España.
[iii] Juan Freire, Biólogo, profesor universitario y emprendedor. Explorador del papel de la innovación, la estrategia y la tecnología en las redes sociales, las organzaciones y las ciudades. Más en http://www.juanfreire.net/

1 nos acompañaron:

chacall dijo...

Debo comprender que se refiere a lo dificil que es estar en esta provincia a apoyar al gobierno aunque tenga una larga lista de logros positivos, como los ennumeró ayer el ex presi?...

saludos!

le dejo esta noticia que ya la debe de haber visto para ver como están los ánimos en la provincia.

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