Tolerancia Cero Vs. Diversidad

Dice el diccionario de la Real Academia Española que tolerar es: “respetar las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias”, por lo tanto la tolerancia cero significa la carencia total de respeto por ideas, creencias o practicas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias; en definitiva es ser “intolerante”. En tren de definiciones podemos igualmente afirmar que el autoritarismo es ejercer con exceso la autoridad. Combinando ambos conceptos podemos inferir que quien ejerciere su autoridad en forma intolerante es un autoritario liso y llano.
El arcaico concepto de tolerancia en la democracia moderna se viene reemplazando con asiduidad por el de “diversidad” que la misma academia define como: abundancia, gran cantidad de varias cosas distintas. Esto quiere decir que si en Venado Tuerto algunos conducimos respetando las leyes de tránsito, otros cometemos faltas leves, otros falta mas graves y los hay los que conducimos de una forma temeraria, como verdaderos asesinos en potencia. Con respecto a los vehículos podemos decir que hay los que están en condiciones, otros que tienen algunos detalles pero con los cuales nos podemos conducir y también contamos dentro de nuestro parque vehículos los que no tienen luces, patente, papeles protecciones, sean éstos motos, autos, camionetas o camiones.
Ante la “gran cantidad de varias cosas distintas” tanto en el parque vehicular como en el de conductores, estamos ante un escenario diverso con realidades de tránsito diverso también. En los tiempos de Juan Carpio, hoy jefe de tránsito de la ordenada ciudad de Firmat donde todos los motoqueros usan casco, existía un programa sobre educación vial que se daba en las escuelas y en otros ámbitos. Por alguna razón se ha dejado de lado al igual que los controles de tránsito y de los vehículos. La anarquía demagógica existente quiere ser reemplazada por la Tolerancia Cero, del descontrol total a la represión intolerante autoritaria.
No es solo un cambio de concepción política, es un giro ideológico esquizofrénico que no se entiende, menos proviniendo de un nuevo gobierno municipal conducido por un psicólogo que mantiene un cuerpo ejecutivo del que no se fue nadie.
Este giro se ve también en el aumento de tasas municipales, si un eslogan de campaña era que habían mantenido la tasa municipal, tampoco se entiende el aumento, en muchos casos del 100% con la justificación del intendente que antes la “gente demandaba chapas “y hoy “servicios”, a todo esto ni empleados ni proveedores municipales no cobran ni en tiempo ni en forma. Por lo tanto el gasto de la campaña de ayer lo tiene que pagar hoy con fondos de las arcas municipales y provinciales mediante el aumento de las tasas municipales. Esto se lee déficit municipal asistido por el ex gobierno provincial. Nuevamente el descontrol fiscal tercerizado de antaño se pretende cubrir con una nueva Tolerancia Cero fiscal.
El tercer ámbito donde se advierte este tipo de práctica en el nuevo gobierno municipal es en el manejo del personal de maestranza. Conocido era el hecho que el anterior no realizaba obra pública con personal propio, solo cubría algunos de los servicios. La tolerancia cero se ejerce ahora queriendo hacer realizar tareas a un personal que no cuenta con la experiencia, las herramientas ni la planificación para llevar obra pública adelante. La respuesta es piquete en maestranza.
Este pasteurizado al que es sometida la Municipalidad, de la anarquía total del anterior gobierno a la intolerante tolerancia cero del nuevo parece una broma de mal gusto. Ni mucho ni tan poco, la diversidad de problemas con los que se enfrenta el nuevo gobierno municipal es tan grande que debe ser atendida con un análisis focal de cada una de las problemáticas para implementar las políticas acordes en cada caso.
“¿Quien le pone el cascabel al gato?” Un gato gordo y mañero. Los viejos funcionarios que no pudieron o no quisieron o no supieron hacerlo. Los nuevos que no tienen gestión política de ninguna índole, ni siquiera de militancia partidaria. El intendente, recién despojado del disfraz de Papá Noel y Rey Mago regalón de chapas y bolsones. Recuperar la confianza perdida es mucho mas costoso que mantenerla.

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